7.Peligro

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..."Nunca terminas de conocer a una persona por completo"...

***_____***

*Jack Camina hacia nosotros entrando en la multitud*.

Pone su mano en el hombro de Edward.

-Recuerda tu promesa- dice el extraño a Edward y se aleja

-¿Qué promesa Edward? – lo miro a los ojos

-Esta noche es para divertirnos Elena, mañana prometo contarte solo si sueltas mi brazo ahora mismo, me estas enterrando las uñas en mi piel.

-Oh, lo siento, mi mente y mi cuerpo pierden el control muy seguido desde que todo se volvió mentiras y secretos, debo ir al baño- creo que es lo que se dice cuando sientes que necesitas una escapatoria de un momento incómodo, sin sonar tan obvio claro, aunque creo que si lo fui. 

*Entro al baño y dos chicas se arreglan frente al espejo*

-¿Es tu cabello natural? – asombrada pregunta la joven que usa raros pantalones anchos a la cadera, una blusa extremadamente corta y que posee un cabello negro que apenas rosa con sus orejas

-Por supuesto- me acerco hacia ellas- ¿por qué tienes el cabello tan corto, no te juzgan por ello?, de donde vengo que una joven tenga el cabello de tal manera es sinónimo de pobreza o el peor de los castigos.

*Se ríen a carcajadas*

- tener mi cabello como deseo es sinónimo de libertad no de pobreza chica rara - dice la joven mientras retoca su labial.

Edward

Elena tarda demasiado quizás deba ir a buscarla, quizás Jack tenga razón y lo mejor no fue venir, sin embargo creo que ella debe conocer más la sociedad donde pasará el resto de su vida, lo que se aproxima para ella será demasiada carga para una chica tan joven.

Debería controlar más mis impulsos, yo solo puedo protegerla no seducirla, pero sus labios carnosos son como una niebla para mis sentidos y sus bellas curvas son un veneno que parece ser muy delicioso. Además no creo que me vea atractivo simplemente presiento que esta confundida y enfoca sus sentimientos en actitudes sin sentido.

*El celular suena*

Mensaje de Jack ...


Sabía que esto sucedería, a tus espaladas cerca del bar el hombre de barba y esmoquin negro te está siguiendo, encárgate de él, yo vigilo a Elena.

Saco de mi bolsillo mis auriculares inalámbricos, los coloco en mis oídos y reproduzco música de Beethoven.

Soy asesino desde que pude sujetar una pistola en mis manos, es lo único que se hacer y aunque no lo disfrute fue para lo que fui entrenado.

Camino hasta la parte trasera de la discoteca, saco de mi bolsillo un cigarrillo simulando que voy a proceder a fumar, cierro la puerta y me escondo en la oscuridad.

El hombre abre la puerta y saca el arma escondida en su pantalón, aparezco detrás de él colocando mis brazos rodeando su cuello y coloco mi arma en su nuca.

-Tira el arma- la suelta y lo llevo hasta una esquina donde ni la luz de la luna puede llegar- ¿Quién te envió? 

- El rumor del que el difunto jefe dejo una heredera y que huyó antes de que pudieran acabar con su vida se ha esparcido, su querido abuelo quiere a la mujer muerta.

Pongo mi arma en el bolsillo y tuerzo su cuello quitándole la vida, arrastro su cuerpo hacia un basurero.

El rumor se está esparciendo más rápido de lo que pensé, pero estoy seguro que nadie imagina que la mujer es una simple adolescente que apenas sabe controlar sus emociones, vamos a necesitar más que un milagro para ganar esta guerra.

Enviando mensaje a Jack ...
Muerto. El problema es más grande de lo que pensé

Nadie conocía a fondo la historia del difunto jefe, la casa donde ahora vive Elena fue su guarida durante mucho tiempo.

Elena

Busco a Edward por todas partes pero no logro encontrarlo, es imposible que me haya abandonado.
Un joven reparte bebidas por todo el lugar y observo como se acerca hacia mí cada vez más, me acerco lo suficiente como para tomar una de las copas.

- Gracias esclavo blanco- digo con una sonrisa en mi rostro pero el joven frunce el ceño dramáticamente.

- Perdona está borracha- dice Edward apareciendo como siempre detrás de mí como la típica sombra, aunque el sería la sombra más atractiva de todas.

- ¡Estás loca Elena! como eres capaz de decir eso. Disculpa, es verdad que no sabes.

- ¿Saber qué?

- En 1870 se abolió la esclavitud.

- Eso es realmente increíble, pero por supuesto que no lo sabía soy una momia que ha saltado décadas de existencia sin vivir ninguna de ellas- creo que se me fue la mano con el drama.

- Así es. Lo siento. Creo que deberíamos regresar a casa.

- No, aún quiero saber que tiene de divertido el baile de apareamiento que todos bailan a nuestro alrededor.

*Edward ríe*

- Pues si quieres bailar ese ritmo vas a tener que tomar de la copa que tienes en tu mano y de la que tengo yo cada una de un solo sorbo-pues parece que Edward me está retando, pues muy bien, lo haré, pero presiento que esto no acabará nada bien para mí.

Sí, de nuevo mi intuición.

Procedo a beber las dos copas, el calor que baja por mi cuello me hace toser varias veces pero detenerme no será una opción, le demostrare que puedo tomarlo tranquilamente.

Creo que esto será más difícil de lo que pensé, he terminado con mis manos en mis rodillas y mi cuerpo doblado observando como cada hermoso adorno del piso comienza a moverse sin parar.

-¿Estás bien? – pregunta Edward sonriendo.

- Pues por supuesto que lo estoy, solo he visto algo en el piso que llamo mi atención- chica estúpida ya no puedes ni ver bien, ¡oh no! Edward alza su mano para bailar 

Me coloca despalda a su cuerpo

- Ahora baila- susurra en mi oído

Intento hacer lo mejor que puedo moviendo mi cintura en leves y suaves círculos como las demás chicas a mi alrededor.

Su respiración comienza a sentirse cada vez más cercana a mi cuello y la bebida que en su momento  estuvo bajando por mi garganta ahora comienza a calentar mis entrepiernas.

Piensa Elena, piensa, demasiado tarde para activar la voz de la conciencia, la bebida la borró.

Espera un momento, que es esto que mi organismo quiere avisar.

Corro hacia el baño apartando a todos a mi paso.

Estoy vomitado sí, me siento como rata de laboratorio, aburrida de tantos experimentos en un solo día.

- ¿Hora de irse?- murmura Edward mirándome con cara de te lo dije mientras salgo del baño.

- Sí, hora de ir a casa- he fracasado como seductora , terminar la noche vomitado en un baño no ha sido nada atractivo.

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Nota de la autora

*** Pero buenoooooooo, holaaa esto se está poniendo interesante, la vida de Elena no es para nada normal y Edward es totalmente una cajita de sorpresas, si les gustó y quieren más apoyen la historia, besos de viajes en el tiempo para todos****

Lo que se viene 🔥🔥🔥 ufff 

Con apenas 19 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora