La manzana podrida

Capítulo diecinueve: Una competencia

Capítulo diecinueve: Una competencia

Había pasado dos días desde la última salida, Lucifer estaba impaciente, en su escritorio haciendo un patito de hule muy parecido a Alastor, de color rojo, unas orejitas con cornamenta, un peinado un tanto ridiculo y un moño negro muy elegante, una de las piernas del rey no dejaba de tamborear el piso, no le gustaba estar solo, de eso se habia dado cuenta al estar en el hotel.

Charlie tenía a Vaggie, Angel tenía a Husk, Niffty conecto una cierta amistad con Cherri, ambas les gustaba el caos en las fiestas, mientras que él estaba solo, al igual que posiblemente el demonio de la radio, pero Lucifer sentía que le afectaba más.

Al terminar el pato de hule lo observa detenidamente, le parece muy lindo, sonríe y lo coloca en un librero que tenía en su habitación, sale de su cuarto y se dirige a la sala principal del hotel, para su agrado se encuentra con tan solo el demonio de la radio, quien estaba sentado en un sofa de dos plazas leyendo un periodico.

¿Dónde está Charlie y los demás? -preguntó Lucifer bajando las escaleras.

Haciendo actividades extrañas de confianza o algo así, su majestad -dijo Alastor

Tsk, qué formalidad tan absurda, ya puedes llamarme Lucifer -dijo Lucifer.

No gracias -dijo Alastor.

¿Y entonces? ¿Tu no quieres participar en esas actividades? -preguntó Lucifer

Yo no soy parte del proyecto de redención, estoy aquí por el entretenimiento -dijo Alastor

Lo veo, hay mucho de donde entretenerse -dijo Lucifer burlonamente.

¿Y tú por qué no acompañas a tu hija? -preguntó Alastor molesto, no quería soportar al rey en ese momento.

Mmm, no me interesa, ¿Qué tal si tú y yo hacemos nuestra propia actividad? -preguntó Lucifer

¿Me darás algo de tu sangre? -preguntó Alastor dejando su periodico aun lado.

¿Qué tal si apostamos? -preguntó Lucifer

¿Una apuesta? ¿Qué involucra? -preguntó Alastor cruzando sus piernas.

Hagamos una carrera, si ganas, te doy el doble de lo que te dije anteriormente, si pierdes, tendrás que aceptar solo la mitad ¿Te interesa? -preguntó Lucifer

Mmm, una carrera, suena perfecto ¿Usarás tus malditas alas? -preguntó molesto Alastor

No, pero tú puedes usar tus sombras, te daré esa ventaja -dijo Lucifer con una media sonrisa.

Ohh ¿No estás cavando tu propia tumba? -preguntó Alastor.

¿Quieres jugar o no? -preguntó impaciente el rey.

Bien, acepto -dijo Alastor levantándose de su asiento.

Ambos hombres caminan fuera del hotel, se posicionan en un lugar específico, Lucifer empieza a estirar sus brazos y Alastor solo desaparece su bastón.

¿Todo el pentagrama? -preguntó Alastor

¿Mucho para ti? -preguntó Lucifer

En absoluto -dijo Alastor

Bien, ¡Razzle! -Lucifer llama a Razzle.

Razzle vuela en camino.

Razzle, haznos el favor -dijo Lucifer

¿Ah? -preguntó Alastor.

Cuando escupa fuego, empezaremos -dijo Lucifer

Razzle empieza a dar pequeñas vueltas en el cielo, parecía que se estaba divirtiendo, en menos de un minuto escupe fuego.

¡Qué tontería! -grito Alastor escabulléndose en sus sombras, rápidamente se mueve en el suelo como si se tratase de una anguila en un río.

Sin embargo, su habilidad le duró muy poco, porque cuando estaba apenas en la tercera manzana de la ciudad, Lucifer aparece de la nada, cabeza hacia abajo, pies hacia arriba, parecía que estaba flotando y con tan solo un dedo que presiona en la sombra, Alastor sale de inmediato del suelo, su respiración estaba exhausta.

¡Dijiste que estaba permitido! -grito Alastor enojado

Y si lo están, pero yo no dije que yo no usaría mis "otras" habilidades -dijo Lucifer volteandose por completo y tocando finalmente el suelo.

¡Maldito desgraciado! -grito Alastor atacando al rey con sus tentáculos, pero el ángel caído esquiva fácilmente los ataques y con ágiles movimientos sube por varias ventanas y tejados hasta llegar al más alto, como si se tratase de un ninja.

No me digas que ya se canso el bambi ¿Quieres descansar? -preguntó Lucifer.

Tsk -Alastor intentó volverse a meter en sus sombras, pero no lo logró, miró al rey quien tenía una cara burlona, se levanta y con sus tentáculos empieza a querer alcanzar al rey, también brincando en las casas ajenas.

Lucifer sonríe, había logrado su cometido y empieza a "correr de Alastor" más que una carrera parecida a las "traes", perdería, en el momento que Lucifer fuera atrapado.

Ambos corrían arriba de los tejados lo más rápido que podían; Lucifer usaba sus poderes divinos, podía incluso saltar en espacios vacíos, como si el mismísimo aire le pudiera dar el impulso necesario, mientras que Alastor usaba sus tentáculos para sostenerse e impulsarse como una catapulta y con algunos trataba de alcanzar al rey.

Lucifer tenía una gran sonrisa, de oreja a oreja, se estaba divirtiendo, mientras que Alastor, también se estaba divirtiendo, aunque tal vez, nunca lo admitiría, ambos sentían adrenalina de llegar primero, ambos sentían una energía que los impulsaba a seguir adelante, ambos sentían su fuerza, su velocidad y su resistencia, eran como dos niños jugando en un parque de juegos, ambos se sentían con vida.