capitulo 14

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(Punto de vista de Dimitry)

Hace días que estoy lejos de mi princesa, pero hoy por fin estoy volviendo, es totalmente agonizante el hecho de no estar con ella en todo momento además de que está con el imbécil de max, espero que en el tiempo que me fui la estuvo tratando bien, aparte Zeus está desesperado por verla y yo todavía aún más, extraño su hermosa carita toda angelical.

Pero antes de poder ir a su casa todavía tengo que dejar a Joaquín en la mansión, ¡que molesto!. Pero podría dejarlo en la calle principal y que él solo se arregle. Frene el auto de golpe.

—Aqui te dejo —ordene.

—¿Que?, pero...

—¡Bajate!.

A regañadientes se bajó y nuevamente aceleró el auto con el rumbo hacia su casa, solo quedan unos minutos hasta llegar a casa, la emoción me invade completamente de pies a cabeza, y por fin los minutos que me parecen eternos terminaron porque ya estaba justo enfrente de casa, estacione el auto y baje de el, primero mis pasos fueron lentos hasta que sin darme cuenta me apresure.

Abrí la puerta y los ví sentados en el sofá a punto de comer, pero los dos miraron en dirección a la puerta, los ojitos de Agata destellaron como dos estrellitas, ella se levantó del sofá y camino apresurada hacia mi, y me abrazo.

Su abrazo se siente tan pequeño con esos bracitos envolviendo mi cintura, y yo devolví el abrazo y la envolví en mis brazos, su agradable esencia me invadió las fosas, y...

¿Que?.

Este es el aroma de ella combinado con el aroma de... Max.

—¿Los dos tuvieron... Sexo? —pregunte.

Ella soltó su agarre de mi cintura y se alejó para luego mirarme y abrió la boca para hablar pero max la interrumpió.

—Si.

—Si.. —contesto susurrando.

Un inmenso calor me recorrió el cuerpo, mis puños se apretaron de la rabia, Zeus está totalmente loco por salir, estoy luchando para no dejarlo tomar el control, el es totalmente peor que yo cuando pierde la cabeza.

Me aparte de ella y camine hacia Max que hace rato se había levantado del sofá, cuando me acerque note que no era max porque el color de sus ojos era diferente, sabía que era Hades con el control y eso hacia que zeus deseara todavia mas obtener el control, lo agarre del cuello de su remera.

—Eres un hijo de puta.

—Debes calmarte —expreso Agata.

Seguí firme con mi agarre en el cuello de su remera, no podía creerlo este imbécil tiene una sonrisa tan egocéntrica.

—Deberías hacerle caso.

Eso fue como echar leña al fuego, la sangre me empezó a hervir de la ira, y no puedo pensar en nada más que moler a golpes a este estúpido, y esa sonrisita se la voy a quitar a golpes.

Lo empuje bruscamente hacia atrás.

—¿Que mierda te pasa?, yo... Realmente la quiero, ¡me pertenece!.

—¡No es ningún objeto y lo sabes!.

—¡Pero es Mi mate, MI pareja!.

—¡Dejen de pelear! —intervino

—¡Creo que es mejor que ella elija, ella debería saber con quién quiere estar! —declaro Hades.

Con lo que dijo me parecía justo que ella debía decidir elegir, pero eso no evitaba que estuviera enojado y con ansiedad, entonces los dos decidimos callarnos las bocas y centrarnos en lo que ella debería decir, pusimos nuestras miradas en ella, y su expresión estaba nublada de tristeza, los tres nos quedamos callados por unos minutos, ella se veia tan confundida y sin saber que hacer hasta que por fin su boca pronuncio algo.

—Yo... Me siento atraída por los dos, y si tengo que elegir no puedo hacer eso, los dos me gustan por igual, cada uno tiene algo especial que me hace feliz, pero si tengo que elegir prefiero quedarme sola —declaro con los ojos vidriosos.

Trague la saliva en seco y me quedé sin palabras, ¿si ella decide no elegir a ninguno eso significaba que nos rechazo?, mire a Hades y claramente estaba triste pero molesto la vez penso que ella lo elegiría a el, esto no iba a funcionar ninguno de los dos iba a ceder en compartir y menos a una chica tan especial como ella.

Ella se dejó caer sobre el sofá y se llevó las manos a la cara para tratar de secar, parar sus lágrimas que parecían no tener fin, Hades se llevo una de las manos al pelo parece confundido, y empezó a caminar por la sala de estar pensativo, pero ver esa escena de mi mate, mi princesa totalmente mal me rompe el corazón en mil pedacitos, a mi que no me gustaba verla así al final terminé haciendo lo mismo, que idiota. ¿Pero que carajos se supone que debemos hacer?. Esto es tan difícil y complicado.

Pero si tener a los dos la hace feliz yo estaría dispuesto a darle esa felicidad aún que no me guste para nada la idea, y preferiría millones de veces otra situación que está mierda, pero supongo que por ella esta bien, mientras que yo pensaba zeus se enlazo conmigo.

—No me gusta la idea de compartir pero... Si eso la hace feliz.

—¿Estas de acuerdo conmigo?.

—Si, y luego a futuro podríamos ver cómo nos va.

—Entonces está bien.

Con eso cerré nuestro enlace, entonces estaba de acuerdo con esto pero aún así la idea es complicada, pero juntos lo vamos a resolver. Deje de prestar atención a lo que Hades hacía y en lugar de eso puse toda mi atención en mi princesa, que necesitaba calmarla, me acerque hacia el sofá y me incline hasta quedar arrodillado enfrente de ella, corrí los mechones rubios de cabellos para lograr mirar esa linda carita, esos ojitos almendrados, con esa largas pequeñas oscuras, y esa pequeña nariz acompañada de unos labios carnosos rosita.

Me miró fijamente con lágrimas cayendo de sus ojos, deposite un pequeño beso en sus mejillas y poco a poco empecé a limpiar sus lágrimas, luego me aleje y decidí decir lo que pensaba.

—Yo no te pido que elijas, por mi está bien tener una relación conmigo y con max —comente.

Sus ojos se abrieron de par en par y se quedó sin palabras, pero alguien si tenia algo que decir.

—¿Que?... No decidas por nosotros —reprocho Hades.

—Entonces es mía.

—No.

En ese momento de tensión ella soltó una carcajada ruidosa y decidió hablar.

—¿Realmente están bien con esto? —pregunto.

—Si —respondimos al unisono.

Digamos que las cosas estaban mejor pero no sabía lo que pasaría en el futuro, y prefiero no saberlo al menos por ahora, este momento está perfecto.

Una rosa para dos hombres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora