Cables rotos

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Vi a un extrano,
y lo raro es que yo conozco
todos sus hábitos.
Sé que llora una vez al mes,
que detesta a su papá
y que su hermano es una de sus razones
para vivir.

Vi a un desconocido,
yo fui parte de su historia,
influí en su conducta
y también dejó huella en la mía.
Pero no nos hablamos,
saludarnos está fuera de discusión,
no importa si sentíamos
que compartíamos alma.
Ahora somos dos.

Sé que también me ve,
por eso siempre voltea la cara.
Tiene miedo de reconocerme.

Los lazos se unen
para romperse.
Damos el abrazo
y volvemos al frío.

Antes me daba tristeza
conocer tanto a aquél extraño,
y que lo único extraño
fuese el "te extraño"
que quería salir de mis labios.
Hoy reconozco que pasó el tiempo,
y no sé lo que siento,
tal vez será el rastro que quedó.
El saber que hubo una conexión.

Pero no es lo mismo,
en definitiva no.
Porqué sé que haríamos corto circuito,
por algo ocurrió la separación.

Es raro,
porque un día puedes creer
que estarán hasta la muerte,
pero solo es hasta la muerte
de su relación.
No era para toda la vida de nosotros,
sino para la que pudiéramos
mantener juntos.

Creo que se siente apenado,
no importan los años,
aún puedo reconocer
cuando siente culpa.

Yo soy más desconocida para él,
porque es imposible saber
los secretos que esconde un oído.
Tal vez él aún no sabe
que ya me creció boca
y está bien.

En nuestra transmisión,
yo era la imágen y él el sonido.
El canal terminó y solo quedan
las grabaciones internas.
Con fama por segundos
y la historia por años.

Hoy vi un extraño y seguí caminando.

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