capitulo 5

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A primera luz del día me levanté de la hermosa y cómoda cama, me vesti con lo primero que encontré y salí de mi habitación caminando perezosamente, hacia la cocina para mi desayuno, está vez nadie mas que las sirvientas se encontraban en la cocina, pero se que hoy va a ser jodidamente estresante entonces decidí empezar el día con un cafe bien cargado, se lo pedí a las sirvientas y me lo prepararon rápidamente y me lo entregaron y con el café en manos.

Era momento de empezar el día para preparar el gran salón para la gala de hoy, empecé a ordenar en dónde debían ir las cosas, la mansión estaba patas para arriba con toda la gente entrando y saliendo, moviendo cosas de un lado para el otro, ademas las cosas estaban un poco tensas, Yessica no paraba de insistir en que devia hacer algo con lo de Dimitry y Eider, pero solamente no hice caso a sus pedidos y esto ayudaba a tener que evitar a todos en casa.

Así pasaron las horas y al medio día ya era hora de almorzar, me desplace por la mansión hacia la cocina y todos se encontraban sentados en sus respectivos lugares, yo me sente en mi lugar y las sirvientas empezaron a colocar los platos para cada uno pero no tengo apetito hoy me siento muy ansioso, y eso raro en mi, no soy un hombre que se ponga ansioso ademas de que está gala la organice cientos de veces y no puede ser que me ponga ansioso por esto.

Tranquilamente comí de a poco, Las chicas comieron y salieron apresuradas y Joaquín tuvo que salir corriendo detrás de ellas, no lo entiendo. Tranquilamente podría dejarlas ir solas. No son niñas. Dimitry y su beta terminaron de comer y antes de retirarse nos pusimos de acuerdo con lo que debíamos decir está noche, cuando ya acordamos se retiraron a la oficina para continuar con sus cosas mientras que yo también termine de comer en ese momento y decidí proseguir con las cosas que debía hacer.

Di instrucciones para colocar mesas, como se debían colocar los manteles, los platos de comidas, postres y bebidas, el salón tenía que tener una buena iluminacion, también tuve que ver cómo iba a decorar el patio, hasta que terminamos como a eso de las seis de la tarde, me desplace por la mansión para ir a mi habitación y prepararme, entre a la ducha, me duche rápidamente y salí, me envolví una toalla alrededor de la cadera, fui al armario a buscar un traje azul marino, con una camisa blanca, abrí uno de mis cajones por un boxer y me lo puse, luego proseguir con el traje, me puse un perfume, y por último los zapatos, me mire en el espejo hasta yessica entro sin aviso.

Que molesta.

—Mi amor mira, ¿te gusta mi vestido? —pregunto.

Di una mirada a través del espejo, el vestido era de un rojo intenso, con escote en forma de corazón, y se notaba que era  lujoso, es mucho rojo.

—No te queda bien —respondo con franqueza.

—¡¡¿Que?!! —exclamo.

Me encogí de hombros y ella me miró con enfado, salió de la habitación encabronada, la verdad en otra ocasión hubiera mentido pero no sé que pasó y le dije la verdad.

Salí de la habitación y me encontré con mi hermano Dimitry discutiendo otra vez con eider, decidí no prestar atención a la discusión y juntos nos dirigimos al salon para hablar con las personas de nuestra manada, nosotros convivimos con humanos pero ellos no tienen ni idea de que nosotros somos lobos, hablamos con las personas hasta que notamos una gran cantidad de personas entonces decidimos hablar para dar comienzo a la gala.

Cada uno tomo un micrófono y caminamos hacia el centro del salón, pero antes de hablar la esencia del café se poso por mis fosas nasales, era un aroma que me tenía cautivado, es entonces cuando mi lobo se enlazo conmigo.

¡MAX NUESTRA MATE ESTA AQUI!
¡BÚSCALA!

Mire alrededor, y busque con mi olfato a mi mate y mientras tanto decidí hablar.
—Buenas noches, les agradecemos por haber venido —hable con tono cortés.

Me guíe por mi olfato hasta encontrar con la mirada a una mujer de cabello rubio y rizado, era ella mi instinto me lo decia. Tenía un vestido de color blanco que la hacía brillar, ella me sostuvo la mirada por unos minutos hasta que la aparto, es entonces cuando dimitry prosiguió con lo que debía decir.

—¡Ahora sin más disfruten de la gala! —prosiguió.

El me miró emocionado abrió la boca para decir algo pero yo lo interrumpo.

—sigueme —exprese.

—¿Eh? —pronuncio confundido.

Lo tome del brazo y juntos nos alejamos de la vista de las personas, nos escabullimos, y me coloque en un lugar en donde no pudiera perderla de vista.

—¿Que sucede? —preguntó.

—La chica de cabello rubio con rizos es mi mate —respondí sincero.

Apunte en la dirección en la que estaba esa mujer me quedé unos minutos mirando a la mujer es de mi gusto, su figura es como de pera y eso me encanta quede embobado esperando que dimitry dijera algo pero Dimitry no dijo absolutamente nada, algo extraño en el, así que lo mire y su rostro mostró sorpresa por unos minutos hasta que se nublo de tristeza .

—No, ella es MI mate —declaro.

—Seguro te estás confundiendo, no es posible —respondí incrédulo.

El me miró completamente serio. Entonces lo supe, Mierda. No está bromeando. Es verdad.

—¿Que vamos a hacer? —pregunto.

—No lo sé —respondí.

Juntos miramos en la dirección en la que se encontraba y ella parecía sonrojada, seguramente tomo de más. Dimitry sin dudar se movió y la siguió.

Mis pies hicieron lo mismo se movieron sin siquiera yo pensarlo, fue por inercia que empecé a caminar pero alguien me jaló del brazo mire a la persona y me encontré con eider. Cuando volví a mirar a dimitry ya lo había perdido de vista.

—Max, tengo algo que preguntarte.

—Esta bien.

Ella me guío hacia afuera, caminamos por un pasillo con poca iluminación, y en un momento ella freno su caminar.

—¿Las cosas con Yessica van mal? —pregunto curiosa.

—No es tu problema —respondí frío.

—Max, ¿Por qué no la dejas?, yo.. podría satisfacerte mejor que ella —declaro.

Ni siquiera me dejó decir una palabra cuando ella pego sus labios con los míos, el beso era agresivo y me deseaba desesperadamente, se abrió paso en mi boca e introdujo su lengua en mi boca, el beso cada vez se volvió mas intenso, pero un dolor punzante en mi corazón se hizo presente.

Una rosa para dos hombres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora