Capítulo 12

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Noté sus labios en mis labios, dulces y carnosos, parecían estar hechos a medida para mi. Me fue besando lentamente hasta que me tumbé en la cama y Cristian se abalanzó a mi. De repente se escucharon unos pasos.

- ¿Cristian? - se escuchó por el pasillo.

- ¡Mierda! - susurró separándose de mi. - Mi madre - añadió.

Me levanté de la cama, cogí las tijeras y seguí con el trabajo. Seguidamente se abrió la puerta.

- ¡Uy!, no sabia que había visita - dijo la madre.

- Se llama Natasha y es una compañera del instituto - respondió él.

- Hola - me levanté para saludarla.

- Encantada jovencita - respondió ella. - Bueno, solo venia para decirte que hasta mañana por la noche no vengo, tengo un viaje a Liverpool, causas de trabajo, no preguntes - le dijo a su madre.

- Vale mamá - dijo el.

- Portate bien, aunque se que lo harás - dijo sonriendo.

- Vale mamá - respondió Cristian.

- No hagas ninguna fiesta - dijo mientras salía de la habitación.

- No mamá - respondió Cristian.

Reprimí una risa.

- ¡Adiós cariño! - dijo su madre al salir de la casa.

- ¡Adiooooos! - soltó Cristian al vacío.

Sonó como se cerraba la puerta. Miré a Cristian y seguidamente me miró a mi.

- Que susto joder - susurró mientras se acercaba a mi.

- Estas pálido - reí.

- Lo suponía - reímos los dos.

- Necesitamos hacer el trabajo - dije - si quieres aprobar, claro - añadí

Sonrió.

Entonces empezamos a hacer el trabajo. Entre tijeras, papel, y mucho celo, acabamos las patas de la mesa, ''¿Tu crees que aguantara?'' me repetía Cristian, ''Supongo'' respondía. Llegó la hora de irse a casa.

- No tengo ganas de irme - dije mientras hacía puchero haciendo que el soltara una carcajada.

- Quédate - dijo

- No creo que mi madre me deje - susurré

- Déjame a mi - dijo con una sonrisa pícara mientras sacaba el movil.

- No Cris.. no.. - dijo mientras marcaba el teléfono - Cris ¡No! - se llevó el teléfono al oído.

Mis intentos en quitarle el teléfono siempre eran fallidos, sus brazos me impedían acercarme a su movil, intenté de todo, cosquillas, le mordía.. pero nada, no conseguí el teléfono. A pesar de estar 5 minutos convenciéndola, me miró orgulloso.

- ¿Ves?, si que te deja. - dijo el con una sonrisa picara.

- Enserio.. - dije

- Sí, ¿cenamos? - preguntó

- ¡Pizza! - propuse saltando como una niña pequeña.

- Yo invito - me respondió sonriendo.

Bajamos al salón y llamamos a una pizzeria, nos pedimos unas pizzas margaritas y algunas CocaColas. Cuando llegó nuestro pedido, empezamos a comer como unos locos, la pizza estaba buenísima y el ambiente mejor aún. Nos sentamos en el sofá juntos, el se sentó al lado mía y pasó su brazo alrededor de mi espalda, apoyé mi cabeza en su hombro y seguidamente me besó la frente. Vimos una película de amor, muy pero que muy pastelosa y me cansé a la mitad a si que propuse en irnos a dormir.

- ¿No tienes sueño? - pregunté

- Un poco, ¿y tú? - me dijo

- Sí - respondí - Un poco - añadí.

- Pues venga - dijo mientras se levantaba.

Apagó la television y no me dio tiempo a levantarme que el me cogió en brazos. Me subió hasta la habitación entre risas y me tumbó en la cama.

- No tengo pijama - solté 

Cristian se dio la vuelta hacia el armario en busca de algún pijama para mi.

- Toma - me alcanzó una camiseta suya. Olía a su perfume.

Me quité la camiseta que llevaba y seguidamente Cristian se dio la vuelta. Rapidamente me intenté tapar con la camiseta pero no me dio tiempo.

- No pasa nada - dijo el acercándose - tranquila - añadió.

Carraspeé mientras me ponía la camiseta que me llegaba hasta los muslos.

- Aunque lleve sujetador podrías dejar de mirarme las tetas. - dije

Soltó una carcajada.

- Calla anda - dijo mientras llevaba sus manos a el botón de mis vaqueros. 

Seguidamente me metí en esa gran cama y Cristian se tumbó al lado mía.

- Mañana no iré al insti - dije - Tengo que ir al hospital - añadí

- Yo tampoco iré - dijo

Le miré confundida buscando el por qué no iria al instituto.

- Porque no esta mi madre y no se dará cuenta - añadió haciéndome de reír.

- Que malote - me giré hacia el y puse mi brazo rodeando su torso.

- ¿Entonces no pongo alarma? - preguntó.

- No - respondí con una sonrisa.

Cristian apagó la luz, y apenas se veia algo, la luz de la luna era suave y entraba por la ventana, solo se podía ver sombras. Se puso encima mía y apoyó sus antebrazos al colchón haciendo que nuestros labios chocaran de nuevo. Pero en este caso fue un beso corto. 

- Llevo tiempo aguantando esto - dijo a centímetros de mi.

- ¿El que? - pregunté

- Me gustas muchísimo Señorita Hold - dijo 

- A mi también me gustas un montón - dije - Cristian Anthon - musité.

Seguidamente se tumbó a mi lado y solo recuerdo un ''Buenas Noches'' salir de la boca de él, porque después, me quedé dormida.


Cristian AnthonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora