Once: Secreto

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Los rayos del sol comenzaban a salir por la ventana, las desgastadas cortinas dejaban pasar la luz en dirección a la cama de Hoseok, mejor dicho en su rostro.

No pasaron algunos minutos cuando el pelirrojo pudo sentir la molestia del calor picando en su cara, y en su estómago, y en sus mejillas y en todos lados de su cuerpo, frunció el ceño.

Fue cuando abrió los ojos y pudo menormente recordar.

Estaba por terminar su celo, sino es que ya había acabado con el. Estaba recostado sobre su lado izquierdo, hacia la ventana, podía sentir sus piernas desnudas cubiertas por uno de esos shorts cortos deportivos que usaba para sus rutinas, llevaba una camiseta gigante totalmente apestado por su propio olor.

Suspiró de alivió.

Al parecer había pasado su celo sin ningún problema, eso creyó.

Tomo una larga respiración para comenzar a estirarse, se sentía completamente agotado, y ni siquiera lo recordaba, dió un pequeño gritó al sentir algo a su lado, al tocar algo con sus pies.

No supo siquiera como reaccionar al sentir algo más en su cama.

Lunas no.

¿El había pasado su celo con alguien? ¿Será que Jungkook..?

Su cuerpo se erizo de una manera que no había sentido desde hace tiempo. Había una pierna más en su cama.

¿En que momento el..?

Como su adolorido cuerpo le permitió, giró sobre sí mismo para encontrar a nada más y nada menos que a Min Yoongi dormido plácidamente a su lado.

El alfa tenía los ojos cerrados y llevaba un gesto raro en su entrecejo, su ante brazo izquierdo estaba reposando sobre su frente y su respiración era tranquila y pausada.

Sus ojos se abrieron más de lo que ya estaban.

Yoongi estaba completamente vestido, una camisa blanca de botones, que parecía ser la que usaba para ir a trabajar y unos desgastados pantalones negros.

Y ni siquiera era eso lo que más le procupaba, el hecho de que estuviera en su cama.

El lo sabía.

El debía saber ahora que era un omega.

Gimió involuntariamente de sorpresa.

Y despertó. El alfa a su lado abrió los ojos asustado ante el repentino ruido. La primera reacción de este fue voltear ante los ojos que lo veían, no pudo siquiera descifrar lo que veía.

— Yo...

— Tienes que irte de aquí. — Hoseok soltó aquellas palabras sin pensarlo.

— No no no no... espera yo...- — el sueño del que acababa de despertar pareció esfumarse en segundos cuando se incorporó rápidamente en la cama y encarar al omega. — Lunas... mira yo ayer solamente llegué del trabajo, subí a mi habitación, y en el pasillo había- había una maldito olor tan fuerte que me trajo hacia aquí, la puerta de tu habitación estaba abierta y se me hizo fácil abrirla sin mas...entonces yo... — suspiró — yo entre y te ví- te ví haciendo todas esas cosas... — sacudió la cabeza. — Cuando iba irme tú maldito y viejo piso de mierda me delató y viniste a mi arrastrandote, terminaste encima mío y yo te lleve de nuevo a la cama... — Tomó aire. — Puse una camiseta mojada en tu frente, ¡solo quería bajarte lo cliente! ¿Esta bien? — dijo, estaba completamente nervioso. — Me dijiste que me quedara contigo y lo hice, estúpidamente. Después tú ya estabas sobre mi y no dejabas de moverte encima mío. — lo último lo dijo casi en un grito, un reclamo.

Un omega reservado⁰² [yoonseok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora