Amy
Estaba sentada en mi sofá comiendo unos nachos, encendí el aire, había mucho calor. Estaba sola en casa, papá estaba en el trabajo y Jake estaba en entrenamiento de Fútbol. Faltaba una semana para mi cumpleaños, y para leer aquella carta que mi madre me había dejado antes de morir. Subí a tomar un baño, necesitaba refrescarme para intentar terminar de escribir la canción que el Sr. Parker nos había dejado para el cierre de semestre. Es increíble que en esa Academia hubiese conocido a Nicolas Williams. Iba a comenzar a escribir pero, decidí ir a mi lugar de inspiración favorito, el estanque.
Me senté en la orilla con mi libreta y comencé a escribir. Por más que intentaba, no lograba sacar algo bueno, ya había arrancado más de 5 hojas. Cómo deseaba que mamá estuviese allí para ayudarme, no se imaginan cuánto la extrañaba, a veces lloraba porque habían cosas en las que ella hubiese estado para mí, pero bueno, debo aprender a ser fuerte, ella estaría orgullosa de mi. Tiré mi libreta a un lado y cerré mis ojos para concentrarme. Luego de 10 minutos, logre obtener letra para añadir a la canción. Tomé mi libreta de nuevo antes que se me olvidase lo que había cantado, y escribí. Comencé a cantar todo lo que tenía de la canción, cuando detrás de mi al terminar, escuché la voz de Nicolas.
- Lo estás haciendo bien Backster. Realmente tienes una voz especial e increíble -dijo él mientras se sentaba a mi lado.
- Nicolas, me asustaste.
Soltó una risa leve.
- Lo lamento -me dijo.
- No te preocupes -le respondí con un suspiro- hace rato que lo estaba intentando, y no lograba nada, extraño a mi madre Nicolas, ella me hubiese ayudado en esto.
Se quedó mirándome en silencio, y luego desvío su mirada al estanque.
- Sé que es difícil, lo entiendo -respondió- Cada día la muerte de mi madre me sigue afectando, pero ella hubiese querido esto de mí. No te conté esto pero, ella me dijo algo más antes de morir.
- ¿No fue lo que me contaste la primera lluvia de estrellas? -pregunté algo confundida.
- Sí, pero hubo algo más -respondió con un tono misterioso- Recuerdo que ese día mi madre me dijo: No te detengas por nada, quiero que me prometas que encontrarás a una chica especial, que te acompañe en todo, y sobretodo a quien le tengas confianza. Se lo prometí a mi madre, y creo que así lo hice. Encontré una chica especial.
Créanme esto, sentí que mi corazón latía tan rápido como el motor de un auto.
- Eso es genial Nicolas, está muy bien que hayas encontrado a esa chica especial. Me gustaría saber su nombre -dije.
Nicolas se quedó en silencio sin decir ni una palabra, solo me miraba y sonreía.
- Esa chica se llama Amy -respondió.
¿Qué acababa de decir Nicolas? ¿Fue mi nombre el que mencionó? Pensé que estaba alucinando, y quise estar seguro de que había sido mi nombre, quizás era otra chica que se llamaba igual a mi.
- ¿Amy dices? -le pregunté.
- Sí Backster, eres tú -respondió y soltó una hermosa sonrisa- Eres suave como el sonido leve de un instrumento, tan clara como una nota musical. Eres la canción que suena en mi cabeza desde el día que nos conocimos.
Sonreí. Supe que Nicolas sentía lo mismo por mi, aunque él aún no supiera lo que yo sentía por él. Lo miré a sus lindos ojos azules, brillaban tanto como el reflejo del sol al estanque. No tuve palabras para responder y solo pude abrazarlo. Me sentí bien con saber que mi sentimiento no era único, sino mutuo. La verdad no estoy lista para decírselo.
Volví a casa y ya estaban papá y Jake.
- Hija, ¿Cómo estás? -preguntó papá.
- Muy bien papá, un poco nerviosa porque se acerca mi cumpleaños y leeré la carta que me dejo mamá. Se que voy a llorar, pero por ella, debo ser fuerte -dejé caer una lágrima por mi mejilla.
- Ha pasado ya tiempo desde que tú madre y la pequeña Sophie se fueran, sé que es difícil hija, pero ella está con nosotros -respondió limpiando mi rostro.
- La extraño papá -le dije- me hace falta.
- Todos la extrañamos, pero vamos sigue adelante, ella lo hubiese querido así Amy.
- Tienes razón papá, tienes razón -le dije- Subiré a mi habitación.
Estaba cansada, necesitaba dormir unas cuantas horas para estar activa. Se acercaba el final del semestre en la Academia. La canción estaba casi terminada, había algunos detalles faltantes pero estaría lista lo más pronto para presentarla con el Sr. Parker. Aún me faltaba reunirme de nuevo con Nicolas para ponerle la música. Me acosté en mi cama, eran las 8:30 pm, me puse a leer mi libro y sin darme cuenta me había quedado dormida hasta la mañana siguiente que desperté a las 11:00 am. Tuve una impresión un tanto extraña cuando me levanté, pero la verdad lo achaque al sueño, y a qué recién me despertaba. Bajé a desayunar y luego volví a subir, no iría a clases ese día, tenía cosas por hacer, debía acompañar a Keitlyn a su cita con el médico para ver qué todo estuviese bien con el bebé. Llamé a Keit para saber si ya estaba lista, nos encontramos en el estanque, y de allí nos fuimos en el carro de Ben. Me alegré. Todo estaba marchando bien, solo esperaba que no fuese a pasar lo mismo que con mamá. Tenía mucho miedo de que algo malo le fuera a ocurrir, porque tenía un presentimiento raro, como el que tuve antes de la muerte de mamá y Sophie. Pero quizás, está por otra cosa, no me iba a preocupar tanto.
Llegué a casa y me recosté de nuevo, aún me quedaba pensando en aquellas palabras que Nicolas me había dicho días antes, eso me dejó impactada. ¿Cómo es que me había convertido en la chica especial de Nicolas?, yo solo podía pensar en eso. Pero estaba bien, de todas maneras él es mi chico especial también, aunque no tuviese valor para decírselo. No quería hacerme muchas ilusiones. A pesar de que ya conocía a Nicolas de hace un tiempo, me faltaba conocerlo más aún, no me gustaría que me hiciera daño.
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Verano de Recuerdos
Teen FictionHay Recuerdos que se mantienen en la memoria y son buenos, pero algunos nos hacen llorar al acordarnos de ellos, que creen ¿Es necesario mantener esos recuerdos en nuestra memoria? Amy, es una joven de 17 años, con una pasión por la música desde ni...