𝑪𝒐𝒏𝒇𝒖𝒔𝒊𝒏𝒈 𝑶𝒍𝒅𝒆𝒓 𝑳𝒖𝒗; 𝑯𝑶𝑶𝑵𝑲𝑰.

013

Tal y como Sunghoon lo planeó, invitó a Ni-ki a la pista de hielo.

Si bien al castaño le pareció un poco extraña la invitación de igual forma se había emocionado. Debía admitir que estaba un poco nervioso ya que él nunca pisó una pista de hielo en su vida, pero trató de ser positivo y tomárselo con calma, después de todo Sunghoon lo cuidaría; según lo que hablaron la última vez que se reunieron en la cafetería de Jongseong. Ni-ki sentía que el pelinegro se comportaba como un hermano mayor, o algo así. De vez en cuando lo miraba de una manera tan extraña que hacía sonrojar a Ni-ki, o decía cosas sobre lo que traía puesto e incluso llamarlo su tipo ideal.

Más que ponerlo incómodo le aceleraba el corazón y se preguntaba cómo debería tomarse ese tipo de comentarios que el mayor le lanzaba directamente como si estuviera hablando del clima, pero admitía que le gustaba.

Le gustaba mucho.

Aparte de que claramente, tuvieron encuentros muy frecuentes en las últimas semanas aprovechando las vacaciones de invierno y a petición de Jay, llevar a Ni-ki y a sus dos amigos más cercanos a su visita los domingos sin falta para desayunar, hablar y bromear. Lo que de manera muy extraña formó un vínculo fuerte entre ellos que demostraba el progreso de su confianza y amistad. En pocas palabras, Sunghoon en vez de ser su guapo profesor de historia, se había convertido en una especie de hermano-mayor-protector, sin excluir a Jongseong ni a Jungwon quienes formaban parte fundamental de los domingos de reunión.

Ah, como daba vueltas el mundo.

— La mayoría de las veces lo primero que te enseñan para poder patinar sobre hielo es caminar como lo harías normalmente, pero con los patines. —Sunghoon estaba frente a Ni-ki tomándole la parte cercana a los codos para darle equilibrio y que no se lastimara con una caída. — Así.

— ¿Lo estoy haciendo bien? — el menor soltó una risa mientras esperaba una respuesta positiva por parte de Sunghoon.

— Si, pero pon un poco más de fuerza en tus pisadas, te dará más equilibrio. — hizo la demostración, al ver qué Ni-ki miraba mucho la parte de sus pies dijo: — Trata de no inclinarte mucho hacia delante, será más difícil controlar los patines así.

— Oh, por supuesto. — se recompuso.

— ¿Habías visitado una pista de hielo antes?

— En realidad nunca. Tuve varias oportunidades para intentarlo pero...personalmente suelo ser un poco paranoico, simplemente me daba miedo. — rió, continuando con su práctica.

— Entiendo. Yo patiné durante toda mi niñez, hasta inicios de mi pubertad.

— ¿Enserio?

— Si, tenía una gran pasión por el patinaje, digamos que fué lo único bueno que me dieron mis padres. — suspiró — Tuve que retirarme antes de cumplir los dieciséis. — el castaño detuvo sus movimientos y miró al pelinegro.

— ¿Qué? ¿Pero por qué hyung?

— Estudios. Mis padres me obligaron a dejarlo porque pensaban que el patinaje iba a ser una distracción para mí, que debía enfocarme en estudiar para ser alguien en la vida. — negó disgustado. — Básicamente se referían trabajar en la empresa de mis padres, casarme con una desconocida y aparentar ser alguien que no soy.

— Hyung yo...lo siento tanto, no debí preguntar. — respondió luego de un largo silencio.

— Tranquilo, no tienes la culpa de nada. — sonrió y pellizcó la mejilla sonrojada del contrario. — Además, no me molesta contártelo, a ti no.

— Bien, y ¿cuál es el siguiente paso?

— Pues... Empezaremos a avanzar pero despacio, reposa todo tu peso en el patín a medida que vayas tomando velocidad. — recorriendo poco a poco las orillas de la pista vacía, Ni-ki soltaba pequeños gritos de emoción al notar que era bastante bueno manteniendo el equilibrio, como buena primera vez claramente se echaba sus batiditas, pero nada grave.