Capítulo treinta y tres: Pareja amorosa
Lucifer y Alastor tenían una relación hermosa, mientras que el rey le mostraba su amor con caricias, detalles, lujos y atención, el pecador se lo demostraba con canciones, abrazos, cocina y aceptación. Lucifer no tenía duda alguna, que Alastor es la primera persona que ha amado en toda su vida, pues Lilith, al final de cuentas solo fue un interés mutuo y pasajero, sin embargo, el pecador le mostró lo que en realidad era una persona, alguien con aberturas y secretos, con diálogos y misterios, alguien con quien conectar. Alastor ama a Lucifer, no tenía dudas, sin embargo existe aún esa leve confusión de lo que quería realmente, pues si, quería tener una vida con el rey, pero el hecho de que aún no se atrevía a contarle el trato con su ex-esposa le decía algo de sí mismo ¿Acaso, aún buscaba poder y venganza? Y si es así ¿Lucifer lo aceptaría? Varias preguntas así siempre lo atormentaban, en especial en la noche durmiendo con el rey.
En este momento, ambos se encontraban dormidos en la cama del rey dentro del hotel hazbin.
Ghhh, ahhh. No... yo... déjame... ghhh -se quejaba Alastor
¿Alastor? -preguntó Lucifer despertando.
No... por favor... no... lo prometiste... tu... -decía Alastor entre sus sueños.
Al, despierta, Al -Lucifer empezó a mover a Alastor.
No me dejes... Lucifer... por favor -dijo Alastor empezando a lagrimar.
Lucifer abre sus ojos muy grandes, preguntandose el por qué soñaría que él lo dejaría. El rey se acerca a su frente y lo besa, acaricia sus orejas y lo vuelve a llamar.
Alastor, despierta, vamos despierta dormilón, Bambi -llamo Lucifer.
Ahhh -Alastor empezaba a abrir sus ojos.
Ese es mi bambi -Lucifer se acerca nuevamente a la frente de su amado y lo besa.
¿Lucifer? -preguntó Alastor.
¿Aún estás atrapado en tu sueño? -preguntó Lucifer
Alastor cierra sus ojos, alza sus brazos para abrazar al rey y esconderse en su pecho, estaba avergonzado, pues el sueño se trataba de que Lucifer se enteraba de su trato y lo dejaría para siempre. Alastor empezó a temblar.
O más bien pesadilla -dijo Lucifer acariciando el cabello de Alastor.
Por favor... -rogó Alastor.
¿Mm? -preguntó Lucifer.
Por favor, pase lo que pase, no me dejes -pido Alastor.
Nunca te dejaré Al, te amo -comentó Lucifer.
Tanto el rey como el demonio volvieron a dormir, para cuando se levantaron decidieron ir a un restaurante, ambos iban disfrazados para no llamar la atención. Disfrutaron de su momento juntos, un plato muy grande para compartir y vino tinto con un poco de sangre, pues a Alastor aun le gustaba como si de una adicción se tratase.
Visitaron todos los buenos lugares del infierno de todas las secciones, orgullo, lujuria, avaricia, gula y más. Asistian a lugares lujosos como fiestas alocadas, a lugares calmados como silenciosos, en donde podían estar con mucha gente o simplemente ellos dos. Alastor se la pasaba hablando de los lugares que le hacían feliz en su época y Lucifer trataba de crearlos en su mundo, por primera vez, sentía que hacía un buen equipo para el mejoramiento del infierno.
Lucifer y Alastor se encontraban en su habitación.
Bueno, aquí están dos esferas de sangre -dijo Lucifer entregando dos litros más de su sangre dorada.
Gracias -dijo Alastor.
¿Algún día me dirás para qué quieres tanta sangre? Me asusta saber que mi pareja se vaya a convertir en un vampiro -dijo Lucifer riendo.
Algún día, espero -dijo Alastor.
¿Cómo qué, esperas? -preguntó confuso Lucifer.
Es complicado -dijo Alastor.
Mmm, bueno, mientras no andes haciendo locuras -dijo Lucifer.
Alastor se acerca y le da un beso en la mejilla, Lucifer lo mira divertido.
Oh, no, por estos litros me lo recompensas con una sesión de amor -dijo Lucifer.
Todo lo que quieras, mi rey -dijo felizmente Alastor.
Mientras Lucifer se dirigía a su habitación para leer junto a una taza de té, Alastor se alejó mucho del hotel para comunicarse con Lilith, cuando se creó un portal, en vez de solo entregar la sangre entregó un mensaje.
Quiero terminar el trato -dijo Alastor.
Por primera vez Lilith sale del portal.
Mmm, así que finalmente te dignas a aparecer -comentó Alastor.
Yo que tu no me hablarías así, pecador -dijo Lilith sosteniendo su cadena.
Tsk, quiero terminar el trato -dijo Alastor.
¿Seguro? No podrás vengarte de las personas que te causaron tanto mal en el mundo humano -afirmó Lilith.
No me importa -dijo Alastor.
Ohhh, ¿Será porque ya encontraste lo que anhelas de verdad? -preguntó Lilith.
No es tu incumbencia -expresó Alastor.
Entregame las esferas y terminemos el trato, aunque, querido Alastor, vendrás a hacer otro trato, eso te lo aseguro -dijo Lilith.
Tsk, nunca más me volverás a ver -confirmó Alastor.
Ya veremos -dijo Lilith recibiendo los dos litros de sangre y cerrando el portal.
Tsk, esa maldita arpía, ¿Cómo Lucifer quiso tener algo con ella? -preguntó Alastor un poco celoso.
Alastor regresó al hotel y a abrazar a su rey, finalmente había acabado con su trato secreto y ya podría ser libre con su amor verdadero. Durmieron juntos después de una sesión de amor. Al día siguiente, Alastor se despertó primero, lo cual era muy extraño, se fue a hacer el desayuno y cuando regresó el rey aun seguía dormido, al despertar, Lucifer tenía un poco de dolor de cabeza y antes de que Alastor le ofreciera una taza de té, Charlie llamó a todo el hotel para tener una reunión.
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La manzana podrida
FanfictionFanfiction - Lucifer quiere arreglar su relación padre-hija. Alastor quiere obtener su libertad. Ambos tienen que convertirse en amigos, cada uno por su objetivo. Pueden hacer su amistad florecer o pueden destruirla, el orgullo, será la condena de a...