capitulo 19

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(Punto de vista de Dimitry)

Max entro al auto lo más tranquilo con unas bolsas en la mano, y se acomodo en su asiento, luego se giro y nos miró algo sorprendido.

—¿Que sucede?, ¿Por qué los dos tienen esas caras? —pregunto mientras le daba las bolsas a Agata.

—No es nada, gracias —agarra las bolsas y las abre.

—¿Zeus?.

—aún se puede —ignore la sorpresa de max.

Pero ahora era ella la sorprendida, por lo que mi boca pronuncio, quizás porque no esperaba que yo continuará el tema aún con max en el auto. Si cero tacto lo mío. Pero no puedo perderla por algo como esto.

—Perdón pero me enfurece que otros hombres te miren —admito.

—¿Que? —exclamo max.

—Menos tu max, ni Hades las cosas surgieron de otra forma, pero esos hombres en el restaurante me daban asco, enojo, por la forma en la que te miraban.

—Lo sé, pero me niego a usar el brasier.

Se cruzó de piernas, miro por la ventana y empezó a comer su helado, y yo ya no sé que decir, lo arruiné. Deje que dimitry tomara el control.

Realmente Zeus se enojo pero tampoco quería descargar su enojo con ella, aun que era algo imposible de impedir o evitar, al final el viaje continuo, ella estaba algo molesta y se le notaba demasiado, se me hace imposible hablar con ella.

Al final el viaje que continuó en silencio e incómodo por fin terminó, viajamos por las calles hasta la calle principal, y la espera acabo, ya estamos justo enfrente del esperado hotel, pero antes teniamos que estacionar el auto así que, nos adentramos hacia el estacionamiento, y buscamos un lugar para dejar el auto, cuanto encontramos por fin  un lugar libre, max freno el auto y se estacionó, asi todos bajamos del auto y max se encargo de abrir el maletero del auto.

Cada uno tomo su equipaje y nos dirigimos al hotel, caminamos por el amplio estacionamiento hacia el hotel y ya quedaba poco, luego el camino se acorto y ya estamos justo al frente de la puerta del hotel, entramos al hotel este era amplio, moderno y agradable, junto con max nos sentamos en unos sillones que estaban en la entrada del lugar mientras que Agata se encargaba de nuestras habitaciones.

Aguardamos unos minutos hasta que ella y dos chicas más caminaban junto a ella, nos hizo unas señas para que nos levantemos  y le hicimos caso, y cuando estuvo lo suficientemente cerca nos habló.

—Chicos les presento a Mika, ella es mi secretaria, y Mika ellos... Son mis parejas.

—¡¿Que?, ¿Ellos dos?!.

Se quedó boquiabierta y realmente sorprendida después de escuchar las palabras de Agata, pero como pudo nos extendió su mano para saludar y nosotros hicimos lo mismo amablemente.

Agata estaba casi roja avergonzada de haber dicho que los dos éramos sus parejas, pero fue tan tierno y lindo, totalmente adorable me muero por ese encanto que ella tiene, la otra chica le entrego una tarjeta a mika y se retiro.

Juntos nos encaminamos hacia el elevador, Mika y Agata estaban pegadas hablando casi susurrando, pero aunque lo hagan era obvio de que hablaban, mika preguntaba como agata pudo conseguir novio pero no uno sino dos, con total sorpresa.

Quería escuchar y saber que le preguntaba a Agata para ponerla tan nerviosa pero no puedo. Solo estoy concentrado en una cosa, y con mis ojos pegados en ese hermoso culito de Agata, con ese short tan corto y toda su piel palida expuesta, tenia tantas ganas de apretar esos grandes muslos, ese trasero tan carnoso, y max claramente noto lo que yo veía, porque me dio un suave codazo.

— Auch, ¿Que? —susure.

—Deja de mirarla así —susurro.

—¿Como la estoy mirando?.

—No tienes caso.

Rodó los ojos, y suspiro, ¿que tiene de malo?, tiene algo de malo desearla tanto, quererla, amarla, y romperla en dos a la vez, supongo que si, me quede pensativo.

Hasta que el elevador paro, e indico que habíamos llegado a nuestro piso, caminamos por el extenso pasillo hasta parar enfrente de una puerta, mika le entrego la tarjeta a agata y se despide de nosotros.

Entonces Agata se encargo de abrir la puerta de la habitación, y al entrar a la habitación Agata chillo de alegria por lo linda que era, y no lo voy a negar era linda esta tenía todo el piso de una alfombra peluda de un color celeste, un ventanal enorme, con una vista hermosa hacia afuera, una cama enorme con muchos almohadones sobre ella de colores blancos y grises, una televisión bastante grande también, luego en una esquina estaba un armario, y al lado de esta habia una puerta, que estaba entre abierta y se podía apreciar el baño.

Con azulejos blancos, el lavamanos de un mármol también celeste, abajo con unas puerta y cajones de madera, un espejo redondo bastante grande y ancho, unas toallas colgando de los cajones de color bordo, y una tina.

Agata no podía parar de decir, “que lindo”, “wow es hermoso”, “le voy a sacar una foto”, entre otras cosas más, era tan tierna. Totalmente encantadora. Luego max tomo su equipaje y lo guardo en el armario, y bueno... yo tuve que hacer lo mismo, luego Agata se tiró sobre la cama completamente feliz.

—¿Los tres dormiremos en la misma habitación? —pregunto max.

—Sip —responde.

—¿Y ahora que hacemos? —pregunte.

—Tengo que ver la librería, pero estoy tan cansada que prefiero quedarme en esta cama taan cómoda —responde.

—Bien, haremos eso por unas horas y luego iremos a ver la librería, ¿les parece? —max se dejó caer sobre la cama.

—¡Si! —respondimos al unisono.

Max se acostó sobre el lado derecho y yo en el lado izquierdo, mientras que Agata quedó en el medio, los tres nos pusimos a ver nuestros celulares por unos treinta minutos, cada uno estuvo con lo suyo, hasta que a agata se le ocurre la idea de encender la televisión, la enciende y empieza a cambiar de canales, dejo mi celular para prestarle un poco de atención.

Una rosa para dos hombres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora