Capítulo 20

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Hyunjin aún no podía formular palabras, ni tampoco quería que lo toquen, pero no era bueno para su salud que pase días sin bañarse ya que, al no lavar sus heridas, podrían empeorar e infectarse.

Su abuelo lo cuidaba la mayoría del tiempo, más cuando su madre consiguió un horrendo trabajo pero que le pagaban bien. Él se encargó de arroparlo y de quedarse a su lado, hablándole de temas diversos aunque Hyunjin no le respondía.

— Hyunjin, hijo, tienes que lavarte — suplicaba su abuelo llevando un balde con agua y un trapo mojado a su habitación—, no puedes estar días sin bañarte.

Pero el omega sólo pegaba chillidos cuando alguien se le acercaba, casi no comía y cuando quería hacerlo solo señalaba algo y ese que estaba con él debía llevárselo. No hablaba, pero balbuceaba en voz baja, enojándose cuando alguien no le entendía.

Hyunjin se estaba comportando como un niño.

— ¿Quieres lavarte tú? — le preguntó su abuelo manteniendo distancia.

El omega menor tomó aire mientras se encontraba hipeando por el llanto, con su rostro hecho un total desastre por las lágrimas y las ojeras por consecuencia de no dormir por las pesadillas, agarró el trapo mojado y, balbuceandole a su abuelo que salga de la habitación, comenzó a pasarlo por sus partes heridas, siseando por el ardor y el dolor.

Habían pasado cinco meses desde que había llegado de la peor forma a su casa, cinco meses donde no hacía más que vomitar, marearse o descomponerse al oler cualquier cosa. Ya no salía de su casa porque vivía durmiendo o porque le asustaba encontrarse con esos hombres alfas otra vez.

Con ese alfa.

Recordó cuando había ido al hospital luego de unos días de su vuelta a su casa para poder revisar sus heridas y colocarle puntos debido a que sus partes se veían muy afectadas. Las enfermeras lo asistieron de la peor forma, se burlaron de él en todo momento y trataron su cuerpo como si fuera un simple pedazo de carne.

"Otro omega que abre las piernas y se arrepiente" había espetado un doctor de forma despectiva.

Una vez que logra bañarse, su abuelo le alcanzó un camisón ya que aún no podía usar pantalones, lo envolvió en una manta y juntos salieron un rato afuera a tomar aire. Su abuelo sacó dos sillas de la cocina y ayudó a Hyunjin a sentarse en una de ellas para ubicarse a su lado.

— El barrio está muy tranquilo hoy — habló su abuelo como si nada, mientras buscaba su caja de cigarrillos de su bolsillo — , por lo menos no hay nadie molestando en las esquinas — continuó mientras encendía el cigarro colocándolo en su boca para luego exhalar el humo.

Taemin sabía que no iba a recibir respuesta de Hyunjin, sin embargo, él seguía hablándole como si nada. Él vivía sólo, en la ciudad, no hablaba con nadie más que con algún que otro vecino omega, aunque tampoco era un hombre condenado a la vejez solitaria ya que apenas tenía cincuenta y un años.

Hyunijn siguió escuchando a su abuelo antes de percatarse de algo que le hizo poner una expresión de horror en su rostro, comenzando a pegar gritos ahogados, como si quisiera pedir ayuda, para que luego aquellos gritos se transformen en un llanto desconsolado. Su abuelo tiró todo lo que tenía a su alcance al suelo para poder asistir al omega menor, quién se encontraba tirado en el suelo, gritando y llorando como si se hubiera enterado de algo horrible.

— ¡Hyunjin! ¡Por el amor de Dios! ¡¿Qué ocurre, hijo?! — preguntaba su abuelo totalmente desesperado, mientras que el omega menor seguía tirado en el piso, tratando de encontrar consuelo alguno.

OUT OF TIME | lixjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora