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Luego de esa inesperada e indeseada visita de la Señora Park, Sunghoon se quedó en su habitación el resto del día.

Se dió una larga ducha, se cambió de ropa y a la hora de la cena decidió salir para hacer algo de comida e inspeccionar que su madre no hiciera ninguna locura en contra de su voluntad.

Al estar fuera de su recámara pudo notar que su madre no estaba en la sala, por lo que fue a buscarla para preguntar que le apetecía de cena, o si no quería cenar.

-— ¿Dónde se ha metido esta mujer?

Buscó por todos lados pero olvidó por completo que le había dejado a disposición una habitación, el pelinegro volteó los ojos.

Se dirigió a el área de recámaras para "huéspedes" y se detuvo frente a la puerta cuando escuchó a su madre hablando por teléfono.

— Ya te dije que no tardaré más de dos semanas, le diré que mañana iremos a visitar a Jongseong, es su debilidad.

Sunghoon frunció el ceño, ya sabía el que su madre traía algo en manos. Era muy extraño que le haya visitado y obviamente no se tragó esa mentira de que "vino a ver a su hijo."

— Si, yo tampoco puedo esperar. Pronto volverá con nosotros.

El pelinegro hizo un ruido a propósito para que su madre pudiera escuchar y retomó su caminata en dirección a la cocina restándole importancia a los planes y prejuicios de su madre.

— Te llamaré otro día. — dijo, luego de colgar tiró su celular a la cama y salió de la habitación.

— ¿Ya terminaste de hacer planes con mi vida? —dijo Sunghoon dándole la espalda a su madre, quien estaba dispuesta a sentarse del otro lado de la meseta.—Voy a hacer la cena, ¿se te antoja algo en específico?

— Oh no, como crees. Todavía no termino. —dijo con un tono sarcástico. — Tengo apetito de cualquier cosa que mi amado hijo me prepare.

— Cualquier cosa que te traigas en manos no funcionará conmigo.— caminó hasta el refrigerador para sacar algunas cosas. —No volveré con ustedes ni mucho menos.

— Puedes estar tranquilo, no me meteré en tu vida... por ahora.

— Si, claro. ¿Vino? —preguntó el pelinegro señalando la botella de vino tinto sobre la meseta.

Por mucho que le molestaran las cosas que hacía y decía la Señora Park, Sunghoon tenía muy en claro que después y a pesar de todo esa mujer seguía siendo su madre. No le faltaría el respeto y le trataría bien, porque el es un hombre de principios, a demás de profesor y debía dar el ejemplo. Su madre asintió y tomó la copa para que Sunghoon le sirviera.

— Mañana por la mañana me gustaría ir a la cafetería de Jongseong, quisiera verlo.

— No creo que quieras solo verlo, después de todo él te traicionó para ayudarme a huir de casa. — Sunghoon sonrió con ironía mientras picaba los vegetales.

A pesar de estar dándole la espalda a su madre, supo que ella volteó los ojos.

— Ignoraré ese comentario, no quiero empezar con esto.— se levantó de la silla en donde estaba, vió como Sunghoon la miró de reojo. — Estaré en el balcón, puedes llamarme cuando la cena esté lista.

— Está bien, madre. —eso último lo dijo con un tono más profundo que el de su voz normal . Sabía los puntos débiles de su madre.

Y, ¿Cómo no saberlos? Después de todo Sunghoon debía saber y pensar todos los siguientes pasos de sus padres debido a su carácter fuerte y estricto. Pensaba que debía conocerlos bien y obedecer sus órdenes para hacer las cosas más fáciles y que sus progenitores estuvieran orgullosos de él. Incluso, el pelinegro desarrolló una especie de apego ansioso-evitativo hacia ellos que todavía estaba en él, pero era bastante bueno controlando esos impulsos y pensamientos.

𝑪𝒐𝒏𝒇𝒖𝒔𝒊𝒏𝒈 𝑶𝒍𝒅𝒆𝒓 𝑳𝒖𝒗; 𝑯𝑶𝑶𝑵𝑲𝑰.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora