Podía sentir la emoción en el aire cuando Bruna y yo nos dirigíamos al estadio olímpico para ver el último partido de la temporada que iba a jugar el equipo masculino. El sol comenzaba a ponerse sobre Barcelona, teñiendo el cielo de tonos cálidos mientras la multitud se agolpaba en las puertas del estadio, impaciente por presenciar el encuentro.
Bruna y yo, acostumbradas a la atmósfera de este tipo de partidos y la aglomeración de aficionados en la entrada fuimos hacia el palco VIP, donde teníamos asientos reservados. Como jugadoras del equipo femenino del Barcelona, tenemos acceso garantizado a este espacio, simplemente tenemos que avisar del partido al que queremos ir y nos pasan la entrada.
Nos acomodamos en nuestros asientos, bastante cerca del campo, después de interactuar con algunos fans que nos reconocieron al entrar, justo a tiempo para el inicio del partido. La atmósfera en el estadio era electrizante, con los cánticos de los aficionados resonando en las gradas y la expectativa creciendo a medida que los jugadores tomaban sus posiciones en el campo.
El partido fue intenso desde el principio, con jugadas rápidas y oportunidades de gol por ambos equipos.
A medida que avanzaba el partido, no podía evitar dirigir la mirada a Marc cada vez que tocaba el balón o realizaba una jugada destacada. A ratos hasta soltaba algún comentario y Bruna aprovechaba para reírse de mi.
El marcador estaba ajustado, y llegaron los minutos finales del segundo tiempo. El Barça estaba presionando en busca del gol que les daría la victoria. Fue entonces cuando Marc recibió un pase y marcó un gol espectacular que hizo estallar en aplausos a los aficionados.
El estadio resonó con aplausos y gritos de celebración mientras Marc era ovacionado por su destacada actuación. Bruna y yo nos levantamos emocionadas, aplaudiendo junto con los demás en el palco. Marc, visiblemente emocionado y agradecido por el apoyo de la afición, se acercó hacia el borde del campo donde estábamos ubicadas.
No pude evitar sentirme orgullosa mientras observaba a Marc. De repente, vi como señaló directamente en nuestra dirección, concretamente hacia mi, formando un corazón con las manos y luego apuntando al cielo, dedicándome el gol. La multitud notó el gesto, y un murmullo de reconocimiento y admiración se extendió por todo el estadio.
-Soy yo que tengo que ir al oculista o te lo acaba de dedicar?- me preguntó Bruna con una sonrisa formándose en su rostro. No me libraba de una buena sesión de cotilleo esta noche.
-Si, si... me lo ha dedicado.- dije sonando como tonta enamorada. En otra situación te hubiera dicho que tremenda tontería.- puede que lo de dedicar goles ya no me parezca tan cursi.
-Joder tía, pues yo lo encuentro una tontería. - dijo ella honesta haciendo que ambas riéramos. - Pero eres la envidia de muchas ahora mismo.
Narra Marc
Después del emocionante partido el vestuario del FC Barcelona estaba lleno de un ambiente festivo. Los jugadores celebrábamos la victoria con risas y bromas, mientras nos preparábamos para las duchas y esas cosas antes de irnos del estadio.
Yo, aún sonriente por el resultado del partido y el gesto hacia Jana, me encontraba en el centro de atención de mis compañeros de equipo, quienes no tardaron en hacer algún tipo de broma como siempre hacían con estos temas.
- Ey, Marc, eres todo un romántico ahora!- empezó Pedri acercándose a darme una palmada en la espalda.
- Oh, ya ves. - dije riéndome con él
- Cuánto tiempo llevas escondiendo estas habilidades? Estamos impresionados.- siguió con la broma en un tono amistoso.
Los demás jugadores se unieron a la conversación, haciendo comentarios juguetones sobre el gesto hacia Jana.
- Oye, oye! Quién diría que el niño tiene un lado tan dulce?- intervino Ferran desde la otra punta del vestuario.
-Es que esa niña le tiene robado el corazón- siguió Hector acercándose a mi y rodeándome con un brazo. -Desde que estás con ella nos has abandonado tío, ya no sales con nosotros- exageró haciéndose el triste.
-Va no exageres tu tampoco- dije inmediatamente después de Hector
- Bueno, bueno, ya entendimos. Pero cuéntanos, como estas con tu nueva novia?- dijo Pedri reapareciendo en la conversación siempre pendiente del chisme.
- No es mi novia aún, pero... bueno, Jana es increíble- dije sacando mi lado más romántico.
- "Aún"? Estás seguro de eso, Marc?- dijo Hector.
- Bueno, tal vez pronto, ya veremos.
Las bromas continuaron mientras nos cambiábamos y nos preparábamos para salir del vestuario.
- En serio, Marc, nos alegra verte feliz. Te lo mereces.- dijo Pedri ahora con un tono más fraternal. Y con el apoyo de mis compañeros de equipo, me despedí del vestuario con una sonrisa en el rostro, listo para continuar con la noche y para ir a ver a Jana que justo me había escrito diciendo que esperaba fuera.
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t'estimo || Marc Guiu x Jana Fernández
FanfictionMarc y Jana, las dos nuevas promesas del fútbol club Barcelona se encuentran entre el bullicio de un gran club y una gran ciudad. -Puede que lo de dedicar goles ya no me parezca tan cursi. -Joder tía pues yo lo encuentro una tontería. 🌹