1,2, 3 y 4
Con dificultad, el chico acarreaba cuatro almuerzos en sus manos, rezando para que no se le cayeran.
Lo más fácil sería hacer más de un viaje, pero aquellos chicos odiaban esperar.
Fue lo más cuidadoso que pudo, pero al ser demasiado lo que cargaba en sus manos y al no poder ver lo que tenía enfrente, terminó por tropezar, todo lo que tenía en sus manos cayó al suelo, causando un fuerte estruendo que hizo que todos voltearan a su dirección.
Se levantó rápidamente y sacudió los restos de comida, su blanco uniforme ahora estaba completamente arruinado, pero eso no era lo que le preocupaba.
— ¡Mierda, eres un inútil! ¡Solo una cosa te pedimos y ni eso sabes hacer bien!
Le gritó aquel chico.
— L-lo siento, yo-
— ¿¡Quién te dio permiso de hablar?! – interrumpió, mientras le daba un fuerte puñetazo el cuál lo mandó al suelo.
La cafetería estaba llena de estudiantes, todos a su alrededor murmuraban y observaban al pobre chico en el suelo, sin embargo, nadie se acercaba a ayudarlo.
— Muero de hambre y por culpa de este idiota comeremos tarde, ¡Regresa y compra otros almuerzos para nosotros! ¡Y esta vez fíjate por dónde vas bastardo! – gritó el chico, dispuesto a volverse a sentar, pero una temerosa voz lo hizo detenerse.
— Yo... No puedo – murmuró, mientras empezaba a temblar, anticipando lo que se avecinaba.
El chico solo se detuvo en seco, y volteó a verlo, la mirada furiosa en su rostro indicaba que algo malo iba a pasar.
—¿Qué fue lo que dijiste? – habló, mientras lentamente se acercaba hacia él.
El pobre chico no podía hacer nada más que temblar.
— G-gasté todo mi dinero en los almuerzos que se me cayeron, ya no me queda más...
El matón solo chistó los dientes, agarrándolo del cuello de su camisa, el chico empezó a sentirse asfixiado.
— ¿Tiraste nuestros almuerzos y ahora resulta que no comeremos porque ya no traes más dinero? – musitó, su agarre haciéndose cada vez más fuerte, dejándolo sin respirar.
— ¡Hey chicos! ¡Viene un profesor! – avisó alguien.
El matón lo soltó, haciéndolo caer al suelo de nuevo.
— Espéranos en la salida, vas a pagar por lo que nos hiciste hoy – finalizó, mientras salía de ahí con sus despreciables amigos, dejando al pobre chico temblando en el suelo. Sabía lo que se venía, y definitivamente iba a dolerle.
°
°
°
Despertó, sintiéndose agitado por aquella horrible pesadilla.
Frotó su rostro, sintiendo una pesadez apoderarse de su cuerpo. ¿Cuándo iba a ser el día dónde finalmente pudiera dormir bien?
Otra vez esas ganas de no querer levantarse estaban ahí, pero tenía que hacerlo, hoy era su primer día de trabajo, no quería llegar tarde y arruinarlo otra vez.
Se levantó y se dispuso a arreglarse, esta vez con un poco más de ánimo.
Después de todo, finalmente tenía un buen trabajo.
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Karma || JayDan
FanfictionDaniel cometió un grave error en el pasado el cual le sigue pesando hasta el día de hoy, siendo incapaz de seguir con su vida debido a la culpa. Habiendo perdido las ganas de vivir, Daniel solo se concentraba en existir siendo atormentando por los d...