Después de unos minutos, la habitación se quedó vacía. Solo quedábamos ella y yo. Se quedó dormida en unos instantes y no paraba de mirarla. Estaba preciosa. Era raro, no llevaba sus pulseras, puto accidente, tenía arañazos hasta en la muñeca..
- No me mires, estoy fatal - susurró que apenas pude oírlo.
- Estás preciosa y siempre lo estarás, pase lo que pase.
Se giró y vi que tenia los ojos llorosos.
- Recuerdo cuando me besaste por primera vez - soltó.
- ¿A si?
Asintió.
- No recuerdo muy bien como pasó, pero puedo recordar el momento en el que me besaste - susurró.
- ¿Quieres que te lo recuerde?
Asintió de nuevo.
-Teníamos un trabajo de tecnología que nunca hemos acabado, ya ha llegado las vacaciones de navidad, así que no se que nota nos pondrán - puse una mueca y seguidamente ella rió - Te llamaron y te pusiste muy triste - Natasha puso una mueca de confusión.
- ¿Por qué?
- No lo sé - mentí.
No me apetecía sacar el tema de su padre, sabía que le dolía mucho y ya estaba bastante dolida para joderla aún más.
- Contínua.
- Entonces, empezaste a llorar, tenías miedo y como soy un gilipollas, lo mejor que pude hacer fue esto... - miré sus labios y la besé.
No llevaba una eternidad sin besarla, pero para mi fue como si lo fuera. Me separé de ella pero rápidamente me cogió de la camiseta y tiró hacia ella haciendo que nuestros labios chocaran de nuevo.
- Quítate la ropa ya, ¿no? - soltó mientras sonreía.
Le sonreí maliciosamente.
- Para tu estado físico, es suficiente esto - dije acariciando su labios.
- Venga ya, si lo estás deseando desde la otra vez.
- La verdad que sí pero.. Oye ¿Que te han dado de medicamento? - reí.
- Y yo que sé, venga Cris.. - dijo.
Le dí un beso en la mejilla y me senté en la silla mientras Natasha hacía pucheros y yo me limitaba a reír. Acababa de tener un accidente, ¿Como podía hacerlo en una puta cama de hospital?. De verdad que las ganas existían, bueno.. a lo mejor si me la llevo a casa... ¡Basta! Joder. Justo después entró un médico para hablar con Natasha. Lo que pasó fue lo siguiente: Le quitaron las vías y todos los cables para que pudiera pasar buena noche, y probaron por ponerla de pie para ver si la operación de la cadera funcionó. Y se sostuvo de pie y podía caminar fácilmente.
- Bien pues esta todo perfecto - dijo el médico mientras Natasha se sentaba a un lado de la cama.
Me miró maliciosamente y yo rodé los ojos riendo.
- ¿Que tal la memoria? - dijo el médico.
- Bien - contestó.
- Queda poco para que la recupere, Señorita Hold- dijo.
- Natasha - solté corrigiéndole.
El médico soltó una carcajada.
- Esta bien, Natasha. Buenas noches chicos - dijo saliendo de la habitación.
Hubo un pequeño silencio mientras que Nat se acercaba a mi dando la vuelta a la cama con pequeños pasos para llegar a la silla donde estaba sentado. Cuando consiguió llegar a mi soltó.
- Ayúdame a quitarme esta puta bata y ponerme el pijama - dijo mirando con asco a la bata de hospital.
Me levanté y asentí. Rodeé mis brazos en su cintura y empecé a desatar la linea de botones de la espalda. Se abrazó a mi y me besó mientras que le desataba la bata. Cuando terminé, bajé las manos por su espalda y deje de besarla para sacarle la bata de encima. Pude ver por fin su cuerpo de nuevo. Es.. perfecta. Cogí la ropa interior y se la puse con cuidado. Me fijé en sus muslos y tenía heridas. Pobrecita. Después ella me pasó una sudadera gris y se la puse también. Le llegaba hasta mitad del muslo así que negó en ponerse pantalones. Estaba tan sexy con una simple sudadera gris.
- Estoy perfectamente - dijo guiñando el ojo.
- Entiende - dije mientras se sentaba en la cama - que estas.. mal.
- Cállate - dijo llevando sus manos a mi pantalón.
- Joder Nat -susurré - Nat para.. - advertí.
No paraba estaba bajándome los pantalones cuando le cogí de la mano suavemente y ella se sobresaltó.
- Joder Cristian, déjame un poco - dijo mordiéndose el labio.
- Mañana, cuando te den el alta.
Bufó y se tumbó en la cama.
- Por lo menos tumbarte conmigo hasta que me duerma. -respondió
- Esta bien.
Entonces me tumbé a su lado y se acurrucó a mi. Minutos después se quedo dormida. Era preciosa, ¿os lo había dicho ya? Era tan perfecta que no podía parar de mirarla. Natasha Hold, tan perfecta como siempre, después de lagrimas, enfados, y accidentes. No me di cuenta que me quedé dormido a su lado.
Natasha siempre será perfecta.
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Cristian Anthon
RomanceSoy como un libro. Aparentemente aburrido. Fácil de echar a un lado. No te das cuenta si esta o no; pero una vez que lo abres, te das cuenta por cada pagina, que esconde un secreto, que no soy como pensabas y que soy mucho mejor de lo que las person...