capitulo 21

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(Punto de vista de Agata)

Empecé a sacar muchísimas fotos, quería mandárselas a...  mis familiares pero luego me daba cuenta que la relación con ellos ya no era la misma de antes, mis lazos con ellos estaban perdidos, es triste y decepcionante que mis pequeños logros ya no pueda compartirlo con ellos.

—¿Que pasa?, ¿Por qué pareces triste?.

—¡No es nada! —dibuje una sonrisa en mi rostro tratando de ocultar la nostalgia.

—Algo tienes.

Suspiré—Quería mandarles fotos del lugar a mis padres pero justo recordé que la relación no es la misma, es... Complicado —mire hacia el piso y tome unos de mis mechones de cabello y empecé a jugar con el.

Unos pasos se acercaron hacia mi, mire las zapatillas que tenía enfrente y supe quién era, y sin aviso empezó a acariciar mi cabello tan dulcemente, era tanta la dulzura que me hacia tener tantas ganas de llorar pero me contuve, alce mi vista para mirarlo.

—Eres tan fuerte —me miro con adoración—Además ahora nos tienes a nosotros para compartir toda tu vida.

Lo envolví en mis brazos, y el hizo lo mismo, su calor, su cercanía, sentir su pecho y el mio, me reconfortaba, me hacia sentir segura, pronto unos de sus brazos dejo de tocar mi espalda, no sé que hizo pero luego de eso, otros pasos se escucharon acercase hacia nosotros, y unos cálidos brazos me rodearon, y el aroma de max me abrazo.

Me quedé tan feliz y relajada pero luego un escalofrío me recorrió el cuerpo, como si fuera una corriente que paseaba de pies a mi cabeza cuando sentí un bulto en mi espalda baja, mientras que otro me presionaba el vientre, y la sangre otra vez comenzaba a subir a mi cabeza, y mi pulso se aceleraba.

—Chicos...

Los dos me soltaron algo avergonzados, dimitry se llevó una de sus manos a su cara y max se rascaba la cabeza totalmente avergonzado y con el ceño fruncido, parecía enojado, es gracioso.

—Volvamos al hotel.

—Si... —respondieron al unisono.

Mi cabeza solamente daba vueltas y vueltas después de lo sucedido, que ni siquiera supe que ya estabamos en la habitación del hotel, max entro al baño mientras que dimitry se dejó caer sobre la cama nuevamente, lo mire y este parecía acalorado, lo escanee con la mirada hasta que mis ojos vieron ese bulto que tenia en los pantalones.

Era enorme, mordí mi labio inferior, tenía tantas ganas de probarlo, y esas ganas se iban apoderar de mi o más bien ya estaba poseida por mi deseos.

Solté las bolsas dejándolas caer al suelo, me acerque lentamente hacia la cama, al tiempo que yo me acercaba, el sonido del agua dejandose caer en la tina llenaba la habitación. Creo que dimitry no está consciente de esa enorme cosa que quiere salir de sus boxer. Que necesita mi atención. Me llama. Me subí sobre la cama y como una perrita ansiosa me acerque a cuatro papitas.

Hasta que lo tuve lo suficientemente cerca, lo mire deseosa, luego desabroché sus pantalones, y eso hizo que dimitry me notará, le eché un vistazo y me miró con una expresión llena de confusión, y eso me parecía divertido. Volví a centrarme en su polla que me estaba llamando.

Baje la cremallera de sus pantalones, dejando ver sus boxers negros con un elástico blanco, la iluminación en la habitación eran tan buena, cálida, que podía ver la forma tan hermosa de su pene, con la punta de su polla humedeciendo sus boxers.

Baje su boxer haciendo que esa polla saltará de estos boxers, era larga, gruesa y venas hinchadas envolvían a su pene, y su punta ancha goteaba de un pre semen, lo agarre con una de mis manos y lo acaricie, moviendo mi mano de arriba hacia abajo lentamente, mientras hacia esos movimientos le eche una miradita a dimitry, este estaba fijo mirando mis manos y como se movian en su pene, con la mandibula apretada, y su respiracion desordenada, con sus manos aferradas a la cama.

Es lindo.

Entonces se me ocurrió la idea de hablar con Zeus.

—Quiero hablar con Zeus —susurre.

Suspiro —¿Para... que? —susurro.

—dejame hablar con el o dejo de masturbarte.

—Bieen...

Sus preciosos ojos azules se volvieron oscuros, tan oscuros como la noche, y supe que era el, moví mi mano con un poco más de rapidez.

—Mierdaa —echo la cabeza hacia atrás.

—No usaré brasier.

—Eso... no tiene nada que ver justo... ahora —respiro fuertemente.

—No me vas a obligar a usarlo.

—Eres una manipuladora.

Me posicione entre sus piernas para estar más cómoda, y luego abrí la boca tanto como pude y metí el gran pene que tiene, en mi boca, en esta posición era facil verlo luchar con sus pensamientos, y como tenia el ceño fruncido, su pecho subió y bajaba de tanta excitación, lo disfruto tanto.

Empecé a chupar, succionar y pasear por ese largo y ancha polla mi lengua, mojando con mi saliva la polla, luego de eso comencé a mover mi cabeza de abajo hacia arriba, y mis manos acompañaban mi boca acariciando el largo, con rapidez para hacer que se venga en mi boca, disfrutaba verlo tan exitado, respirando por ratos fuertemente.

—Espera... Creo que —Suspiro.

Me aleje rápido, haciendo que mi boca abandonara su polla, un hilo de saliva conectaba mi boca y su polla, luego con rapidez puse la palma mi mano en la punta de su polla para no permitir que el se corra, y este me miró con súplica.

—No, no puedes venirte sin mi permiso —recalque.

—Te lo suplico preciosa.

—te voy a dejar, si me prometes que no me vas a obligar a usar ese maldito brasier.

—Si, si, te... lo prometo —suspiro.

Sin más saque la mano de su punta, lo volví a introducir en mi boca pero está vez mis movimientos fueron más agresivos, la metí completamente en mi boca y con brusquedad, que está me llegó hasta la garganta casi atragantando con ella, mis lágrimas cayeron y empaparon mis mejillas, y justo en ese momento lo senti venirse, chocando su semen caliente directamente con mi garganta, todo lo que su pene expulsó, me trague todo. Fue delicioso.

Una rosa para dos hombres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora