Capitulo Diez ¿Amor?

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Al regresar al hotel, los tres hermanos se balanceaban de un lado a otro muy sonrientes.

— Miren lo que puedo hacer!!

Gabriel hizo una voltereta en el aire pero al momento de caer al suelo pisó una de sus alas y resbaló cayendo de senton.

El rubio comenzó a reírse en el suelo y sus hermanos en vez de ayudarle a levantarse comenzaron a reírse también.

— Te arrancaste las puntas de tus plumas!!

Gritó Lucifer riendo más fuerte.

Miguel le dio la mano a su hermano para levantarse pero al momento de tomarla Gabriel lo jaló al suelo a un lado de el. La fuerza le ganó y su hermano mayor cayó encima de el sacándole el aire y más risa.

El castaño se levantó acostándose a su lado todavía riendo.

— Todo me da vueltas.
Dijo tapándose el rostro intentando ahogar su risa.

Lucifer se sentó frente a ellos agarrándose el estómago ya que le empezó a doler de tanto reír.

Se secó una lágrima y miró a sus hermanos con una sonrisa.

— De verdad los extrañé demasiado...

Los arcángeles se levantaron tomando asiento al escuchar los sollozos del rubio.

— Hey tranquilo...
Gabriel se acercó hasta el arrastrándose en el suelo siendo seguido por Miguel.

Tomaron asiento a su lado y el castaño lo tomó por su mejilla juntando sus frentes.

— Te prometo que nunca nos volveremos a separar.

Lucifer sonrió y brincó a sus brazos soltando un llanto.

El castaño le abrazó fuertemente, en gran parte se sentía culpable de que su hermanito estuviera ahí, odiaba verlo de esa forma, ya no era el mismo ángel sonriente de siempre.

Se odió por mucho tiempo ya que expulsar a Lucifer del cielo había sido una de las cosas más difíciles que había hecho, pero era su deber, tenía que obedecer a su padre. Debía proteger el cielo.

Gabriel entendía las emociones que sus hermanos sentían en ese momento, el vivió en carne propia como el castaño luchaba por contener sus fuerzas al enfrentarse a Luzbel que no se fue sin pelar. Aún sabiendo que esa batalla estaba perdida desde el principio.

Sin decir nada se unió al abrazo de sus hermanos y permanecieron así un momento hasta que notaron que Lucifer se había quedado dormido.

— Ve a tu cuarto yo llevaré a Luz a su habitación.

Gabriel asintió y el castaño cargó a su hermano en brazos para llevarle hasta su cuarto.
Se sentía un poco ebrio pero no estaba fuera de si.
























— El mismo sueño...

Se dijo a si mismo mirando el techo con los brazos tras su nuca.

Después de su reunión con Vox y Rosie no podía dejar de pensar en "su padre" y el arrepentimiento de no haberlo matado al vencerlo invadía su ser.

— Iré a tomarme un té. Mamá decía que un buen té ayuda a conciliar el sueño.

Su sombra soltó un bostezo al escuchar a su amo levantarse.

— Vuelve a dormir yo bajaré a la cocina solo.

La silueta sonrió volviendo a tomar su lugar en uno de los muros de la habitación.

A Tú Merced- AlastorXLuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora