Capítulo dieciséis: ¿Un trato?

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Capítulo dieciséis: ¿Un trato?


Lucifer empezaba a caminar hacia la salida pero Alastor lo detiene por el brazo, ambos se sorprenden por esta acción, pues tan solo fue un impulso del demonio de la radio, ya que bien que podía usar sus tentáculos para atraparlo, pero algo simplemente movió su cuerpo para tomarlo casi de la mano.

¿Ahhh? ¿Si? ¿Qué pasa? -preguntó sorprendido Lucifer.

Alastor lo suelta de inmediato.

Ya que de alguna forma estas muy interesado en mi bienestar ¿Que te parece si hacemos un trato? Su majestad -dijo Alastor

¿Un trato? ¿Yo, con un pecador? -preguntó Lucifer

¿Que acaso al rey del infierno no le gustan los acuerdos legales? -preguntó Alastor

Eso de "robar almas" son cosas de ustedes, los overlords, los de bajo estatus -dijo Lucifer medio burlándose

Tsk, no quiero su alma, señor ¿De que me servirá eso? -expreso Alastor

¿Quieres gobernar el infierno? Sabes, hay otras maneras -dijo Lucifer divertido mientras posaba uno de sus dedos en la barbilla del pecador.

Rápidamente Alastor le quita su mano de encima.

No, eso no me interesa -dijo Alastor

Tsk, que aburrido eres ¿Qué es lo que quieres? -preguntó Lucifer

Su sangre -dijo Alastor

¿Mm? -preguntó Lucifer

Tengo entendido que la sangre de un ángel no solo es ... -decía Alastor, no sabia como expresarlo.

¿Exquisita? Si, me divertí verte de esa forma -dijo Lucifer tratando de tapar su sonrisa.

Alastor se traga ese comentario, quería contestarle y mandarlo al carajo, pero se tragó su furia y continuó.

Sino que además es curativa, si tanto se "preocupa" por mi bienestar, me gustaría una ración de vez en cuando, si eso, claro, no le causa algún inconveniente, su majestad -dijo Alastor

Mmm... ¿Y qué recibo a cambio? -preguntó Lucifer

¿Qué desea? -preguntó Alastor

Pues a diferencia de ti, no necesito nada...- decía Lucifer ignorando por completo la mirada molesta de Alastor- pero como veo que esto es importante para ti... mmm... veamos... Salgamos -dijo Lucifer.

¿Ah? -preguntó Alastor, pues no entendió lo que quería el rey.

Por cada porción de sangre que deseas, tendremos que salir, verás... Charlie insiste que debemos ser amigos, le dije que eso era imposible, pero a mi princesa nunca le digo que no, así que al menos hay que fingir que lo somos -dijo divertidamente Lucifer.

Entonces, cuando quiera recibir algo de tu sangre, primero tendré que salir con usted ¿Y que requerirá eso? -preguntó Alastor

Lo que sea, caminar, beber, comer juntos, platicar y claro, volar -dijo divertidamente Lucifer.

Tsk -se quejó Alastor.

Tranquilo Bambi, no te soltaré jamás -dijo Lucifer.


Alastor suspira profundamente y exhala. -Bien... tenemos un trato -alza su mano hacia el rey.

Mmm -cuestionó el rey.

Es la forma de hacer tratos, su majestad -dijo Alastor con una mirada impaciente.

Si, pero yo soy el rey, creo que merezco algo más... especial -dijo Lucifer.

¿Y cómo es eso? -preguntó Alastor.

Lucifer se muerde los labios y unas franjas de sangre dorada empiezan a escurrir. El olor era algo que Alastor no podía soportar.

Ahhh, adoro esa mirada -dijo Lucifer acercándose a Alastor que no se movía de su lugar, estaba estático.


Lucifer toma una de las manos de Alastor para que no escapara y junta sus labios con los del demonio, antes de que este pudiera saborear la sangre del ángel, el rey muerde los labios del demonio haciéndolo sangrar también, y así juntó sus tipos de sangre inmediatamente, eso ya no le importaba a Alastor y con el permiso del rey saboreo cada gota que este le daba mientras que Lucifer saboreaba los agrios labios del demonio de la radio, ambos estaban decididos a conseguir lo que deseaban. 

La manzana podridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora