capitulo 30

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(Punto de vista de max)

No sé cuánto tiempo le tomo quedarse dormida, pero al final lo hizo, se quedo completamente dormida, cuando ella se decidió en abrir esa puerta, y salió con los ojitos hinchados y rojos, para mi fue un alivio cuando salió y nos comento su miedo, y se que ella está feliz por el embarazo pero tiene miedo está aterrada lo puedo sentir, quedó absorbido en un bucle de pensamientos hasta que dimitry me saco de ellos.

—¿Ella va a estar bien? —pregunto.

—Es fuerte —respondo sincero.

—Tienes razón pero recuerda que debemos marcarla para que el bebé sienta la conexión, que Sepan que estamos para ellos dos o... —dejo en suspenso—podria perderlo.

—Lo se, luego lo haremos —confirme.

—Y está lo otro que debemos decirle.

—Ella ira con nosotros.

—¿Estas seguro de que va a querer ir con nosotros?.

—Si..

Se quedó callado bastante pensativo, decidí dejarlo pensando, y me concentre en acomodar a agata en la cama, ya que aún estaba dormida en mis brazos, y yo necesitaba revisar mi computadora y ver los gmail que tenía pendientes, como pude la recostó sobre la cama.

Decidí sentarme aún lado con mi computadora en las manos, me entretuve mirando la computadora, y revisando todos los gmail mientras que la tarde empezaba a caer, dimitry miraba la televisión sentado en una esquina y de vez en cuando le echamos una mirada a agata que estaba profundamente dormida.

Aún revisando los mensajes, en mi mente solo estaba ocupado haciendo mil preguntas que rondaban y rondaban por ahí, no entendí porque había dejado sobre el mueble una pastilla de emergencia, ¿para que la iba a usar?, ¿Por qué la compro?, ¿Que iba hacer con eso?, ¿En qué estaba pensando?, además de que a la hora del almuerzo estaba tan confundida y nerviosa, parecía que quería salir corriendo en cualquier momento, un poco eso me asusta, acepto muy rápido el tipo de relación en la que estamos ahora.

Acepto que dimitry y yo no éramos personas normales, y acepto a nuestros lobos, me asusta que cualquier día salga corriendo y no la pueda alcanzar, mi corazón pesa y hace que se estruja con dolor, si eso llegara a pasar no sé de que seria capaz, eche un vistazo a agata quien, ahora mientras duerme parece un ángel, los rayos del sol caen y hacen que el ambiente sea calido, que ella se vea tan hermosa con la piel clara casi palida, con hermosos rizos dorados, y con unas curvas tan deliciosas.

Es el jodido paraíso.

Mi paraíso.

De repente se removió sobre la cama, estirando sus brazos y acomodándose boca arriba sobre la cama, pasaron unos minutos cuando lentamente comenzó a abrir esos ojitos, que estaban comenzando a deshincharse, me miro algo seria pero su mirada siempre a sido suave conmigo, desde que la vi, desde que la conozco esa a sido su mirada hacia mi, nos miramos fijamente hasta que dimitry se recostó sobre su pecho, haciendo que su atención fuera hacia el.

—¿Cómo dormiste mi dormilona? —pregunto dimitry.

—Bien, ¿Cuánto tiempo dormí?.

—miro el reloj de la computadora—Hmh casi cuatro horas —respondo.

—¡¿Tanto?! —abre los ojos de par en par.

—Si —contesta dimitry.

—¿Estas mejor? —pregunto.

—Si... Perdón cuando me encerré en el baño... solo estaba asustada.

—No te preocupes, mi amor —acoto dimitry.

—Pero... —comento insegura.

—Dimitry tiene razón, no te preocupes, todo está bien —afirme.

Me dió una mirada de desconfianza pero ninguno de los dos mentía, si ella nos preocupaba pero todo estaba bien entre nosotros seguro ella tenia sus motivos y nosotros no éramos nadie para juzgar, y menos a ella.

—Max y yo... Tenemos algo que decirte —comento.

—¿Que cosa? —pregunto.

Dimitry me dió una mirada para que yo prosiguiera, antes lo dije muy seguro pero ahora que me toca preguntar me está poniendo nervioso, claramente continúe.

—Tenemos que viajar a Alemania mañana, nosotros queremos saber si... ¿Quieres venir con nosotros? —pregunte.

—¿Para que deben viajar?, ¿Negocios? —pregunto pensativa.

¿Que debería responder?, ¿Miento?, ¿o digo la verdad?.

Elijo verdad.

—Estamos invitados a una boda —admito.

—¿Que?, ¿en serio? —pregunto sin creer.

—¿Quieres ir? —esta vez pregunto dimitry.

—¡Si obvio que quiero!, pero no tengo un vestido para llevar, u otro tipo de ropa —comento.

—No te preocupes, nosotros nos encargamos —afirme.

Asintió con la cabeza, confiando en nosotros, dimitry se puso feliz, y la abrazo tan dulcemente, dándole pequeños besos en el cuello, mire a la computadora, y decido escribirle a alex, quien contesto con rapidez, le pedí que compre ropa, zapatos, más bien le dije que busque la mejor tienda de alemania y la compre completa, luego un boleto de avión, pero comento que un tercer boleto no estaba disponible ahora, así que decidí que prepare el jet privado que tenemos, el contesto que de inmediato prepara todo para mañana, volví a concentrarme en lo mío hasta que agata se llevó toda mi atención.

—mmm —gime levemente.

Mire a agata quien estaba con la bata abierta, con los pechos afuera, mientras tenia a dimitry encima y se los devoraba tan agusto, dejo de mirarlos unos minutos y ya estan asi, me quedé en silencio observando, como dimitry saboreaba sus hermosos senos y ella inundaba la habitación con sus leves gemidos, luego dimitry abandono sus pechos y comenzo a besarla tan apasionado, los dos estaban empezando a calentarse, siguieron con los besos fogosos, luego sus bocas se separaron para tomar aire.

De repente—¡Ah! —gime.

—Mi princesa eres tan estrecha justo aquí —comento.

—¡Ah! —volvio a gemir—mmm.

Dimitry se lamió los labios, la miraba tan intensamente mientras que con la mano la comenzó a masturbar, yo podía sentir como comenzaba a tener un bulto en mis pantalones, mirar como dimitry le daba placer hacia que me excitara, que la sangre comienze a bajar a esa zona, mientras que un sonido obsceno que su vagina y los dedos de dimitry provocaban, se escucharan por toda la habitación, Agata se enloquecía, le encanta como dimitry saca y le vuelve a introducir los dedos fuertemente, hasta que en un punto suelta un gemido ruidoso, y se arquea sobre la cama llegando su orgasmo.

Una rosa para dos hombres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora