Capitulo 4

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Todos a su alrededor gritaban, alentándolos a pelear.

¡Vamos maricas! ¡Peleen!

¡Apúrense! ¡Aposté dinero en esto, más les vale empezar!

Ambos chicos se encontraban en posición de pelea, pero ninguno se atrevía a soltar el primer golpe, pues ninguno de los dos quería pelear.

Hey, ¿Quién crees que gane? Estos dos son unos flacuchos debiluchos, pareciera que el aire se los llevaría volando.

Por supuesto que ninguno va a ganar, solo estamos apostando a ver quién se desmaya primero.

Tienes razón, son tan patéticos.

Todos a su alrededor empezaron a reírse, burlándose del sufrimiento de aquellos dos chicos.

¿Qué esperan? ¡Peleen! ¡No tengo todo el día!

Los dos se miraban fijamente, ambos deseando irse, sin embargo, una sonrisa suave se instaló en el rostro de uno de ellos.

Adelante, puedes golpearme, no me defenderé, solo démosles lo que quieren y terminemos con esto murmuró por lo bajo, no queriendo ser escuchado por aquellos matones.

El otro no respondió, simplemente siguió temblando en su lugar, no podía hacerlo.

Bajó los brazos, adoptando una posición sumisa, pues no estaba dispuesto a participar en esto.

Oye, ¿Qué crees que haces? ¡Pelea!

El chico simplemente negó con la cabeza, esto hizo molestar al matón.

¡Es una orden, imbécil! el chico volvió a negar, negándose a moverse de su lugar.

¿Qué haces? Solo golpéame, estaré bien, no empeores las cosas para nosotros el chico no hizo caso, no estaba dispuesto a hacerlo.

El matón solo chistó los dientes y se levantó, agarrando al pobre chico del cuello.

Te crees muy valiente, ¿eh? Te atreves a desobedecer mis órdenes, ¿Te crees mejor que yo? ¡Responde! el pobre chico no pudo responder, simplemente temblaba debajo del otro, lo cual termino por sacarlo de sus casillas Parece que olvidas quien manda aquí, es hora de hacerte un recordatorio exclamó, mientras lo tiraba al suelo sosténganlo ordenó, siendo obedecido de inmediato por sus amigos quienes sostuvieron al chico de sus dos brazos.

¡Déjenlo en paz! ¡Por favor! ¡Golpéenme a mí! trató de correr hacia ellos, sin embargo, fue detenido por uno de ellos, quien lo sostuvo fuertemente sin dejarlo avanzar.

¡Tu cállate! Iré contigo después, primero me encargaré de esta perra desobediente le gritó, inmediatamente su atención se dirigió al otro chico Ahora, ¿Qué puedo hacer contigo? habló, mientras miraba a sus alrededores pensando en algún plan.

La sonrisa siniestra del matón indicaba que se le había ocurrido algo, algo que seguramente los haría sufrir.

El matón solo se alejó, se agachó y recogió un insecto el cual ahora se retorcía en su mano.

Hagan que abra la boca ordenó, mientras se acercaba con aquel bicho.

El chico al ver el plan del otro trató desesperadamente de escapar, retorciéndose del agarre de los otros, sin embargo, sus fuerzas no eran suficientes.

Karma || JayDanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora