En Las Manos De La Bestia [+18] |Terminada|

Capitulo 47- Trastorno.

Eʟ ғʀᴀᴄᴀsᴏ ɴᴏ ᴇs ᴇʟ ғɪɴᴀʟ, ᴇs sᴏʟᴏ ᴜɴᴀ ᴏᴘᴏʀᴛᴜɴɪᴅᴀᴅ ᴘᴀʀᴀ ᴀᴘʀᴇɴᴅᴇʀ ʏ ᴄʀᴇᴄᴇʀ.

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Khristeen Diatlova

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— ¿Está segura de que se fue? — Cuestionó incapaz de creerle la señora Elizabeth y sus palabras fueran simplemente una confusión; Sin Embargo, ella niega. 

— El señor salió temprano esta mañana — Me deja claro mientras siento que mis manos empiezan a temblar inesperadamente. 

Esta mañana había despertado temprano esperándolo en el comedor para desayunar juntos como siempre y ahora recibo esa noticia. 

Se había ido. 

— Ya veo — Doy una sonrisa y veo como la señora Elizabeth se retira del comedor dejándome sola con Ophelia. 

— ¿Estás bien? — Pregunta Ophelia y siento como las lágrimas se deslizan por mi mejilla. 

Por más que estuviéramos enojados, nunca espere que él se fuera sin siquiera despedirse, sin contar qué pasará un mes entero afuera y quién no me asegura que puede alargar más su viaje solo para no verme. 

— ¿Khristeen? 

— Estoy bien. — Intento retener mis lágrimas limpiando mi rostro. 

Si él se fue así, es porque simplemente no quería verme y yo no tengo por qué estar derramando lágrimas ni menos Llorando por él. 

Un simple enojo no le podría llevar a tanto

— Estoy bien. — Repito para comenzar a desayunar. 

Ya que lo ha decidido así, pues que así sea. Espero que le vaya bien en su viaje y lo alargue hasta cuándo quiera, no tengo por qué llorar ni menos sentirme triste, la persona que adelanto su viaje, y que fue sin despedirse es él, no yo, no tengo por qué sentirme así.

A pesar de mis pensamientos es imposible no sentir ese mal estado en el pecho quitándome todo el apetito. 

— Iré en la biblioteca. — Dejo el tenedor aun lado.

— ¿Qué pasa? No has tocado tu comida Khristeen. 

— Ya no tengo hambre, puedes comer sola, lo siento por no poder acompañarte — No dejo que hable y simplemente me retiro, no quiero que ella se dé cuenta lo mal que me estoy poniendo por culpa de ese hombre. 

Maldito Troll. 

Camino hacia la enorme biblioteca adentrándome en esta, mirando cada estante, supongo que de ahí en adelante pásate mis tiempos aquí.