Capítulo 1

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Las psicodélicas luces de la discoteca encuentran de la mejor forma a Hyunjin, bailando al compás de la música, con sus pupilas dilatadas mientras el sudor recorre su cuerpo y sus largos cabellos mojados dejaban una hermosa vista a todos.

Los betas que se lo encontraban restregaban sus manos por todo su cuerpo, queriendo de alguna u otra forma tener cierto contacto con él. Incluso ya perdió la cuenta de todos los tragos y cigarros que consumió intercambiando besos -y algo más- con estos.

Hyunjin ha sabido aprovechar su belleza como omega, pues es un chico alto, delgado, con un cabello que ha pasado por miles de decoloraciones pero sigue luciendo bien. Sus labios eran gruesos y, como si fuera poco, tenía un increíble tatuaje de dragón en la espalda que volvería loco a cualquiera que lo tenga en dicha posición. De hecho, no hubo beta ni omega que no lo haya halagado.

Esas eran sus salidas con Jisung, los dos hacían apuestas como "quién besa mas betas esta noche le paga un trago al otro" o "quién logra conseguir más números de teléfono debe prestarle sus cigarrillos por una semana al otro".

Una juventud bastante acelerada, llena de adrenalina y riesgos, algo muy común en los jóvenes del DKO.

Cuando el omega llegó al barrio, Jisung sabía que este iba a ser una presa fácil. A la semana ya estaba en la correccional por tomar un objeto del mercado y salir corriendo, cosa que nunca había hecho. Hyoyeon veía como el comportamiento de su hijo iba empeorando, sabía que el cambiar de ambiente tan drásticamente no iba a ser nada fácil.

Hyunjin jamás le había mentido a su madre, jamás llegaba tarde a su casa, ni jamás se había escapado. Una vez le llamó la atención, dos, cuatro, seis, más de diez veces... hasta que no pudo controlarlo más.

Hyunjin y Jisung no terminaron el colegio, es más, los últimos años solo iban para conversar con sus amigos para presumir cuantos delitos habían cometido en la semana, a comprarle cigarros al mayor de la clase, a juntarse en el baño a follar con algún beta o presenciar peleas.

El omega tuvo su primer celo a los 14 años y a partir de allí comenzó su vida sexual descontroladamente, lo que no sabía era que por esta razón se iba a adentrar en un bucle sin salida.

Hyunjin iba a terminar prostituyéndose.

Ni su madre ni él tenían dinero para comprar supresores, por lo que cada tres meses lo único que hacía era sufrir quedándose sólo en su casa mientras su madre se iba a con el niño y lo mismo pasaba cuando ella estaba en celo. Eso sí, todo esto con la ventaja de no tener a ningún alfa cerca por obvias razones. Bueno, hasta que se infiltró uno al DKO. y... Jeongin.

Jeongin.

Sí, otra vez pensando en él. En su hijo. En alguien a quien dio a luz pero no reconoce, en alguien al que niega, en alguien del que no quiere saber nada, Jeongin.

El omega se vio enfurecido por recordar aquello y, con lágrimas en los ojos, fue caminando hacia un grupo de omegas que anteriormente ya le habían convidado con whisky, al parecer los tragos que habían compartido no se habían acabado y este iba a completar esa misión.

Hyunjin se dirige a la botella para empinarsela hasta el fondo sintiendo el trago amargo del alcohol, pero más le incomodaba la amargura en la que se estaba sumiendo anteriormente, tanto que si no evadía la realidad de alguna forma todo iba a terminar mal.

No era Jeongin lo que lo desestabilizaba, era el recuerdo de su concepción...

A los diez minutos de beberse todo el contenido de la botella, Hyunjin empieza a sentirse mal, los mareos por las anteriores sustancias más las luces de la discoteca iba a volverlo loco. Sus piernas temblaban, no sentía sus manos, su estómago se revolvía tanto y todo lo que veía a su alrededor no era más que borrosidad. Recuerda el lugar donde vio a Jisung por última vez y torpemente va caminando a buscarlo.

OUT OF TIME | lixjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora