La noche pasó rapida, terminamos de cenar entre risas, despues ayude a la madre de Cristian a recoger los platos y meterlos en el lavavajillas mientras Cristian subía a la habitación. Terminé con la ultima tanda de platos y me despedí de Kate. Seguidamente subí por las escaleras hasta la habitación de Cristian, pero antes de eso me pasé por el baño. Entré en la habitación y casi me muero de adoración. Cristian se había dormido. Era lo más bonito que había en este mundo, su carita de angelito que no ha roto un plato en su vida aparecía. Incliné la cabeza mientras sonreía y de repente me sobresalté cuando abrió la boca.
-Natasha, te podria asegurar que si no estubiera tan cansado, te follaba ahora mismo. - dijo entre risas.
Solté una carcajada.
-¿Que hacías? ¿Me estabas mirando? - preguntó.
- No. - mentí.
- Ven aquí. - me obligó
Asentí y me tumbe al otro lado de la gran cama. Cristian se dió la vuelta y me hizo un gesto para que me acercara a el.
- ¿Que te parece si mañana vamos a al centro comercial, pasamos la tarde por allí y vamos al cine y cenamos algo? - dijo - Como.. como una cita - añadió.
- Perfecto, por mi perfecto - dije apoyandome en su pecho.
***
Noté mis ojos obligándome a abrirse, no tenía nada de sueño, entraba una pequeña brisa por la ventana, era fresca pero no tenía frío. La habitación tenía una luz tenue. Una luz que no era típica de las mañanas. Supuse que era muy pronto. Era agradable estar ahí. Las sabanas blancas estaban frías pero era agradable comparado con mi cuerpo que se encontraba caliente. La brisa que entraba por la ventana olía a hierba mojada, el cielo estaba un poco nublado. Se estaba bien en la cama, pero no ví ningun rastro de Cristian. ¿Donde estaba?.
Cerré los ojos y suspiré mientras miraba al gran techo blanco. No me quería levantar de ahí, estaba tan a gusto que solo me dedicaba a buscar la parte fría de la cama. Pero decidí que levantarme y buscar a Cris era la mejor opción. Mis pies descalzos tocaron el suelo frío y aquello me hizo tener que andar de puntillas por toda la habitación hasta la puerta. Seguidamente llevé la mano al manillar de aquella puerta blanca y la abrí.- ¿Hola? - alcé la voz buscando alguna respuesta.
Pero nadie respondió, a si que decidí cerrar la puerta. Fruncí el ceño. ¿Donde estaba? ¿Que estaría haciendo? ¿Estaría bien?. Me acerqué a la ventana y me asomé, me estremezco al sentir la brisa húmeda y fría más pegada a mi, tomé un gran respiro para que el olor de lluvia entre por mis fosas nasales. Me senté en la cama y justo sonó mi móvil. Cogí aquel de la mesilla de noche y ahí pude ver la hora. 6:14. Era muy pronto, ¿Porque coño no estaba aquí?. Miro mis mensajes y veo que me ha llegado un mensaje de Cristian.
''Se que estas despierta. Ven al jardín.''
No respondí. Solté el movil y salté de la cama. Seguidamente salí de la habitación de Cris. Corrí por el pasillo con una sonrisa enorme y bajé las escaleras. Podías perderte en esa casa, era enorme y los fríos suelos de mármol marcaban mis pies. Pasé por la gran cocina y rodeé la isla de la cocina, luego pasé por el gran comedor. Ese comedor era igual de grande que mi casa entera. Me asomé por el gran ventanal del salón que daba a la parte de atrás. Más que un ''jardín'', era terreno, es decir, un gran campo rodeado de grandes arboles. Bajé el porche de madera mojada a causa de la lluvia, y vi a Cristian tumbado al final viendo como amanecía. La luz era de tonos fríos, aún no había amanecido pero había mucha luz. Estaba apunto de amanecer y verlo con Cristian sería precioso. Bajé el ultimo escalón mientras me agarraba a la barandilla también mojada. Pisé la hierba con mi pie derecho. Se sentía fría y empapada, y mis pies lo agradecían. Caminé hacia él, rápido pero sin prisa. Cuando estaba a unos pies de el, el giró la cabeza hacia mi y seguidamente sonrió. Yo le devolví la sonrisa. Llevaba unos vaqueros arremangados en los tobillos y una camiseta blanca un poco mojada por la hierba. En cambio yo llevaba una camiseta suya que me llegaba hasta medio muslo y mi ropa interior. Hizo un gesto para que me sentara a su lado. Asentí y me senté en la hierba mojada. Me dio un escalofrío al sentir la húmeda hierba debajo de mis muslos. Me apoye con mis manos para detrás y así podría apreciar aquella mañana.
- Buenos días - dije
- Aún no es de día - espetó con una sonrisa
- Esta apunto. - solté mirándole y el seguidamente me miró. - ¿Como sabías que estaba despierta? ¿Porque te has ido de la cama tan pronto? Son solo las 6 de la mañana. - añadí
- Quería ver mi momento favorito del día. - dijo pasando de responder a mi primera pregunta.
- ¿Tu momento favo..
- Sí - me interrumpió - Me encanta ver el amanecer; desde muy pequeñito, cuando no podía dormir, me levantaba sin hacer ruido para intentar que mi madre no me pillase salir tan pronto de casa. - comienza a decir mientra no le quitamos la vista al cielo - Salía corriendo y me tumbaba en el gran campo, me encanta ver como el sol aparece entre los arboles y como el cielo va cambiando de color y como la iluminación del ambiente se vuelve de un frío tono azul a un cálido naranja. Hoy es mi favorito, ha llovido y huele a lluvia, y además te tengo a ti, eso lo hace aún más especial - termina con un beso en mi frente.
Saco una pequeña sonrisa y me arrimo un pelín a él. De repente, se va cambiando poco a poco el cielo, como el dice, se vuelve de un color naranja pastel, después un rosado. Es precioso, tiene razón. Me encanta verle sonreír al ver como va apareciendo el sol entre las ramas secas de los arboles.
- Estoy locamente enamorado de ti - suelta sin dejar de mirar al cielo.
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Cristian Anthon
RomanceSoy como un libro. Aparentemente aburrido. Fácil de echar a un lado. No te das cuenta si esta o no; pero una vez que lo abres, te das cuenta por cada pagina, que esconde un secreto, que no soy como pensabas y que soy mucho mejor de lo que las person...