Un omega reservado⁰² [yoonseok]

Catorce: Problemas

🍊

No se pudo quejar de la humilde morada que le había ofrecido su amigo, durmió como un rey después de todo un día de pensamientos malos y culpas.

— ¿Puedes apagar tu mierda? — el Alfa a su lado murmuró ante el sonido chillón de su alarma.

Tenía que ir a trabajar.

— ¡Luna, me tengo que bañar! Voy a tomar tu toalla y usaré tu baño. — el mayor soltó un brinco de la cama corriendo al pequeño baño.

— Solo vete y déjame dormir. — murmuró de la misma manera que lo habia hecho antes.

Yoongi solo había tomado una ducha vaquera, iba a irse directamente al trabajo y no pasaría por la pensión hasta que acabará su turno, se pondría la misma ropa del día anterior, rezaba para que no apestara, sería una vergüenza total.

— Vamos a tener que vernos después. — Namjoon ya estaba más espabilado que hace un rato.

— ¿Qué? ¿Para qué? Ya hablamos. — el peliblanco frunció el ceño mientras se ponía los pantalones.

— Si, pero tengo que mantenerte informado sobre lo que pase después de hoy y de mi aviso a Kim. — dijo.

Lunas, ya basta con eso, no quería saber más de ese maldito viejo.

— Tal vez me pase por la pensión en uno de estos días...

— Ni siquiera se te ocurra Kim, te conté sobre ese omega y aun así quieres ir, ¿quieres que me corte las bolas? — Tomó un peine qué había en el tocador del menor. — Te daré mi número y puedes hablarme para vernos.

— Estás exagerando al igual que ese omega, con una follada se tranquilizara.

Le calentó la cabeza qué su amigo hablara así.

— Luna cállate, lo último que quiero es ir y pelear con el, ya te dije lo que puedes hacer, sabrás tú si tomarlo o dejarlo. Y a todo esto, ¿por qué estas viviendo aquí? También esta lejos del barrio. — dijo. — ¿Estás ocultando algo?

— Te dije que tendríamos cosas de que hablar, te contaré después... — suspiró el moreno.

— ¡Oye, yo te conté mis cosas! — Yoongi había tomado sus cosas en mano dispuestos a irse, o sea, su teléfono y llaves.

— Anda, vete a trabajar, me gustó verte de nuevo, espero y no vuelvas a desparecer.

— También me gustó que me hayas sacado un susto enorme, pensé que iban a matarme, te dejé mi número en la mesa, cuídate Joon.

— También tu Min.

Y Yoongi salió de ahí, la cafetería quedaba un poco más lejos y lo mejor que pudo hacer fue apresurar el paso.

La campanilla del lugar sonó avisando su llegada, Mina estaba en el mostrador apuntando quien sabe que en su libreta, Jimin ateniendo y el chico de cabello azul en la caja, todos lo miraron a la vez y se sintió intimidado.

— Llegué. — dió una pequeña sonrisa en dirección a todos. Se puso el mandil que estaba colgado y comenzó su día.

¿Qué estaría haciendo el omega en ese instante? ¿Había puesto sus cosas en una bolsa negra y las había tirado a la basura? ¿Estaba en su habitación? ¿Se había recuperado de su celo?

Pensó que eso era lo más importante que lo antes mencionado, a pesar de que el no conocía bien el ciclo de los omegas y mucho menos el de él pelirrojo, pensaba que su celo no fue termiando con satisfacción, el omega se vio muy alterado esta mañana seguramente por el calor que llevaba encima. También supuso que el hombre había vuelto usar esas mierdas para ocultar su aroma, sus hormonas estarían disparados como locas, se sintió mal. Lo único que debió hacer fue cerrar la puerta y terminar con ello, no debió ser un maldito chismoso. Ahora lo entendía.