12. Coordenadas

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Este capítulo está dedicado a todas esas personas que lloran pero nunca se rinden, para ustedes valientes que están leyendo esto
"Mis respetos"
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...."La confianza es un apoyo para el alma"....

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Miles de vistas sobre mí, hombres recorren mi cuerpo con sus siniestros ojos, trato de mantener una postura erguida y un caminar firme, aunque mis delgadas piernas no paran de temblar, sin importar los nervios que recorren mi sangre finjo que sus observaciones no me afectan.

Hasta que lo veo

Detrás de un grupo de hombres veo a mi tortura, Edward con su chaqueta negra y su cabello tan sutilmente organizado, tan provocativo, tan oscuro, tan perfecto, mirándome como un depredador a su presa.

¡Gracias a todos por asistir!- Jack me sorprende cuando oigo su voz- lamento que este momento haya tardado tanto pero esto es lo que quería nuestro difunto jefe, que dios lo tenga en la gloria. Aquí a mi lado su hija, la nueva jefa- giro mi rostro hasta la izquierda en cámara lenta para mirar a Jack después de decir "JEFA".

JEFA

!!!JEFA DE QUEEEEE!!!

Y yo pensaba que estaba loca

- ¿Qué fue lo que dijiste?- halando su traje

-Todo saldrá bien, está es tu silla.

Solo se sientan tres hombres además de Jack y yo, los demás se quedan de pie, entre ellos Edward; que ahora está detrás de mí como si me protegiera de las vistas.

- Tu padre dijo que tú sabes dónde se encuentra la otra máquina del tiempo ¿Dónde está? - me exige un señor de unos 60 años con canas que acentúan su rostro, que de viejito agradable parece no tener nada.

- Mis hombres están atrapados tenemos que salvarlos- acentuó otro de los hombres de dibujos en el cuello.

- Acaso ella tiene idea de cómo usar la máquina, es que mírenla en serio ella va a ser nuestra jefa- pronuncia el de músculos exageradamente marcados, señalándome con deprecio y tocando mi pelo.

- Estás muerto- escucho a Edward murmurar detrás de mí, sin darme tiempo a reaccionar lo agarra por el cuello y lo tira al suelo, golpeando su rostro de un solo impulso en cuestiones de segundos.

Todo se descontrola, Jack separando a Edward, muchos murmurando, otros gritan, miradas de decepción. Parece una jungla y yo soy el escalón más bajo.

Espera.

¡NO! Yo soy el escalón más alto.

Demuestra de quien eres hija.

Ahora o nunca.

Me levanto de la silla en un solo impulso y golpeo la mesa con todas las fuerzas que mis músculos pueden soportar.

- Bastaaaaaaaa. Es suficiente - un silencio total inunda el lugar y todos perplejos me observan intrigados- Ahora que tengo su atención, hablemos como personas civilizadas- doblando mis piernas y ocupando nuevamente mi lugar en la mesa.

Con apenas 19 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora