Amy
A comienzos del Verano de mi décimo séptimo año de vida, ya me había graduado de la secundaria, no había cumplido aún mis 17, sino hasta poco tiempo después. Era un Sábado por la mañana, y estaba acostada en la cama de mi habitación viendo mi teléfono. Mamá tenía 5 meses de embarazo, por lo que había ido a su consulta con Papá, y yo me quedé cuidando de mi hermano menor de 8 años, Jake. Es un buen niño, ama jugar Fútbol y es muy buen jugador, y sueña con jugar en una liga algún día. Sí, a veces ser hermana mayor es un desafío, pero debería acostumbrarme porque llegaría otro bebé a casa. Estaba aburrida. Tenía un poco de calor por el verano, así que me levanté a darme una ducha fría para refrescarme. Salí y solo me quedé acostada hasta que mis padres llegaron de nuevo.
- Amy!- gritó mi madre llamándome.
- ¿Si mamá?- respondí desde mi habitación. Baje a recibirlos.
- ¿Y? ¿Cómo les fue? - pregunté entusiasmada por saber como iba el proceso con el nuevo bebé.
Mis padres se quedaron en silencio solo un momento mirándome al mismo tiempo. Me puse nerviosa en segundos. Tras un largo suspiro de ambos, luego me dijeron- ¡Es una niña!. Me quedé sorprendida, a solo pocos meses, tendría otra hermanita en casa. Todos estábamos contentos. Tomé mi teléfono y le escribí a mi mejor amiga, Keitlyn y a mi mejor amigo Ben para darles la noticia.
Que podría decir, todo era una maravilla. Pasaron varias semanas, y ahí estaba yo de nuevo, acostada viendo mi teléfono, cuando recibí un correo de una academia de música, no se los conté pero, desde los 5 años mis padres siempre me han llevado al mundo musical, siempre tuve esa ilusión de niña de estar en un escenario, y cantar para millones de personas. Papá, era un productor de películas y era el mejor, y mamá una gran diseñadora de modas, con miles de tiendas en todo el país, era la mejor diseñadora, y yo quería ser alguien grande también con algo que me gustara, pero siempre tuve una debilidad: el pánico escénico, solo cantaba en mi habitación o sola mientras me daba una ducha. Abrí el correo, y era una carta para mi ofreciéndome una beca para estudiar allí. Me sorprendió aquello. No había logrado procesar todo. Estaba super contenta. Baje corriendo a darle la noticia a mis padres, y ellos estaban tan emocionados como yo.
- ¡Eso es excelente hija!- exclamó papá mientras me abrazaba fuerte. Créanme, el estaba mas emocionado que yo.
- Si papá -dije seguidamente- me dijeron que podía presentarme la siguiente semana -continué diciendo.
- Bueno cielo, eso es una oportunidad perfecta para comenzar el sueño que tanto has querido alcanzar desde niña- dijo mi mamá mientras se sentaba en una silla.
Dudé un momento, y luego dije - pero aún no controlo mi pánico escénico, eso seguirá siendo un problema para mi. Me encogí de hombros y bajé mi rostro. Pero luego mi papá tomó mis manos y me miró.
- Solo canta como si nadie mas te escuchara, imagínate que estas en tu habitación sola, cierra tus ojos y concéntrate solo en ti - dijo él esbozando media sonrisa.
Sonreí y lo abracé. Era para mi el mejor consejo de todos. Subí a mi habitación y respondí aquel correo que cambiaría mi vida por completo. Sin pensar le escribí a mis mejores amigos, Keitlyn y Ben, para que saliéramos y así contarles todo lo sucedido. Quedamos en vernos en un pequeño estanque que estaba cerca de mi casa. Keitlyn y Ben son mis mejores amigos desde Kinder, crecimos juntos, sabemos todo acerca de nosotros. Ben solo vive con su padre, su mamá murió cuando él tenía 6 años de edad, y Keitlyn vive con sus padres en casa de su abuela materna.
Me dispuse a darme una ducha. Solo podía pensar en la fantástica noticia que había recibido, no podía esperar a contarle a los chicos. Salí, me puse ropa fresca por el calor, tomé mi teléfono y fui al lugar en donde estaría con mis amigos. Allí estaban ellos cuando llegue, esperando a saber cual era aquella increíble noticia que les tenía. Nos sentamos a orillas de aquel pequeño estanque. Comencé a contarles todo aquello incluso con los mínimos detalles.
- Amy, eso es...- dijo Ben pausadamente.
- ¡Increíble!- dijo Keitlyn siguiendo las palabras de Ben. Ambos rieron.
No tenían palabras algunas, estaban tan impresionados como yo -¿Y podrás con tu pánico?- preguntó Ben. Me encogí de hombros -eso espero- respondí seguidamente. Debo ser sincera del todo, me preocupaba grandemente que me acobardara en medio de alguna audición, o me quedara trancada. ¿Tenía miedo?, sí y mucho, pero no iba a dejar que eso me detuviera.
Pasamos un buen rato en el estanque, hablando y riéndonos. Me sentí feliz. Se hacia tarde, así que fuimos a casa antes de que oscureciese mas. Me despedí de ellos en la puerta y luego de haber cerrado, me fui a descansar a mi habitación. Caí como plomo, no supe de mas hasta la mañana siguiente. Me despertó un mensaje de Keitlyn.
-"Amiga, Ben y yo iremos a la playa ¿Quieres venir con nosotros?"
Me desperté lo suficiente para ver mejor el mensaje y seguidamente responderle que iría con ellos. Fui al baño a darme una ducha para quitarme el sueño, tome mis cosas de playa y baje. Rápido me hice un sándwich, lo metí en un pequeño bolso, tome mis llaves y le deje un nota a mis padres para que supiesen donde estaba. Keit y Ben me estaban esperando fuera de casa en el auto del papá de Ben. Subí al auto, y emprendimos viaje. Fue un día distinto, lo pasamos genial, me hacia falta pasar un rato diferente con mis mejores amigos. Les diré algo, entre Keit y Ben, había algo inusual que me llamaba la atención, habían muchas miradas y risas entre ellos, pero nos conocíamos desde niños, no creo que pudiese pasar algo mas allá de una amistad.
Llegue a casa muy cansada a eso de las 6:31 pm, papá y mamá no estaban en casa, subí a ver donde estaba Jake, y estaba en su habitación. ¿Dónde están papá y mamá?- le pregunte a Jake -Fueron al hospital, mamá se sentía algo mal- respondió sin mirarme, estaba jugando Fútbol en su simulador. No le dí mucha importancia, estaba super agotada y solo me dí una ducha y me acosté a dormir, el día siguiente me presentaría en la Musical Intenational Academy, la Academia de la que había recibido el correo para una inscripción con beca. Solo me metí en la cama a dormir, debía estar activa para mi gran día.
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Verano de Recuerdos
Teen FictionHay Recuerdos que se mantienen en la memoria y son buenos, pero algunos nos hacen llorar al acordarnos de ellos, que creen ¿Es necesario mantener esos recuerdos en nuestra memoria? Amy, es una joven de 17 años, con una pasión por la música desde ni...