Capitulo dieciséis "El infierno"

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Alastor caminó sin rumbo fijo por las calles, intentando procesar todo lo que acaba de ver.

- En cuanto volvió esa mujer cayó redondito en sus brazos.

Apretó más los puños con cada paso.

- Que tonto fui al creer que podía ser diferente...

Metió las manos dentro de su saco sintiendo la pequeña cajita.

- Ahora entiendo porque nunca se quitaba ese maldito anillo...

Detuvo sus pasos bajando las orejas de manera afligida, manteniendo su mirada en el suelo.

- Fui un imbécil al pensar que solo tendría ojos para mí...

Aguantó las lágrimas y se apresuró, pues nadie podía verle de ese modo tan vulnerable.

















Llegó a su antiguo departamento, aquel que Rosie le había conseguido cuando este le pidió mudarse, era algo pequeño pues solo lo utilizaba para dormir.

Se retiró su saco colgandolo en el perchero después de sacudirle un poco el polvo, caminó desganado hasta la pequeña cama individual que tenia y se dejó caer enterrando la cabeza en la almohada. Necesitaba dormir para aclarar su mente.

De pronto sintió algo vibrando en el bolsillo de su pantalón, había olvidado que ahora tenía un celular.

Lo sacó para ver quién llamaba.

Luci❤️

Decia el identificador, Alastor solo miró el teléfono por unos segundos, esperando a que el mismo celular lo mandara al buzón. Y así lo hizo pero de inmediato otra llamada entró.

El pelirrojo soltó un suspiro apagó el aparato y volvió a enterrar su cara en la almohada para poder dormir.


















Una semana después...















- ¿Todavía no saben nada de el?

Preguntó angustiada la rubia al ver llegar a su novia junto con Adam.

- No mi amor...

Le respondió con tristeza.

- Nadie en el barrio caníbal sabe de el...

Adam torció la boca con algo de preocupación, se tocó su brazo, el mismo que Alastor le había curado e intentó alentar la situación.

- Princesa el debe estar bien...

Charlie se sorprendió ante su respuesta y le miró a los ojos con una sonrisa.

- Es decir... El es un demonio muy poderoso claro que debe estar bien.

Se rascó su nuca nervioso pues nunca pensó que algo así saldría de su boca.

- Adam tiene razón amor, el está bien.

Tomó sus manos en señal de aliento.

- Te lo prometo...

La rubia asintió con una ligera sonrisa forzada, no le preocupaba que al ciervo le hubiera pasado algo, tenía miedo de que jamás regresara.






















Dos semanas después...

















-Responde por favor responde...

El celular lo mandó directo al buzón como lo había hecho las otras cien veces.

- Maldita sea!!

Lanzó el aparato contra la puerta de su habitación y justo después de lanzarlo Charlie entró.

A Tú Merced- AlastorXLuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora