Bebé malcriado

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Y me dolió que en lugar de dar la cara preferías llorar.
¿Cuántas veces tus lágrimas nos debían de apartar?
No te interesaba hablar,
sino hacerme callar.
Que yo sintiera que era la culpable
de tu estado inestable
físico y emocional.

Nunca me dabas respuestas
solo me regalabas culpas
aún cuando tú eres el cuchillo
con que te rasguñas.

Una fiscal que ganaba el veredicto
al primer puchero y al segundo grito.
Me cansé de sentirme impotente
ante tu fragilidad cruel.

Ya no quiero ser causante
de los crimenes que haces,
y qué más da irme
si de todos modos seré la culpable.

Así que llora, bebé malcriado,
tus berrinches ya me cansaron
y si tanto te he dañado
no creo que mi ausencia
te lastime más.

Sé libre entre inestables
que caigan en tu chantaje
y puedan limpiarte los pañales
sin tenerse que ensuciar.

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