Por encima de los ejecutores

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En la habitación había un androide.

-Androide dime los números que llamaron ayer.

-Entendido, ayer llamaron del gimnasio fuerte.

-Usted debería regresar a su casa, no se preocupe o atraparemos al asesino o lo ejecutaremos.

-Gracias - respondió la mujer con lágrimas en los ojos.

13 analizó el cadáver, en su muñeca tenía su nombre, como todos los ciudadanos de la metrópolis. El suyo era 50

La ejecutora salió de la casa y fue hacía el coche.

Llamó al comandante: - comandante necesitó que me envié un androide a la dirección del asesinato.

-Entendido, así lo haré.

Según la ley los ejecutores podían ejecutar a una persona si les atacaba, los terroristas y los criminales no tenían derechos, por lo que los podían matar. En el caso que tuviera que ejecutar civiles y que hubiera testigos se recomendaba que un androide lo grabara, por eso 13 lo había pedido, sospechaba que tendría que usar la fuerza.

La de rojo sospechó que el asesino iba a su mismo lugar a levantar pesas.

Media hora después la ejecutora se dirigía al gimnasio, dentro de él habían una gran cantidad de hombres musculados, se acercó a uno y le preguntó : - ¿Sabes de alguien que esté vendiendo drogas para hacerse más fuerte?

El hombre la miró con ojos furiosos y se fue.

La de rojo analizó con su casco el cuerpo de los que estaban en el lugar, más de la mitad se habían dopado.

El androide se puso a grabar todo por si había algún problema.

Un hombre se le acercó con cara de preocupación. - Soy el que lleva este lugar. ¿Hay algún problema?

-Un problema bastante gravé, muchos de los que están aquí han consumido drogas para hacerse más fuertes.

-Yo no sé nada de eso.- respondió el administrador.

Unos cuantos se acercaron a 13. - !Fuera de aquí!,! ¡déjanos, en paz!

Tres de ellos le dieron puñetazos en el traje, se fracturaron la mano y en sus caras se dibujaron muecas de dolor.

-Atacar a un ejecutor es un delito que se castiga con la muerte o con la detención. Si no queréis que os detenga, decidme quién os dio las drogas.

-Fue el administrador- respondió uno con el rostro lleno de miedo.

El gerente ya no estaba, cuando 13 salió lo vio correr a lo lejos. La ejecutora lo atrapó fácilmente, no era rival para su traje que le hacía moverse a velocidad sobrehumana.-

   -¿Tú asesinaste a 50 no es así?

    -No fui yo, lo llame porque me debía dinero por las drogas que le di.

    -Igualmente vas a ir a la cárcel, por venta de drogas.


Una hora después el administrador estaba en el calabozo, antes de su juicio confesó que

lo había matado. Igualmente era el único sospechoso y lo iban acabar descubriendo.

50 no quería pagarle por las anabólicos que le había dado y el administrador se enfado y

le empujo, la víctima se golpeó contra la pared y acabó en el suelo con sangre en la

cabeza.

13 y el comandante estaban solos en la comisaría.

-Tengo que hablarte de algo que sospecho, ven a mi casa y te lo cuento. No puede ser aquí.

-De acuerdo vamos.- contestó el comandante.


En casa de 13 , ella se quitó el casco, lo dejó encima de la mesa y habló.

-Estuve pensando quien le dio la orden de matar a los del laboratorio militar. El dijo que estaba por encima de cualquier ejecutor o militar. Probablemente también sea la misma persona que distribuye drogas en la ciudad, solo hay una persona que tiene tanto poder, Asimov.

La ejecutora XIIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora