sant jordi

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-Mañana es sant Jordi chicas- dijo Alexia con emoción cuando entrábamos a entrenar. Para quien no lo sepa sant Jordi es un día festivo en Cataluña, el favorito de la mayoría. Decoran Barcelona de rosas y ponen paraditas donde venden libros y rosas. En las paradas suele haber escritores firmando sus últimos libros. Siguiendo la tradición los chicos regalan una rosa a sus parejas o bueno la chica que les gusta. La ciudad se llena de gente todos los años y se respira un ambiente mágico. - A quien le ha tocado ir a firmar este año?- preguntó mirándonos a todas. Obviamente el barça ponía una paradita todos los años donde además de vender rosas venden libros de los futbolistas y relacionados con el fútbol.

-Vamos Aitana y yo. - dije finalmente. Tendría que pasar allí la mañana firmando rosas y libros a todo el que se pase por allí junto a Aitana y algún compañero del primer equipo masculino. El día de Sant Jordi me encantaba pero no me hacía especial ilusión pasármelo firmando.- Todavía tengo que grabar el vídeo que van a subir a insta anunciándolo.

- Por eso no hay problema- se dirigió Aitana a mi- lo hacemos juntas cuando acabemos de entrenar.

Y tal como dijo Aitana cuando acabamos de entrenar y después de ducharnos y arreglarnos un poco lo grabamos entre las dos con en campo de fondo.

-Bon dia culés- dijimos las dos saludando, Aitana aguantaba el móvil con una mano.

-Mañana para sant Jordi estaremos Aitana y yo firmando dedicatorias en el stand del fútbol club Barcelona. - dije yo como me habían indicado.

-Nos podréis encontrar junto a la Casa Batlló, os esperamos.- y después dejo de grabar. -Perfecto, a la primera. -dijo ella y chocándome la mano nos despedimos y me fui a mi habitación a pasar el resto del día.



-Puede ser Sant Jordi el mejor día del año?- pregunté con una obvia respuesta afirmativa por parte de la otra futbolista catalana. Aitana y yo íbamos en un coche por las calles abarrotadas de Barcelona admirando el ambiente de este día. Llevábamos la chaqueta del equipo, desde dirección nos hacían llevar para todas estas cosas con el club. Pero debajo me había puesto un top monísimo y con suerte haría un poco de calor para podérmela quitar.

Cuando paramos frente al stand del barça y nos bajamos la gente nos recibió muy bien. Una vez pasados esos cinco minutos estresantes del principio nos sentamos en unos taburetes que tenían allí preparados. Después de hacer varias pequeñas entrevistas para algunos medios con motivo del festivo cambiamos de ubicación a detrás de una mesa alta. Allí firmábamos los libros con dedicatorias a quienes los compraban. También venía gente para hacerse fotos y comprar rosas. En un momento de la mañana pasaron por el puesto un grupito de niñas pequeñas con sus madres. Aitana y yo casi morimos de amor cuando vimos sus caras de emocionadas al pedirnos una foto. Además hablamos un ratito con ellas, estos momentos me daban vida. Habíamos comido allí en el stand en una esquina mientras descansábamos un poco y hablábamos con el staff antes de seguir. Unas horas después, al finalizar el turno, me dolía la cara de tanto sonreír y la muñeca de tanto escribir. Y solo habíamos estado una mañana. No me quiero imaginar si me tuviera que quedar todo el día.

- Jana, te buscan por allí.- me dijo Aitana mientras yo estaba recogiendo mis cosas antes de marchar.

-Quien?- pregunté yo confundida poniéndome el bolso al hombro.

-Ya veras, esta por allí- me dijo señalando el lado opuesto hacia donde empecé a caminar. Cuando me acerqué lo entendí.

-Marc?- dije con ligera sorpresa mientras salía del stand llegando a donde él estaba, cuando él se dio cuenta de mi presencia sonrió. Iba vestido con la ropa del club también - Que haces aquí?

-Pues, he acabado de entrenar hace un rato y quería verte.- contestó haciendo que me sonrojara.- Y quería darte esto.- dijo sacando la mano de detrás de su espalda. En ella sostenía una rosa, preciosa. Yo miré la flor que me tendía mientras formaba una sonrisa y luego pasé a mirarle a él.

-Me encanta.- dije cogiendo la rosa y apoyando la otra mano en su pecho para darle un beso en la mejilla.

-Te apetece dar un paseo?- preguntó haciendo un gesto hacia el centro de la ciudad donde había más ambiente. Asentí y me dio la mano. Vi que Aitana nos estaba mirando desde donde antes y me despedí con la mano empezando a caminar, después hablaría con ella.

-Es más bonita que las que vendíamos allí- dije mirando la rosa y comparándolas con las del Barça.

-Es la más bonita que he podido encontrar- contestó girándose a mirarme. Yo me derretí por dentro, pero puede ser más mono? Caminamos tranquilamente por las calles de Barcelona. Aunque a ratos teníamos interrupciones, gente que nos miraba o que venían a pedirnos una foto. Se me pasó la tarde súper rápido.

Volvimos a la ciudad deportiva y en lugar de entrar a la habitación fuimos a la azotea desde donde podríamos ver cómo anochecía. Allí nos apoyamos en uno de los bordillos, yo todavía con la rosa entre las manos. Mientras hablábamos mirábamos las estrellas.

-Mira ese de ahí es un planeta no una estrella.- me dijo señalando al cielo a un punto más grande que el resto.

-No sabia que además de futbolista eras astrónomo.- dije riendo levemente.

-Claro, yo soy más listo de lo que tú crees. Por ejemplo ves esa de ahí- dijo ahora señalando a una luz que parpadeaba yo asentí - eso es un avión. - ambos reímos por su ocurrencia y después nos quedamos mirándonos el uno al otro.

El silencio a nuestro alrededor era casi absoluto. Noté su mano pasar por mi cintura reduciendo la distancia que nos separaba y yo coloqué mis brazos alrededor de su cuello. Con su otra mano me apartó el pelo que con el ligero viento que soplaba se me había puesto en la cara. Entonces nuestros labios rozaron hasta que él los junto en un bonito beso. Cuando nos separamos para recuperar el aire pude ver la sonrisa que tenía. Pero un trueno se escuchó en la distancia y de la nada empezó a llover.

-No te creo - dijo Marc mirando al cielo antes de agarrarme de la mano para echar a correr hacia dentro. Y es que no era la primera vez que se nos fastidiaba un momento bonito por agua cayéndonos encima. Me llevó directo a su habitación y cuando la puerta se cerró detrás de nosotros volvimos a juntarnos en otro beso, y otro, y otro...

t'estimo || Marc Guiu x Jana Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora