🍊La vida de un Omega no era fácil teniendo que ocultar su aroma de las demás personas, y sobre todo cuando su casa estaba llena de Alfas que en cualquier momento podrían descubrirlo y atacar cuando estuviera vulnerable, bajo ese carácter fuerte que había forjado con el tiempo y las experiencias que le a dejado su negocio nadie parecía sospechar de que el fuera un omega.
Apostaba y pasaba por su cabeza que todos creían que era un beta malhumorado que le hacía falta una buena follada. Pero no le importaba en lo más mínimo lo que pensaran sus inquilinos de el, con que pagarán la renta era lo suficiente.
Actualmente cuatro alfas hombres vivían en su casa, bueno, cada quien es sus habitaciones.
El más viejo de todos y el que mejor le caía por decirlo así, era el señor Han Sug, un viejillo de algunos sesenta y pico, no lo recordaba a pesar de que se lo dijo cuando firmó su estadía. Era un buen hombre, trabajaba todo el día y solo lo veía cuando le daba el almuerzo y en pocas ocasiones la cena, pagaba a tiempo y no causaba problemas.
El segundo era un hombre bajito y de mediana edad llamado MinGi, por lo que le había contado trabajaba como publicista, para ser sinceros el ni siquiera sabia lo que era y no le importaba tanto como para haberle preguntado de que iba su trabajo, era un tipo normal que no hacía problemas, pero eso si, la vieja camioneta que llevaba consigo lo despertaba todas las malditas mañanas.
El tercero era un joven muy apuesto y que se avergonzaba por todo. Su nombre es Jungkook. Un chico universitario que todo el tiempo está sonriéndome y saludandome en las mañanas cuando va a estudiar, a veces me trae fruta y comida para que le cocine o incluso para mi, había pensado que estaba un poco colado por mi hace tiempo, pero ni siquiera quisiera pensarlo, no es para nada mi tipo, no iba a darle ilusiones.
Y por último y desgraciadamente el primer residente que había llegado a su casa quien le había salvado en un principio cuando había puesto el anuncio de habitaciones en renta, es un viejo rabo verde que coqueteaba con el sin parar todo el tiempo. Nanhyuk era un hombre de mediana edad que siempre se retrasaba uno o dos días en pagar, me había a mi mismo prometido correrlo una vez que de nuevo se atrasara con la renta, pero como si la mente me hubiese leído nunca más volvio a retrasarse con el dinero, vaya mierda.
Y el, bueno, un Omega que tenía una adicción al café y al cigarrillo y también al ejercicio y los pilates. Le gustaba mantenerse en forma después de todo.
— ¡Llegué Hoseok hyung! — la campanita que el señor Han le había colocado en el umbral de la puerta principal sonó. El menor de los Alfas había llegado.
El Omega se encontraba lavando la vajilla con un cigarrillo en sus labios y con la radio encendida a un volumen medio en uno de esas estaciones de canciones.
— Bienvenido kook, te serviré lo que hice en el almuerzo.— seco sus manos con el trapo viejo de la cocina y sacó un sartén de comida de la heladera.
El menor se sentó en el pequeño comedor que la cocina tenía, apoyándose en la mesa para mirar a su hyung. Y la verdad es que el menor si estaba un poquito enamorado del pelirrojo. Se consideraba demasiado tímido como para confesarse, seguramente su hyung lo veía como un chiquillo inexperto. Suspiro una vez más y aceptó con un gracias el plato de comida que le dió su amor platónico.
— Puedes dejar el plato en el lavavajillas, subiré a mi habitación. — el Omega dijo con esa característica voz que aturdía al menor, apagó su cigarrillo y se llevó consigo un bote de agua.
Dejando al alfa suspirando y comiendo solo.
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Un omega reservado⁰² [yoonseok]
Fiksi PenggemarDespués de que la vida le jugara una mala pasada y por no decir que fue un Alfa, el reservado Jung Hoseok quien tiene un carácter difícil decide esconder su aroma de todos las personas que residían en su hogar dónde se dedica a rentar habitaciones...