capitulo 19

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Freen POV.

-¡Hola, mi amor! - Rebecca habló de forma alegre mientras entraba por la sala y se arrojaba en el sofá a mi lado. Como siempre hacia, me dio un beso cariñosa y, siguiendo su más reciente manía, levantó mi abrigo y besó mi barriga, hablando con ella como una loca habla con cualquier objeto inanimado. - Hola, linda.

-Tardaste hoy. - Dije, olvidando la película que pasaba en la televisión, rogando para que mi voz no hubiera mostrado toda la hostilidad y la ansiedad dentro de mí.

-Tuve varias reuniones de emergencia. - Ella dijo, desanimada. - ¿Te dio mucho trabajo hoy?

Cada vez que Rebecca hablaba de "ella" conmigo, se refería a nuestra hija. Lo había aprendido en las últimas semanas.

-No. Hoy fue un día tranquilo. No vomité ninguna vez. - Respondí, observándola agarrándose a mí y frotando la cara una vez más en mi ombligo. Su nariz hizo un poco de cosquillas en mí, así que me estremecí involuntariamente. Mi escalofrío, sin embargo, no pasó desapercibido por ella.

-Que bien. - La oí decir, mientras se alejaba repentinamente. Sentí el rechazo otra vez, y otra vez contuve las ganas de llorar y agredirla. - Voy a bañarme. El día de hoy fue agotador...

-Como todos los demás. - Dije de forma amargada. Ella notó mi mal humor, pero no dijo nada, volviéndose para ir al baño de su habitación.

Fue el baño más largo que Rebecca tomó en la vida. O tal vez hubiera durado lo que sus baños solían durar, pero dado mi estado de ansiedad, ella parecía estar encerrada en el baño hacía unas semanas. Estaba a punto de golpear la puerta, fingiendo estar pasándola mal, pero me contuve. Esperé pacientemente o casi sólo queriendo que ella saliera pronto y disminuyera mi ansiedad. Necesitaba conversar con ella.

Caminé por el cuarto, tratando de contenerme. Me quedé así por unos minutos, hasta que finalmente tuvo la bondad de unirse a mí otra vez.

-¿Está todo bien? - Preguntó, observándome en el rincón de la habitación, con los brazos cruzados.

-Quiero que te sientes. - Dije, sin rodeos.

-¿Por qué? - Ella replico, su voz sonando un poco preocupada.

-Porque quiero conversar contigo.

Ella me miró ansiosa, y, tomada por la curiosidad, se sentó en la punta de la cama, sólo para que yo hablara pronto.

-¿Qué pasó? ¿Es algo con ella?

-No, ella está muy bien. - Respondí, sintiendo que mi sangre comenzaba a hervir.

-Entonces, ¿qué fue? ¿Quieres algo?

La miré por un momento, tratando de encontrar las palabras correctas para comenzar esa conversación.

-Quiero. Quiero una cosa.

-¿Qué es? - Se apresuró a hablar. - Sea lo que sea, sabes que puedes pedirlo...

-Quiero sexo.

Eso puede haber parecido un poco inapropiado, pero no me importó mucho. Lo importante era pasar el recado, de la forma más limpia y clara posible.

Como Rebecca no respondió, finalicé mi pequeño discurso.

-Ahora, si es posible

-Aham... Es que... - Ella dijo, moviéndose en la punta de la cama y mirando la pared opuesta. Pero yo ya estaba preparada para la excusa que vendría a continuación, fuera la misma. - Es que... Mi cabeza, me está matando...

My sweet prostitute (adaptación Freenbecky) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora