En Las Manos De La Bestia [+18] |Terminada|

Capitulo 93- Epílogo

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Eʟ ᴘʟᴀᴄᴇʀ ᴇs ʟᴀ ғʟᴏʀ ᴏ̨ᴜᴇ ғʟᴏʀᴇᴄᴇ; ᴇʟ ʀᴇᴄᴜᴇʀᴅᴏ ᴇs ᴇʟ ᴘᴇʀғᴜᴍᴇ ᴏ̨ᴜᴇ ᴘᴇʀᴅᴜʀᴀ.

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Khristeen Miller
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— Felicidades. — Dice la obstetra sonriente: era nuestra segunda cita en ese lugar y era para saber el género de los bebés. — Son una niña y un niño. — Casi gritó de la emoción apretando la mano de Raymond, quien hizo lo mismo con el mío, dándole un leve apretón.

Él me mira sonriendo con sus ojos, destellando felicidad y le devuelvo la misma mirada emocionada.

— ¿Un niño y una niña? — La mujer asiente y tuve que respirar hondo para no llorar de felicidad.

— Una princesa y un príncipe. — Junta su frente con la mía. — Te amo pequeña, me has hecho el hombre más feliz del mundo.

— Yo también cariño.

La preparación de la boda se estaba preparando, Ophelia que había decido quedarse junto a Nikolay para el año nuevo, me estaba ayudando con los preparativos, al igual que Raymond.

No era buena en esto debido a que era la primera vez, Pero obtenía ayuda con Zoey ella sabía bastante y me estaba ayudando con los preparativos al igual que Raymond.

En estas semanas ha estado todos los días conmigo, está teniendo mucho trabajo, aunque siempre procura hacerlo en la casa, especialmente en su oficina.

— Pequeña, no te muevas. — Me gruñe sin dejar de leer los documentos que tenía en la mano. Aunque tenía trabajo, él no se despegaba de mí y, a decir verdad, yo tampoco no sabía si es por el embarazo, pero cada vez quería estar cerca de él.

— No me estoy moviendo. — Traté de defenderme, es él quien quiso que me sentara en sus piernas, aun trabajando, así que no es mi culpa.

Mi cuerpo se estremece cuando hunde su rostro en mi cuello, su respiración golpea mi nuca y todo mi sistema nervioso reacciona como si fuera la primera vez que lo siento tan cerca. No importa cuántas veces la tenga o me toque, pero siempre que lo hace mi cuerpo reacciona de forma inevitable.

— Me vas a volver loco. — dice Suspirando.

Estando por hablar, tocan la puerta, siendo nadie más que Luka, que entra tras la aprobación de Raymond.

— Su secretaria está aquí. — Anuncia y frunzo el ceño.

¿Secretaria? ¿No era esa misma mujer que la vez pasada? Busco una explicación en su rostro, pero es igual que el mío parece confundido.