𝙃𝙚𝙚𝙨𝙚𝙪𝙣𝙜!

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Semanas atrás....

Lee Heeseung era un estudiante bastante problemático.

A pesar de provenir de una familia con una reputación cuestionable, conformada por su padre, su hermano mayor y él mismo, se rumoreaba -incluso el propio Heeseung lo admitía- que pertenecían a una de las pandillas más peligrosas de un barrio poco conocido en Seúl. Esta fama le impedía a Heeseung tener amigos, ya que su presencia no inspiraba confianza entre quienes lo rodeaban, sobre todo al saber que formaba parte de un grupo dedicado a actividades ilegales.

Claro que tenía sus buenos amigos...pandilleros, claro.

Tampoco es que le diera mucha importancia.

A Lee no le preocupaba no tener amigos en el instituto, tampoco es como si les agradaran mucho. Pero académicamente hablando, Lee se veía en la obligación de simplemente utilizar su técnica de manipulación o amenazas para unirse a grupos de trabajo o parejas. Sin embargo, rara vez colaboraba o aportaba algo realmente significativo en dichos grupos.

Seamos serios. El nunca hacía nada.

Los demás preferían que fuera así, ya que el simple hecho de tener a su compañero, mal educado y pandillero, en sus casas era un riesgo que preferían evitar, por lo que optaban por ignorarlo para prevenir un desastre total.

Simplemente temían de él.

Desde que Nishimura Riki ingresó al instituto, Heeseung lo había notado desde lejos. Aunque a primera vista parecía un estudiante más, él era capaz de reconocer con facilidad a sus compañeros y demás estudiantes de la institución.

Ese día, había decidido saltarse la primera clase y aprovechar para dormir un poco más en el salón abandonado de arte al que siempre solía acudir cuando necesitaba descansar. Sin embargo, finalmente optó por irse y faltar a esa clase.

Conforme pasaban los días, Heeseung se dio cuenta de que necesitaba una nueva rata de estudios que le ayudara con sus tareas del instituto. Aunque tenía varias opciones entre las cuales elegir, uno en especial llamó su atención: Nishimura Riki. Se destacaba por encima de los demás, incluso de Sunoo, su compañero que siempre lo acompañaba.  No decía que Sunoo no fuera inteligente, simplemente por alguna razón ese tal Ni-ki le llamaba la atención y realmente no sabía por qué.

Sí, él sería el indicado.

Una mañana, decidió seguir a Ni-ki, quien caminaba en dirección hacia la biblioteca. Parecía ser su día de suerte, ya que Sunoo no había asistido a clases en los últimos días, dejando a Ni-ki completamente solo. Era extraño, ya que el mencionado nunca solía faltar, pero poco le interesaba.

Era la hora del recreo y la biblioteca estaba casi, por no decir vacía. Vió a Ni-ki sentarse frente una mesa, sacando libros y útiles de su mochila, y decidió que era el momento de entrar.

Heeseung se acercó a Ni-ki sin rodeos, con una mirada desafiante en sus ojos.

—A partir de ahora serás tú el que haga mis deberes de la escuela.- le dijo con tono autoritario.

Ni-ki, sorprendido por la petición de Heeseung, lo miró y recordó algo que Sunoo le había contado anteriormente.

Flashback...

Ni-ki y Sunoo caminaban por los pasillos del instituto, buscando un lugar cómodo para pasar el recreo. Mientras conversaban animadamente, sus pasos los llevaron a un rincón apartado donde vieron a un grupo de estudiantes intimidados ante la presencia de un chico alto y fornido.

Ni-ki frunció el ceño y miró a Sunoo preguntando quién era ese chico que parecía tener a todos bajo su control.

¿Que pasa Sunoo hyung? ¿Quién es ese chico y porque los está molestando?

Sunoo suspiró y le contó la historia de Heeseung, un estudiante poco ejemplar que pertenecía a una pandilla callejera de un barrio de mala muerte en Seúl.

—Lee Heeseung, es conocido por su temperamento explosivo y su actitud desafiante. Se metió en problemas desde muy joven y terminó en esa pandilla para sentirse protegido en las calles. O eso dice la gente, su reputación lo sigue a donde quiera que vaya— explicó Sunoo con cautela.

Ni-ki asintió con seriedad y observó a Heeseung y a los estudiantes a su alrededor, quiénes se notaban incómodos e inseguros. Aparentemente peleaban por un accidente, habían derramado una bebida en la chamarra de Lee Heeseung.

Intentemos a toda costa no acercarnos a el ¿Si, Ki? A pesar de que estemos en el mismo salón.

Ni-ki asintió.

—Cuando Heeseung entró al instituto, había terminado el sexto grado. Por lo que su padre lo obligó a ir al instituto específicamente al curso de primer año. Heeseung tenía la edad de 16 años cuando eso pasó.—  agregó.

Era lamentable.

Ni-ki no dijo nada y los dos chicos continuaron caminando por los pasillos, evitando la mirada de Heeseung y manteniéndose alejados de cualquier problema. Aunque la curiosidad de Ni-ki lo llevaba a querer saber más sobre Heeseung, decidió seguir el consejo de Sunoo y mantenerse alejado de él.

Al final, Ni-ki y Sunoo encontraron un lugar tranquilo para pasar el recreo.

Fin del flashback.

Ni-ki entró en pánico e intentó negarse.

— Lo siento, no te entiendo ¿Por qué de repente tengo que hacer tus tareas?

Heeseung se acercó amenazadoramente e intentó burlarse del castaño.

—¿Qué pasa? ¿acaso no eres lo suficientemente fuerte para hacerlo? Te observo desde hace rato, eres tan frágil y débil, lo harás porque lo digo yo, bonito. ¿Captas?

Ni-ki se sintió aterrado e incomodo con el acoso de Heeseung y trató de alejarse mientras sentía sus ojos picar.

Heeseung lo agarró del brazo con fuerza.

—¡No te muevas, te dije que lo hagas! Si no lo haces, te aseguro que te arrepentirás — amenazó Heeseung.

Ni-ki se sintió impotente y humillado, pero sabía que no podía hacer nada en ese momento, más que acceder. No podía articular palabra alguna debido al miedo que sentía, solo quería que el contrario lo soltara y le dejara irse.

—Dejaras de hacer mis deberes hasta que yo te lo diga.— dijo mientras lo soltaba.

Visualizó a Ni-ki, quién acariciaba la parte de su brazo en la que el mayor le había tomado de manera rústica.

Luego de haber convencido, o mejor dicho, obligado a Ni-ki salió de la biblioteca dejando a un castaño tirado en una de esquina del lugar, mientras lágrimas manchaban sus lindas y ahora rojitas y palpitantes mejillas.

Era una imagen devastadora.

Imagen que más adelante el más alto no olvidaría.

🍥

Lo siento, pero me sentí en la obligación de redactar la perspectiva de hee. O bueno.
En realidad en este capítulo se narra desde la perspectiva de los demás hacia Heeseung, según lo que esté aparenta ser y lo que dice de su vida a los demás.

𝑪𝒐𝒏𝒇𝒖𝒔𝒊𝒏𝒈 𝑶𝒍𝒅𝒆𝒓 𝑳𝒖𝒗; 𝑯𝑶𝑶𝑵𝑲𝑰.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora