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Las piernas canela del omega estaban abiertas y apoyadas en sus rodillas, mientras que su mano derecha pasaba por debajo de si, llegando a su culo que lo mantenía al aire, ya había pasado un buen tiempo en el que se preparo, fue su último celo en el que el se tocó de esa manera y permitió darse el placer que tanto estaba buscando, no era un maldito necesitado (eso creyó) pero tampoco iba a pribar a su cuerpo de tal placer como ahora mismo.
Y ahora mismo parecía una fogata andante, había algo, o tal vez alguien que despertó en sí un calor inmenso, el no quería pensar en quién, pero su conciencia y su lobo que sobre todo se encontraba inquieto lo sabían muy bien.
El maldito de Min Yoongi.
Le calentaba la cabeza solo de pensar en ese Alfa, el no quería caer en el mismo juego por el que paso hace casi más de un año. Bueno, y tampoco no iba adelantarse, no es como si ese Alfa quisiera tener algo con el.
Se recriminó mentalmente, ¿Qué clase de mierdas estaba pensando? ¿Acaso se le había olvidado tan rápido quien era? Su lobo parecía cegado.
Su intento de auto complacerse parecía irse a la mierda, la cabeza del omega solo podía pensar en las cosas negativas que ese Alfa le podría traer a su vida.
Su celo era un completo tonto sin autocontrol, el y Yoongi podían irse mucho a la mierda.
Suspirando, abrió sus ojos llorosos y tomó el lubricante que había dejado a su lado, el maldito hecho de que oliera a menta no creía que fuera una coincidencia, ese Alfa quería volverlo loco.
Metió dos dedos de un solo tirón en su apretado agujero, el realmente estaba necesitando aquello, a la mierda las malditas preparaciones y el estiramiento, estaba loco por tener algo que lo llenara y calmara ese dolor.
Los dedos de sus pies se enrollaron, su culo se empalo en sus propios falanges al sentirlos, su ceño se frunció y sus dientes atraparon su labio inferior. Dio un suspiro de puro placer, las yemas de sus dedos tocaron ese lugar que lo hizo crisparse en su lugar, estaba siendo un maldito necesitado ahora mismo.
Y su mente era un verdadero hijo de puta con el, ¿Qué habría de malo en pensar en el Alfa en este momento? Todo.
Si Hoseok estuviera consiente pararía todo movimiento, pero estaba tan perdido en sus pensamiento, en Yoongi, en su olor, un olor que ahora su lobo identificaba muy bien, un aroma completamente masculino que tendría a muchas omegas a sus pies seguramente. El no iba a serlo, no iba ser uno de esos, quiso creerlo.
Sus dedos formaban círculos en su entrada que lo hacían suspirar, ni siquiera supo en que momento una de sus esponjosas almohadas fue puesta bajo suyo, ni tampoco cuando se monto en ella y comenzó un delicioso vaivén, uno que le hacía tener su mano izquierda callando cualquier sonido que podría salir de el.
Lo estaba disfrutando, verdaderamente, tener sus dedos llenándolo y un roce que hacía a su polla gotear lo estaba matando. Y bueno, no iba a negar, la imagen de cierto Alfa lo tenía delirando, pensando en su olor, por no decir que ese maldito lubricante estaba desprendiendo un delicioso aroma.
La verdad es que Yoongi no era un Alfa como otros, hablando físicamente, a simple vista parecía un joven no tan atlético, una estatura promedio, y ni hablar de esa piel lechosa, Hoseok gimió al pensar en lo fácil que podría ser marcado. Estaba perdiendo la cabeza.
Pero volviendo al punto, Min Yoongi no lucía como los Alfas que había conocido a lo largo de su vida, bueno, tampoco es como si los anteriores Alfas fueran unos dudosos delincuentes, algo había en ello que hizo tiritar al Omega en su lugar. Su aspecto no iba para nada con otros alfas, exceptuando esa cara de perro. Había algo en el, ni siquiera sabía si el mismo estaba realizando esos pensamientos en su cabeza o era su maldito celo incompleto.
Sus caderas estaban haciendo un excelente trabajo, moviéndose de aquí para allá, de algo debía servir su maldita resistencia al ejercicio, y que decir de sus dedos, eran largos y delgados, podían llegar justo hasta aquellos rincones.
Quito la mano que cubría su boca ruidosa para tomar con firmeza la almohada bajo suyo, quería terminar, liberarse de una vez por todas, ahora mismo ya no le importaba si en sus pensamientos estaba cierto peliblnaco.
Incluso imagino como sería estar con el, encima de él, frotándose en el, y que esas manos grandes y blanquecinas lo guiaran a moverse más y más hasta llegar al final. Ni siquiera tenía que penetrarlo, el simple jugueteo de su entrada y la polla del Alfa lo harían correrse, o incluso esos dedos, largos y con unas uñas perfectamente cortadas, no dudaría que llegarían fácilmente a su próstata haciéndolo gritar, o el roce de sus pollas, un jugueteo mojado, sin duda el estaría mojado.
Tuvo un espasmo en su estómago de solo imaginarlo, sus movimientos en la almohada no cesaron hasta encontrar la deseada liberación.
Tiras de semen caliente cayeron a unos centímetros de el, sus dedos habían parado en su interior y sus piernas y caderas habían dejado de moverse, se había corrido, todo aquello en nombre de Yoongi.
Se había retirado con cuidado de la almohada para no hacer un desastre con sus propios fluidos, se encontraba adormecido ya, es como si todo el estrés se hubiera ido, rió ante el pensamiento de que verdaderamente era un necesitado. Su cabeza se apoyo en uno de los cojines y apagó su mente, pero la imagen del Alfa parecía ya no querer salir de ahí.
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Yoongi había tomado una ducha rápida y gracias a la luna, caliente, salió de ella con cuidado y se dirigió a su habitación sin mirar atrás, sería un idiota de nuevo si se desviaba de su camino. Cerró la puerta suspirando y se recargo en ella, bien, había pedido disculpas a su manera y ese omega las había aceptado, ahora podía vivir ya en paz ¿verdad? Ya no había algo más que le comprometiera con Hoseok, más que por supuesto la renta de la habitación, solo eso, creyó.
Le había comprado obsequios incluso, pensó que eso ayudaría a su perdón, solo tomo cosas que creyó gustarle al Omega, el lubricante había sido una broma, lo único bueno fue que con ello pudo romper el hielo y Hoseok resultará una emoción diferente, ya en la cama nego riéndose.
Esperaba que el pelirrojo pudiera terminar toda esa mierda del celo, le causaba un poco de angustia el hecho de que el vagara por la casa sin recuperarse aún viviendo con Alfas, no es como si el pudiera ayudar, bueno, el definitivamente podía ayudar pero Hoseok primero lo mandaría a la calle de una sola patada. Despeino su cabello alejando esos pensamientos.
Si el quería sobrevivir ahí, debía alejar cualquier pensamiento indebido por su cabeza, no es como si fuera a pasar algo entre ellos de todos modos.
Suspiró cansado, mañana sería un mejor día, pensó dispuesto a dormir.
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Gracias a los que leen y dejan su voto, capitulo cortito...
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Un omega reservado⁰² [yoonseok]
FanfictionDespués de que la vida le jugara una mala pasada y por no decir que fue un Alfa, el reservado Jung Hoseok quien tiene un carácter difícil decide esconder su aroma de todos las personas que residían en su hogar dónde se dedica a rentar habitaciones...