Capítulo 4

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—¿Cómo fue que te apuñalaron? —espetó Chan, enojado, luego de volver del hospital.

Minutos después de que Hyunjin haya salido corriendo, los empleados del bar se acercaron a Felix, mientras llamaban a una ambulancia.

Luego de ser atendido, el médico le dijo que no era una herida del todo grave. Por ello, sólo lo vendaron, le recetaron ibuprofenos y lo mandaron a hacer reposo.

En este momento, Felix se encontraba frente a su hermano, quien se encontraba furioso.

—No sé cómo pasó —titubeó, algo ido— Solo sé que estaba en un bar y… y se armó una pelea de todos con todos —mintió, mientras miraba su herida vendada, de reojo— Luego quise escapar pero no pude.

Felix no iba a negar que se enojó mucho con Hyunjin. Él no le faltó el respeto en ningún momento, solamente quería sentarse a hablar con él y remediar lo que había pasado aquella vez.

Sin embargo, aún le costaba entender que ya no era un beta, que ya no podían ser amigos libremente.

Eran un alfa y un omega.

No, no son lo mismo. No en Seúl, no en el DK.O.

Pero por otra parte, Felix entendió que Hyunjin estaba algo traumado con los alfas. Nada justificaba su accionar, pero pudo ser capaz de entenderlo.

Felix cree que no debió hacerlo sentir incómodo aunque, siendo sincero, tenía mucho que aprender.

Debido a que nunca se hizo exámenes, nadie en su vida le enseñó a comportarse como un alfa. Es más, cada vez que veía a Chan dándole su lugar al omega con el que compartía su vida, este lo admiraba, por lo que quiso hacer lo mismo con Hyunjin.

Sólo quería pedirle disculpas.

Sus padres le contaban que en tiempos anteriores los omegas no tenían ni voz ni voto en las relaciones, quedando completamente sometidos al alfa, perteneciendole a él para toda su vida.

Pero ellos nunca quisieron eso para sus hijos, a su hermano jamás lo criaron a semejanza del macho alfa. Sus padres querían que, ante todo, aprendiera a ser buena persona.

Chan y Seungmin llevan ya cinco años de pareja, desde que el alfa lo cortejó y lo marcó en Seúl para luego irse a vivir a Australia. Sus padres aprobaron la relación sin problemas, dándoles lugar para vivir en su casa, por lo que Felix se fue criando viendo esa visión de las parejas.

Parejas que se aman, parejas que se respetan, parejas que no creen en una estructura jerárquica en sus relaciones, parejas que no se apresuran a tener hijos.

Y les agradeció por eso, aunque ahora esté un poco confundido debido a su presentación y a la forma en la que tiene que actuar.

Cortando ese hilo de pensamientos se dio cuenta que, por fortuna, no traía consigo el olor de Hyunjin, por ende nadie podría darse cuenta que se trataba del omega.

Los ojos de su hermano seguían puestos en él.

—Solo sé que al chico lo llevaron detenido— continuó Felix, tratando de desviar la atención.

Su hermano parpadeó.

—Entonces sí sabes quién es —habló Chan, caminando hacia la cocina donde Seungmin se encontraba preparando la comida.

Felix se crispó.

—No… —respondió, yendo hacia donde estaba la pareja—, en realidad no alcancé a verlo.

Chan rodó los ojos, fastidiado, sin saber qué otra información podía sacarle a su hermano.

—Te dijimos que no tenías que ir solo a esos lugares —habló en un tono duro—. Apenas terminó tu celo y ni siquiera sabemos qué es lo que tienes.

OUT OF TIME | lixjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora