Noté sus labios en mis labios, dulces y carnosos, parecían estar hechos a medida para mi. Me fue besando lentamente hasta que me tumbé en la cama y Cristian se abalanzó a mi. De repente se escucharon unos pasos.
- ¿Cristian? - se escuchó por el pasillo.
- ¡Mierda! - susurró separándose de mi. - Mi madre - añadió.
Me levanté de la cama, cogí las tijeras y seguí con el trabajo. Seguidamente se abrió la puerta.
- ¡Uy!, no sabia que había visita - dijo la madre.
- Se llama Natasha y es una compañera del instituto - respondió él.
- Hola - me levanté para saludarla.
- Encantada jovencita - respondió ella. - Bueno, solo venia para decirte que hasta mañana por la noche no vengo, tengo un viaje a Liverpool, causas de trabajo, no preguntes - le dijo a su madre.
- Vale mamá - dijo el.
- Portate bien, aunque se que lo harás - dijo sonriendo.
- Vale mamá - respondió Cristian.
- No hagas ninguna fiesta - dijo mientras salía de la habitación.
- No mamá - respondió Cristian.
Reprimí una risa.
- ¡Adiós cariño! - dijo su madre al salir de la casa.
- ¡Adiooooos! - soltó Cristian al vacío.
Sonó como se cerraba la puerta. Miré a Cristian y seguidamente me miró a mi.
- Que susto joder - susurró mientras se acercaba a mi.
- Estas pálido - reí.
- Lo suponía - reímos los dos.
- Necesitamos hacer el trabajo - dije - si quieres aprobar, claro - añadí
Sonrió.
Entonces empezamos a hacer el trabajo. Entre tijeras, papel, y mucho celo, acabamos las patas de la mesa, ''¿Tu crees que aguantara?'' me repetía Cristian, ''Supongo'' respondía. Llegó la hora de irse a casa.
- No tengo ganas de irme - dije mientras hacía puchero haciendo que el soltara una carcajada.
- Quédate - dijo
- No creo que mi madre me deje - susurré
- Déjame a mi - dijo con una sonrisa pícara mientras sacaba el movil.
- No Cris.. no.. - dijo mientras marcaba el teléfono - Cris ¡No! - se llevó el teléfono al oído.
Mis intentos en quitarle el teléfono siempre eran fallidos, sus brazos me impedían acercarme a su movil, intenté de todo, cosquillas, le mordía.. pero nada, no conseguí el teléfono. A pesar de estar 5 minutos convenciéndola, me miró orgulloso.
- ¿Ves?, si que te deja. - dijo el con una sonrisa picara.
- Enserio.. - dije
- Sí, ¿cenamos? - preguntó
- ¡Pizza! - propuse saltando como una niña pequeña.
- Yo invito - me respondió sonriendo.
Bajamos al salón y llamamos a una pizzeria, nos pedimos unas pizzas margaritas y algunas CocaColas. Cuando llegó nuestro pedido, empezamos a comer como unos locos, la pizza estaba buenísima y el ambiente mejor aún. Nos sentamos en el sofá juntos, el se sentó al lado mía y pasó su brazo alrededor de mi espalda, apoyé mi cabeza en su hombro y seguidamente me besó la frente. Vimos una película de amor, muy pero que muy pastelosa y me cansé a la mitad a si que propuse en irnos a dormir.
- ¿No tienes sueño? - pregunté
- Un poco, ¿y tú? - me dijo
- Sí - respondí - Un poco - añadí.
- Pues venga - dijo mientras se levantaba.
Apagó la television y no me dio tiempo a levantarme que el me cogió en brazos. Me subió hasta la habitación entre risas y me tumbó en la cama.
- No tengo pijama - solté
Cristian se dio la vuelta hacia el armario en busca de algún pijama para mi.
- Toma - me alcanzó una camiseta suya. Olía a su perfume.
Me quité la camiseta que llevaba y seguidamente Cristian se dio la vuelta. Rapidamente me intenté tapar con la camiseta pero no me dio tiempo.
- No pasa nada - dijo el acercándose - tranquila - añadió.
Carraspeé mientras me ponía la camiseta que me llegaba hasta los muslos.
- Aunque lleve sujetador podrías dejar de mirarme las tetas. - dije
Soltó una carcajada.
- Calla anda - dijo mientras llevaba sus manos a el botón de mis vaqueros.
Seguidamente me metí en esa gran cama y Cristian se tumbó al lado mía.
- Mañana no iré al insti - dije - Tengo que ir al hospital - añadí
- Yo tampoco iré - dijo
Le miré confundida buscando el por qué no iria al instituto.
- Porque no esta mi madre y no se dará cuenta - añadió haciéndome de reír.
- Que malote - me giré hacia el y puse mi brazo rodeando su torso.
- ¿Entonces no pongo alarma? - preguntó.
- No - respondí con una sonrisa.
Cristian apagó la luz, y apenas se veia algo, la luz de la luna era suave y entraba por la ventana, solo se podía ver sombras. Se puso encima mía y apoyó sus antebrazos al colchón haciendo que nuestros labios chocaran de nuevo. Pero en este caso fue un beso corto.
- Llevo tiempo aguantando esto - dijo a centímetros de mi.
- ¿El que? - pregunté
- Me gustas muchísimo Señorita Hold - dijo
- A mi también me gustas un montón - dije - Cristian Anthon - musité.
Seguidamente se tumbó a mi lado y solo recuerdo un ''Buenas Noches'' salir de la boca de él, porque después, me quedé dormida.
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Cristian Anthon
RomanceSoy como un libro. Aparentemente aburrido. Fácil de echar a un lado. No te das cuenta si esta o no; pero una vez que lo abres, te das cuenta por cada pagina, que esconde un secreto, que no soy como pensabas y que soy mucho mejor de lo que las person...