Capítulo 13

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Amy

¿En que clase de sueño estaba? me lo preguntaba tan constantemente, y en ocasiones pensé que así era, pero me era imposible soñar despierta. Estaba bien. Papá y Jake consiguieron algo en que distraerse, jugar Futbol. El embarazo de Keit iba de lo mejor y Ben, más emocionado que un niño esperando su regalo de navidad. Y yo, bueno ya sabrán, Nicolas, era el centro de mi atención, y el cachorrito que me obsequió de cumpleaños, era una ternura, y de nombre Nick, cada vez que lo llamaba me acordaba de Nicolas, pues así le digo yo, Nick. Aquel regalo había sido uno de los mejores. Aún recuerdo a mamá, nunca la olvido y siempre leo su carta, y sus deseos para mi siguen estando presentes en mi vida, ella era mi modelo a seguir, una mujer luchadora que por solo una casualidad, nos dejó sin decir adiós, suele ser complicado ir a los lugares en los que ella amaba estar, pero cuando voy, es como si estuviese con ella. Me sentí algo aburrida, así que no vi mal la idea de ir a mi lugar favorito, el estanque. Me lleve un sábana para tenderla en el césped y recostarme en ella, y me comenzaron a venir mas recuerdos: Fue allí, en donde supe que Keit y Ben estaban juntos. Fue en ese estanque también en donde celebré mis cumpleaños números 12, 13 y 14.  Fue ahí en donde pasaba ratos largos con mi familia y amigos, riendo y jugando entre nosotros. Pero, también fue ahí, en donde supe que Nicolas y yo éramos, tal para cual, fue ahí en donde supe algo que el no le había contado a nadie, fue justo en ese momento en donde vi caer una lágrima por su mejilla, y supe entonces, que no se debe juzgar a un libro por su portada. 

Tenía mis ojos cerrados, y comencé de la nada a cantar la canción ya concluida al fin, cuando justo allí, volví a oír ese sonido de guitarra tan especial que escuché la noche que supe que Nicolas era mi alma gemela. Mantuve mis ojos cerrados todo el tiempo que canté la canción, y aún se escuchaba el sonido suave de esa guitarra acústica. Acabé de cantar y abrí mis ojos sabiendo de quien provenía el sonido. Y no sospeché mal, era Nick, quien tocaba al compás de mi canto. Me levanté para sentarme. Nuestras miradas se cruzaron como la primera vez que nos vimos y una sonrisa se dibujó en ambos. Volví a cantar y a su vez él conmigo. Ese momento, fue sin dudarlo uno de mis momentos favoritos, pero solo con Nicolas. Me sentí... Bien, mas de lo que creen. 

- Bueno Backster, creo que, ya está lista -me dijo convencido.

Me encogí de hombros- ¿Crees que al Sr. Parker le guste? -dije un tanto insegura.

- Backster, ¿Qué es a lo que mas le temes?

Suspiré profundo- Al fracaso -respondí- Tengo miedo de no ser la mejor, tengo miedo de ponerme nerviosa, acobardarme y no cantar, tengo miedo de no llegar a cumplir lo que mis padres querían que cumpliese desde siempre. 

- ¿Le temes a tanto? -preguntó Nicolas.

- Sí Nick, a tanto le temo, y me siento algo insegura con esto, ¿Recuerdas que te dije que eras la primera persona a la que le canté sin que no fueses mis padres o mis mejores amigos?

- Sí Backster, lo recuerdo perfecto -respondió.

- Bueno, ahora cantar frente a un salón lleno de alumnos que pueden criticarlo todo y frente a un profesor recto en lo que le gusta, tengo miedo de no ser perfecta.

Nicolas me miró extrañado y con el entrecejo fruncido - ¿Quién dijo que hay personas perfectas? -preguntó- ¿Quién dijo que equivocarse en algo, es fracasar por completo?.

- No lo sé Nicolas, -suspiré- ¿Y si no sale como quiero? -me crucé de brazos.

- Backster -dijo mirándome confundido- No hay nadie perfecto en esta vida, todos podemos equivocarnos, todos caemos -miró al cielo un momento- pero en nosotros está, si queremos levantarnos, en nosotros está el querer cumplir lo que tanto soñamos. Solo nosotros, podemos tomar nuestras propias decisiones, y ¿Qué si nos critican?, debemos llevar un punto fijo y saber que en nosotros está, llegar a esa meta Backster. 

- Tienes toda la razón Nick, pero a veces también desearía no ser tan insegura conmigo misma.

- Backster, basta. Eres una chica increíble, que lo está dando todo por alcanzar lo que quiere aún luego de haber perdido a tu madre. A veces quisiera ser como tú. Sabes que te conté que perdí a mi madre cuando tenía 15 años, y con eso, hace un año fue que decidí tomar mi guitarra de nuevo.

- ¿Tanto tiempo sin cantar ni tocar? ¿Por qué? -pregunté.

- Mi madre, fue quien me enseñó todo lo que sé, y cuando murió, no le vi sentido a seguir con la música si ella no estaba para sentirse orgullosa de mi -se quedó en silencio un minuto- Pero luego, cuando entré a la Academia, me prometí que lo haría por mamá, y también se lo prometí a mi padre. Por eso digo que desearía haber sido como tú.

- Pero Nicolas ¿Qué ves en mi que quisieras repetir? -dije confusa. No comprendía a que punto quería llegar. 

- Digo que quisiera ser como tu, porque perdiste a tu madre y no solo a ella, sino a la bebé que venía en camino, y aún así, seguiste con todo lo que es tu pasión sin detenerte. Lo haces porque eres una chica fuerte, y es lo que admiro y amo de ti. No eres insegura, y si es normal tener miedo, pero no es normal que por ese miedo dejes todo lo que has hecho hasta ahora. 

Mis ojos se habían llenado de lágrimas con esas palabras. Aquello me recordaba a mamá y lo que siempre me decía, que sin importar las circunstancias, debía seguir luchando por lo que quería, y Nicolas me lo hizo entender aún mas. Me llené de ánimos y de valor, Nicolas sabía que decir en los momentos correctos. Tomo mis mejillas y con la manga de su sudadera, secó mi rostro y me hizo sonreír. Me sentía mas que lista ahora, para alcanzar la cima y conquistarlo todo.

Verano de RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora