Cap 1

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Siempre me e catalogado por la chica buena y santa que no quiebra ni un mínimo plato, mis padres han echo de mí, lo que ellos han querido desde lo sucedido

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Siempre me e catalogado por la chica buena y santa que no quiebra ni un mínimo plato, mis padres han echo de mí, lo que ellos han querido desde lo sucedido.

Mis padres son demasiado religiosos por lo tanto, soy el resultado de su firme fanatismo, y cuentan con migo con ir al convento para que ellos puedan salvar su alma.

¿Pero acaso eso es lo que deseo?.

Me han criado de un modo, que todo es pecado, las fiesta es pecado, beber alcohol, fumar, bailar, usar ropa ala moda y sobretodo el sexo fuera del matrimonio es pecado, masturbarse es pecado, porno es pecado.

Pero ¿ Acaso yo seré pecadora por tener pensamientos impuros? mis amigas dicen que es normal que estoy en edad de experimentar, e pedido perdón a dios por sucumbir a mis deseos profanos.

Ya que por las noche fantaseo y termino exitada y tentada a masturbarme. Después termino y me siento sucia y culpable y termino pidiéndole perdona a dios y rezando padres nuestros.

Pero es que por fuera soy una chica dulce, tierna e inocente enfocada a dios, pero por dentro me consuma el deseo y la pasión y eso confunde mi vocación.

El día que mis amigas y yo nos graduamos oficialmente de la universidad no se pareció en lo absoluto a lo que pasa en las películas. Lanzo mi birrete al aire, cae y le da en la frente a mi madre. El orador principal pierde sus notas debido al mal tiempo y al viento y decide improvisar, pronunciando un discurso nada inspirado sobre lo bueno que es aprovechar los errores para crear un futuro mejor, todo ello aderezado con extrañas anécdotas sobre su fracasado matrimonio.

Sería capaz de pagar un montón de dinero a cualquiera que queme todas las fotos que me han hecho hoy. Pero aun así, todo logra ser perfecto.

—¡Ok, hemos terminado!.

Después de comer, en la puerta del restaurante, para los pocos que pertenecemos al círculo íntimo de María saca sus llaves del bolso y me mira agitándolas mientras menea los hombros en un gesto de celebración.

Su padre le da un beso en la frente y trata de disimular las ganas de llorar. La familia de María forma un círculo a su alrededor; todos la abrazan y se quitan unos a otros la palabra de la boca, reviviendo los diez mejores momentos de cuando María era pequeña.

Luego me atraen hacia ellos y repasan mis quince segundos de fama. Cuando me sueltan, sonrío mientras ponen fin a sus afectuosos rituales familiares.

Mis padres con tanta seriedad se niegan a mis amistades con Lola y María ya que las ven de modo alocado y demasiado liberal.

Llámame en cuanto llegues María.

Dice su padre.

—Usa la tarjeta de crédito, María.

—No mamá, la American Express.

—No pasa nada, cariño, es tu regalo de graduación.

 Mein Heiliger  ♰ (Tom Kaulitz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora