Capítulo veintiuno "Prioridades"

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Se estiró un poco, frunciendo el seño al sentir los primeros rayos de la mañana en su cara.

Abrió los ojos de a poco, ya que se le hacía extraño tener luz dentro de su habitación.

Se levantó rascando su cabeza, quitándose de encima los brazos de su pareja que aún dormía profundamente.

El crujido de la base de la cama terminándose de romper, lo alertó. No estaban en el hotel, había dormido en el pequeño departamento de Alastor.

Miró de reojo al demonio de la radio que se veía bastante tranquilo y soltó una pequeña risa al recordar lo que había pasado la noche anterior.

Acarició su cabello tiernamente y besó su frente antes de ponerse de pie.

Divisó una pequeña puerta, ese debía ser el baño, en verdad necesitaba una ducha.

Al sentir el agua correr por su cuerpo liberó un suspiro de alivio, amaba esa sensación ya que no se preocupaba por nada simplemente en ser feliz.

Salió del baño ya vestido con una gran sonrisa en el rostro, miró a su pareja que ahora dormía en posición fetal tapado completamente con las sábanas y abrazando el saco del soberano.

Lucifer soltó una risita, aquel demonio que infundía temor con solo decir su nombre, estaba durmiendo abrazado de una prenda suya.

El estómago comenzó a rugirle y se le hizo muy buena idea salir a buscar algo para desayunar.

Invocó su bastón y dándole una última mirada a su pareja salió del departamento.










- Buen día majestad.

- Majestad que gusto verle!!

- Muy buenos días majestad!!!

Todos los demonios le saludaban al verle, era claro que el infierno tenía lugares horribles pero algunos otros eran agradables llenos de demonios cordiales y bastante amables.

- Buen día majestad ¿Lo mismo de siempre?

Preguntaba una imp mientras envolvía un par de paquetes.

- Si por favor.

Le sonrió.

- Tengo algo de prisa, iré al barrio caníbal a recoger unas cosas.

La chica le sonrió.

- Claro no tardará mucho...¿El barrio caníbal?

Preguntó algo intriga y Lucifer levantó una ceja.

- Entonces los rumores son ciertos...

Soltó emocionada.

- Usted y el demonio de la radio están saliendo!!

Tragó en seco.

- Eh... No,como crees...

Rascó su nuca nervioso.

- Entonces el escandalo que usted hizo en una de las tiendas del barrio caníbal fue un chisme solamente.

El rubio permaneció en silencio.

- Que lástima, siendo honesta se ven muy lindos juntos.

Envolvió su paquete y se lo extendió riendo.

- Gracias...

Se limitó a decir apresurando su paso.

No era que quisiera negar su relación pero ante la sociedad, el y Lilith eran la pareja perfecta.

Nadie sabía lo que ocurría ahora en su vida y hasta no divorciarse de la rubia no podía exponerse a que lo vieran con el ciervo.

Por la emoción de los últimos meses no había empezado el proceso de divorcio para por fin separarse formalmente de ella, cosa que veía imposible ya que las veces que se lo proponía esta se negaba.





A Tú Merced- AlastorXLuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora