Capítulo 33

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Cristian Anthon

Todo paso muy rapido, me desperté con Nat al lado en el filo de esa diminuta camilla, le besé la frente y me senté en el sofá. Seguidamente entraron unos medicos y le trajeron el desayuno, le hicieron las ultimas pruebas y le dieron el alta. Salí de la habitación, Daniel no se iba a ir sin más. Baje las escaleras, salí del edificio hacia el coche de Daniel y cuando lo vi... Este gilipollas podría haber matado a Natasha, la pagará. Le agarré del cuello, lo estampé contra el coche de al lado, pobre el dueño. Le volví a estampar, y le cogí de la camiseta .

- ¡Cristian! ¡Déjame!

- ¡Podrías haber matado a Natasha! ¡Te mereces mucho, mucho más que esto!

Le pegué un puñetazo, y otro, hasta que unas manos me detuvieron.

- ¡Cristian! ¡¿Qué haces?! - oí una voz familiar detrás mía

Me giré para ver a Nat parada a unos 5 metros de nosotros aterrorizada.

- Natasha... El te... Te podría haber... Podrías haber muerto - dije tartamudeando.

- ¡El no tiene la culpa! - me lanzó una mirada asesina.

- ¡Pues claro que si! ¡El te llevó en ese puto coche de mierda!- dije señalando al gilipollas de Daniel, no se como pude ser amigo de este personaje.

- Por lo menos él estuvo a mi lado. - gritó

- Por lo menos no monté el pollo por unas simples pulseras.

De un momento a otro, Natasha salió corriendo del parking. Le he vuelto a cagar, ¡Joder! Empujé a Daniel de en medio y salí corriendo hacia Natasha.

- ¡Nat! Vuelve aqui, ¡Nat! - me paré en medio de la carretera.

Natasha Hold  

- ¿Que te pasa? - dijo él.

- Nada - dije.

- Miénteme otra vez - contestó

- Te quiero - le dije apartando la vista

- Sabes que no es verdad, me quieres. - dijo el confundido

Lo sé, joder, soy patética - pensé.

- Ilusiones - dije con sarcasmo

- Pues sí, me has ilusionado - dijo alejándose de mi

- Para que pierdes el tiempo conmigo - dije gritando entre sollozos - soy una suicida de mierda.

- ¿Que? - se giró hacia mi y no le dio tiempo.

Salí corriendo por una carretera vacía, la niebla hacía que apenas pueda ver el suelo, estaba rodeada de bosque, miré atrás. Nada. Había corrido 10 minutos, no se veía nada, solo esa repentina niebla. Recuerdo que hacía frío y que era el único ser vivo que andaba a esas horas, con ese tiempo por esa carretera perdida. Me metí al bosque y anduve por los arboles. Empezó a llover y ahí maldije todo el rato que había pasado. Noté como lagrimas caían por mis mejillas y cuando camine lo suficiente para no ver la carretera y estando en medio de un bosque, me dejé caer apoyada en un gran árbol. Escuché crujidos en el suelo, cristales. Cristales de botellas rotas. Apoyé la mano en el suelo para levantarme y sin querer me clavé cristales en la mano. Rápidamente llevé la mirada y vi que aquella sangraba. Echaba de menos esa sensación de liberación. Las pupilas me agrandaban por cada segundo. De repente escuché unos pasos a mi alrededor, cogí un pedazo de cristal y me percaté.

- ¿Quien esta ahí? - dije mirando hacia todos los lados.

Empecé a temblar, gotas de sangre caían por mis dedos mientras que daba pasos hacía atrás. Se seguían oyendo pasos por las hojas secas, no podía ver nada por la niebla. Segundos después, escuché una voz detrás mía.

- Tranquila - dijo una voz joven y masculina

Seguidamente me giré para encontrarme a nadie. No había nadie. Pensé que me volvía loca.

- ¿Quien eres? - empecé a sollozar y apreté el cristal en mis manos haciendo que aquella sangrara más - ¿Donde estas?

- Justo detrás tuya - dijo y seguidamente se rió y escuché pasos detrás mía.

Rápidamente me giré y solté un grito.

- ¿Que haces aqui sola? - dijo aquel.

Un tio de unos 19 años, con la piel pálida y el cabello claro me estaba hablando en medio de un bosque.

- Me he.. me he perdi..

- Estas sangrando - me interrumpió.

Bajó su mirada a mi mano herida, la cogió y la observó durante unos segundos. Luego llevó la mirada a mi muñeca y fue cuando retiré rápidamente el brazo y di un paso para atrás. El me miró a los ojos, los tenía marrones oscuros, y sus pupilas estaban muy dilatadas. Estaba asustada y quería salir corriendo de ahí, pero algo me decía que me tenía que quedar con aquel tipo que ni si quiera sabía su nombre.

- Ven - espetó penetrándome la mirada - ¿Que pasa? No te voy a hacer nada.

- ¿Quien eres? - rogué

- Me llamo Mason Williams - empezó a caminar a si que yo hice lo mismo - Tengo 19 años y si preguntas por mi fecha de nacimiento, no lo sé, es una historia muy larga - dijo saltando un tronco seco que había en el bosque - Vivo en la casa de mis padres solo, no viven conmigo. Se mudaron y me dejaron aquí con mis tíos, pero paso de ellos, cuando cumplí los 18 me fui de aquella casa. No se nada de mis padres, intento sobrevivir con los millones de herencia de mi padre, que esta muerto, otra historia larga. Voy a un instituto a las afueras y no tengo amigos. Los amigos son siempre los que te traicionan. - dijo colocándose el cuello de su chaqueta negra de cuero - He visto tus marcas.

Cogí aire.

- No te preocupes - dijo arremangándose y mostrando sus ''cicatrices de guerra''


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⏰ Última actualización: Oct 18, 2015 ⏰

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