Capítulo cuarenta y ocho: Desvaneciendo...

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Capítulo cuarenta y ocho: Desvaneciendo...


Alastor se desvanecía muy lentamente mientras corría a saber donde, mientras tanto Lucifer estaba atrapado en su propia pesadilla.

¡AAAAGHHHHHH! -Lucifer grito tan fuerte, que incluso la energía de su dolor la pudo captar el joven perdido.

¿Ah? ¿Lucifer? -preguntó Alastor, quien corrió en dirección del grito.

En cuestión de segundo, Alastor encontró a Lucifer, el rey estaba recargado en un árbol completamente seco, su cuerpo estaba casi transparente, se estaba desvaneciendo. Alastor observó el rostro de su amado, tenía cortes y sangre dorada saliendo de sus labios y lágrimas de sus ojos, recargó sus manos en los hombros del ángel y empezó a moverlo y llamarlo, pero el otro no reaccionaba.

Los colores y las formas, absolutamente todo dentro de la pesadilla de Lucifer se había desvanecido por completo, el ángel ahora se encontraba en un espacio completamente negro, estaba emezando a llorar, sentia dolor en todas partes, estaba temblando, queria recordar algo o a alguien, pero no sabia que o a quien, no sabia porque era importante o lo anhelaba, pero era un sentimiento con el cual no podia lidiar.

¡Lu...! -escucho la voz de alguien.

Lucifer miró hacia arriba, y varias plumas y flores blancas empezaron a caer desde ahí, eran hermosas e hipnotizantes. Lucifer empezó a relajarse, como si estos materiales tuvieran el poder de relajarlo y obligarlo a no pensar más de lo necesario.


Canción: My long forgotten cloistered (Yuki Kajiura, 2011)


Lucifer: En mi largo sueño olvidado y enclaustrado, Tu y yo descansabamos en paz ¿Acaso solo fue mi corazón soñando? Ahora estoy llorando, no se porque... ¿Cuál es el origen de todas estas lágrimas (que desbordan de mis ojos)? ¿Será alguien capaz de marchitar esta primavera? Si me encuentras llorando en el abismo... Por favor, llama a mi nombre desde el corazón...

¡Lucifer! ¡Despierta, Lucifer! -gritaba llorando desesperadamente Alastor moviendo violentamente el cuerpo del rey, ambos estaban desapareciendo.


Lucifer: Canta conmigo una pequeña canción otoñal, con la melodía de los días que hemos dejado atrás. Cubre mi cuerpo entero de flores blancas. Pues así ningún ojo mortal será capaz de ver ¿A dónde han ido todos mis recuerdos? (¿Se han perdido?) ¿Debería vagar nuevamente en aquella cuesta arriba? Nunca podré dejar descansar a mi alma hasta que... Tu llames a mi nombre, tu llames a mi nombre desde el corazón.


Alastor estaba desvaneciéndose, pero Lucifer... ya casi no quedaba nada de él...

Lucifer, por favor, te necesito, te necesito en mi vida, necesitas despertar, no puedo perderte, no así -Alastor desencadenó sus lágrimas y su desesperación-. Fui un idiota, lo se, fui un mentiroso, lo se, por favor, perdoname y despierta, no puedes irte asi, no asi, Charlie te espera, tus hermanos te amaban, todo fue... todo fue... - Alastor cerró sus ojos para secarse un poco sus lágrimas y los vuelve a abrir-, nuestro orgullo nos cegó, no nos dejó ver con claridad- Alastor olfateo- . Por favor, Lucifer, te amo, te amo demasiado, no quiero perderte, no me perdones si no quieres, pero... pero por favor, regresa, te necesito... Lucifer... te amo -confesó Alastor juntando sus labios con lo que quedaba de su rey y abrazandolo, aceptando tanto su destino como el de su amado, al menos... estarían juntos en su final...


Lucifer estaba atrapado en su pesadilla, casi había sido completamente enterrado por plumas y flores blancas, no le importaba, se sentía que debía de estar ahí y siendo consumido por esa belleza.

Lu... -se escucha una voz lejana.

¿Ah? -preguntó Lucifer con sus ojos cerrados.

ci... -se vuelve a escuchar la voz.

¿Qué? -preguntó débilmente Lucifer empezando a abrir sus ojos con dificultad, como si se estuviera despertando en su propia pesadilla.

fer... -La voz sonaba dolorosa.

¿Quién? -preguntó Lucifer con ojos abiertos y un poco cristalizados.

Te amo -sonó una voz...

Lucifer sintió algo cálido en sus labios, levantó su brazo y dirigió sus dedos hacia sus labios, había algo especial en su toque, algo que quería probar otra vez, algo que necesitaba y anhelaba... algo que amaba...

Al... Alas... Alastor -dijo Lucifer, un nombre salió de sus labios, pero no sabia de que era o quién era... tenía un deseo de saber, un deseo de estar, un deseo de vivir, pero no tenía energía... Lucifer deja caer su brazo, cierra sus ojos y se deja ser consumido por la belleza de su pesadilla.

Alastor y Lucifer estaban desvaneciendo, aunque el rey iba a dejar solo al pecador en primer lugar, Alastor lo mira por última vez, lágrimas caen de ambos hombres, el pecador siente un dolor en su pecho, sufrimiento, culpa, impotencia, sin dejar de abrazar a su rey, vuelve a llamarlo, no sabía si era esperanza o desesperación, pero tenía que intentar, al final de cuentas, cuando uno encuentra su luz, no quiere perderla nunca...


Lucifer: En mi largo sueño olvidado y enclaustrado, alguien me beso susurrándome palabras de amor ¿Es eso solo el anhelo de mi corazón? Pero qué momento de tanta paz... ¿Cuál es el origen de todas estas lágrimas (que desbordan mis ojos)? S no recuerdo... ¿Por qué debería llorar? Nunca podré descansar mi alma hasta que... Tu llames a mi nombre...

¡Lucifer! -grito Alastor.

Lucifer: Llames a mi nombre...

¡Lucifer, por favor! -rogo Alastor.

Lucifer: Tú llames a mi nombre...

¡Lucifer! -Alastor abrazo fuertemente al rey y le da el último beso.


Lucifer: Llames a mi alma desde el corazón...

La manzana podridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora