Rebecca POV.
La mañana siguiente a nuestra boda comenzó perfecta, aunque nada fuera de lo normal hubiera ocurrido. El simple hecho de tenerla allí a mi lado, durmiendo, linda como un ángel, ya era suficiente para ponerme bien. Su maquillaje, aunque más débil, se mantenía perfecto. Sus cabellos estaban sueltos, y traté de recordar en qué momento de la noche anterior había deshecho su trenza. Él perfume de almendras parecía débil en comparación con el perfume natural que su piel emanaba. Ella estaba tranquila, respirando despacio, y el movimiento de ascenso y descenso que su pecho hacía era un poco hipnótico. Incluso inconsciente, Freen parecía feliz, y eso me hizo sentir una paz de espíritu tan grande que, de repente, me di cuenta de que podría pasar el resto de la vida allí, de esa manera, viéndola no hacer nada.Pero el algún momento ella se despertara. Y cuando eso sucediera, yo quería estar preparada. Era divertido como me sentía dispuesta a parecer la mejor esposa del mundo para ella, e igualmente era gracioso el hecho de que creía que realmente podía serlo. Había prometido a ella y a mí misma que cuidaría de ella para siempre, y siempre la haría feliz. Era una de las pocas promesas que había hecho a alguien algún día, y sería quizás la única que realmente cumpliría.Contra voluntad, me levanté de la cama y caminé hasta el baño para un baño tibio, teniendo cuidado de no despertarla. Todavía dormía en la misma posición cuando regresé a la habitación. Escogí un pantalón de chándal cualquiera para vestir y recogí del suelo nuestras prendas, olvidadas la noche anterior, saliendo enseguida.Descendí y me prepare el mejor desayuno que conseguí hacer, con jugo de manzana y fresa, tostadas, dos tipos de mermelada, chocolate y galletas. No sabía de dónde había surgido todo, pero sólo pude pensar que algo tenía que ver Taylor. Me senté en la cocina y comí distraídamente, tratando de recordar todos los detalles de nuestra fiesta de bodas, pero sólo consiguiendo recordar siempre lo mismo. Ella. Y de cómo ella era maravillosa. Y de cómo me sentí al verla caminando hacia mí, aceptándome, aceptando ser mía. Y de cómo todo parecía girar alrededor de ella de una forma natural. Y de cómo la amaba.Sentí una nostalgia de repente, como si estuviéramos lejos hace tiempo suficiente. Puse en una bandeja todo lo que conseguí y subí con ella a la habitación, sin pensar que Freen ya había despertado a esa hora. Para mi felicidad, ella se estaba estirando alrededor del edredón como una gata mansa y la mejor parte: completamente desnuda. Por un buen tiempo todo lo que conseguí hacer fue admirarla en la puerta, con la bandeja todavía en las manos. Me alegré cuando no hizo mención en cubrirse al verme allí. -Buen día. - Ella susurró contra la almohada, medio de bruces, mirándome con aquellos ojos castaños perfectos.-Lindo día. - Respondí, dejando la bandeja en el colchón a su lado y besando suavemente su espalda. - ¿Con hambre, Sra. Armstrong?Ella escondió la cara y soltó una risa baja, pero suficientemente alta para que yo oyera y me enamoré aun más.-Lo estoy. Tu hija se está moviendo con mi apetito.No sabía por qué todo lo que ella decía me hacia derretirme, pero oírla referirse a su barriga de esa forma definitivamente me dejó más tonta que nunca. Cuando Freen se volvió barriga arriba, fui tomada por una voluntad inmoral de agarrarla y llenarla de besos, pero todo lo que hice fue besar su barriga.-Ella está muy quieta... - Comencé, extendiendo mi mano allí, y como si fuera una respuesta a mi constatación, sentí inmediatamente una minúscula patada.-Creo que quiere conversar.-Bueno... buen día, princesa.Al sentí más una patada como respuesta, sonreí involuntariamente. Era claro que ella no me estaba respondiendo, pero era como si estuviéramos hablando, y esa pequeña interacción entre nosotros me estaba dejando feliz como una niña en vísperas de Navidad.Me incliné hacia la barriga de Freen y empecé a decir cosas completamente sin importancia, con la intención de hacer que mi voz vibraría cerca de mi hija. Siempre que me callaba, pensando en el próximo tema a abordar, sentía una pequeña patada como forma de protesta a mi silencio, y entonces volvía a decir cualquier tontería. A esa altura, Freen ya había alcanzado la bandeja y tomó una tostada para comerla, probablemente esperando que dejara de hacerme la loca hablando con su ombligo.-Voy a fingir que no me siento excluida con esa relación de ustedes. - Ella soltó de repente.-¿Tienes celos? - Le pregunté de manera divertida.-Es obvio que los tengo.-¿De mí o de ella?-De las dos.Solté una carcajada baja, besando su barriga con calma.-Cuando ella nazca no vas a poder estar lejos de ella. ¿Crees que no lo sé?-Bueno, es verdad. Pero creo que puedo estar dos o tres semanas lejos si va a quedarse contigo. - Puntué besando otra vez su barriga y formando una pista de besos hasta un punto cercano a uno de sus senos.-Espero sepas que voy a cobrar eso. - Ella dijo de forma sencilla, un poco sonrojada.Besé suavemente el pezón izquierdo, levemente excitado. Ella se rió bajo, y el sonido leve de su carcajada me hizo sentir un poco más feliz. Jugué con la lengua en el otro seno, de una forma aún suave, y ella se movió otra vez. Y cada vez que ella carcajeaba sentía que la amaba un poquito más.-Me estás poniendo excesivamente romántica. - Hablé aún contra su piel, apoyando la barbilla en su pecho y sonriendo sin motivo.-La culpa no es mía si estás completamente enamorada de mí. - Ella respondió en tono de broma.-Es claro que es tuya. ¿De quién más sería?-Tuya, que de dejaste llevar por mi encantos.Reí como una tonta enamorada, sin tener ningún argumento inteligente listo.Ella hizo un poco de fuerza y me sacó de encima de ella. Me giré hacia el lado y deje que Freen se levantara, caminando al baño, y todo lo que conseguí hacer fue mirar su movimiento natural y perfecto como una pervertida.-Eh, tengo que tomar un baño. - Ella dijo con una sonrisa medio provocativamientras se volvía otra vez. - ¿Quieres ayudarme?-Hum, depende. ¿Vas a dejarte enjabonar o sólo voy a poder verte? - Pregunté sólo por preguntar. Cualquiera que fuera la opción que me diera, yo aceptaría.-Me encantaría se enjabonada. Pero tendrás que frotar bien...No necesitó terminar la frase. Yo ya estaba de pie a su lado.
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My sweet prostitute (adaptación Freenbecky)
FanfictionRebeca Armstrong es una mujer intersexual. Pero eso no hizo diferencia en su vida, es una gran empresaria Freen es una prostituta de lujo, que al sentirse mal con este tipo de vida, siempre busca una salida El destino se encarga de juntar a estas do...