Ya era algo tarde, pero no soportaba dejar a Rosie sola por más tiempo.
Había estado practicando sus ataques en el bosque, con su nuevo poder corriendo por su cuerpo debía entrenar al menos un rato para poder utilizarlo como es debido.
Al llegar uno de los caníbales que los ayudaba con la tienda lo recibió, el se había hecho cargo del cadáver de Franklin y esperaban celebrar su funeral después del desafío. Sí, todo el barrio caníbal estaba enterado de la situación y todos tenían sus esperanzas puestas en Alastor.
- ¿Cómo te sientes?
Le preguntó poniendo una mano en su espalda intentando reconfortarla un poco.
Rosie no dijo nada, miró sus ojos y le sonrió. Se veía cansada.
- Tienes que estar listo para mañana.
Respondió por fin poniendose de pie.
- Debemos.
Le miró con decisión poniendo una mano en su hombro.
- No dejaré que ese maldito me arrebate lo segundo que he amado más que a mí vida.
El pelirrojo tragó saliva, apenas se conocían pero no hacía falta estar a lado de una persona toda la vida para quererla.
Sin decir nada la abrazó, aguantó su llanto pues en ese momento debía ser fuerte para ella, debía estar listo para pelear y para morir si es que era el caso.
Se separaron mirándose a los ojos y pequeñas lágrimas recorrían el rostro de Rosie.
- Tienes que dormir, fue un día largo y debes estar bien para mañana.
Alastor asintió, besó sus manos yéndose directo a su habitación.
La arena del Desafío era enorme, demonios de todos los anillos venían solo para ver la masacre.
Cada año al día siguiente del exterminio se organizaba en el anillo del orgullo un evento que ponía de protagonistas a los Overlords, que si algún pecador valiente tenía la osadía de retar, debía demostrar coraje y vencerle en la arena para ganar su puesto. Así como todas las almas y poder que este poseía.
Ese año en particular no hubo muchos retadores, así que toda la multitud que se había juntado para la pelea, iban a verle a el.
Alastor tragó saliva al ver la muchedumbre.
Le habían dado un pequeño cuarto para prepararse, del otro del pasillo se encontraba la arena y podían escucharse perfectamente los gritos de los demonios esperando la pelea.
La curiosidad le ganó y quiso echar un vistazo así que salió de su cuarto para ver un poco desde el costado del pasillo.
su mirada se posó más arriba de las gradas, había un palco de metal con sillas grandes de terciopelo fino, en estás se encontraban sentados los Overlords más influyentes y en el centro la encargada de dirigir el día del desafío. Carmilla Cartmain.
- Que no te abrume la multitud, es normal si estás un poco nervioso.
Se sobresaltó un poco al oír la voz de Rosie que se encotraba a sus espaldas.
- No solo un poco...
La caníbal acaricio su mejilla y Alastor soltó un suspiro podía sentir la adrenalina corriendo por su cuerpo.
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A Tú Merced- AlastorXLucifer
FanfictionCuando Alastor llegó al infierno hizo lo posible por hacerse notar, quería demostrar que merecía un lugar entre los más poderosos del lugar. Sin saberlo llamó la atención del Rey de este y de inmediato comenzaron una gran amistad. Como la vida human...