Capítulo seis: Una tregua

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Capítulo seis: Una tregua


Charlie estaba nerviosa, jugando con sus dedos, su padre por el otro lado, estaba incrédulo por la petición de su hija.

Disculpame... ¿Me lo vuelves a decir? -preguntó Lucifer

Mmm -se quejó Charlie

Charlie, no me puedes pedir eso -dijo Lucifer cruzando sus brazos

Entonces si escuchaste -susurro nerviosa Charlie

Si y la respuesta es no -dijo Lucifer

Por favor papá te lo pido -rogó Charlie con ambas manos pegadas

Tsk... pero, ¿Por qué quieres que sea amigo de ese ingrato? -preguntó Lucifer

Charlie miraba el suelo, después el librero y otra vez el suelo, la verdad es que quería que Lucifer curara a Alastor de su herida, era posiblemente él único que podría acercarse y someter al demonio de la radio para curar su herida, y la única manera de que hiciera eso es que se convirtieran en amigos, si le dijera directamente solo se burlaria y haría que Alastor se enojara y se fuera.

Es que... todos los que estamos aquí... Somos un equipo, somos amigos y pues... -decía Charlie

Si tengo entendido, ese tal Husk no le agrada nada Alastor -dijo Lucifer

Mmm -se quejó Charlie

Charlieee -dijo Lucifer

¡Quiero que se lleven bien! -gritó Charlie

¿Pero por qué? -preguntó Lucifer

Porque él me está ayudando en el hotel y tu me estas ayudando y quiero que haya una buena atmósfera en el hotel -dijo Charlie

Si te refieres a que tienes miedo de que vayamos a destruir el hotel o algo asi con estúpidas peleas, no te preocupes, no tengo interés en ese demonio con peinado ridículo -dijo Lucifer

No es eso... es que... -decía Charlie

Char, tranquila, no me meteré con él ni con nadie si te pone incomoda -dijo Lucifer

¡Necesito que trabajes con él! -gritó Charlie

¿Ah? ¿En que? -preguntó Lucifer

A Charlie ya se le notaba algunas gotas de sudor en todo su rostro

Me gustaría que tu y Alastor trabajen juntos, para mejorar el hotel, ahhh.... decoración, actividades, ideas para atraer clientes, administración, y así -confesó Charlie

Lucifer estaba sin palabras y Charlie estaba muy nerviosa, es cierto que necesitaba a su padre para acercarse a Alastor para que pudiera curar su herida, pero también quería que se llevaran bien, por el bien de todos.

Tsk... bien, además... ¿Cómo le puedo decir "no" a mi princesa? -preguntó Lucifer

Ufff, gracias papá -dijo Charlie acercándose a su padre y darle un beso en la mejilla

...


En el pueblo caníbal...

Alastor y Rosie se encontraban en una elegante mesa en el jardín personal de Rosie, ambos disfrutaban de una taza de té y algunos bocadillos.

Entonces... ¿Cómo te ha ido en ese maravilloso lugar? -preguntó Rosie

De maravillos no tiene nada querida -dijo Alastor

Mmm, se que el rey del infierno estará en ese hotel ayudando y protegiendo a su hija, ¿No te molesta? Que un hombre más fuerte esté establecido en el mismo lugar que tu -tento Rosie

Tsk, ese idiota -dijo Alastor

Por lo que vi en las noticias, parece un hombre bastante poderoso e intimidante, sin embargo, al conocer a la pequeña Charlie, no lo sé, parece que crió no solo a una heredera al trono, sino a una buena persona, ¿tendrá un lado gentil? -preguntó Rosie

Yo diría débil -dijo Alastor

Parece que él te pone los pelos de punta -dijo Rosie

¿Ese idiota? ¿Cómo me va a asustar? Es débil y patético, ni pudo llegar a tiempo en la batalla, tsk -se quejó Alastor

Tenia entendido que el rey no podía meterse con los exorcistas a menos que lastimaran a alguien que no fuera pecador, lo cual fue su hija y esa pequeña cabrita -dijo Rosie

Da igual -dijo Alastor

¿Te intimida? Parece que tramas algo y solo el rey puede impedirlo -dijo Rosie

Alastor toma un gran sorbo de su té.

Tranquilo lindura, no me importa que traes entre manos, pero... meterte con el rey, no creo que sea la mejor idea -dijo Rosie, preocupada por su amigo Alastor y también por el rey y su hija, pues parecían buenas personas.

¿Y si apostamos? -preguntó Alastor con una gran sonrisa y levantándose.

...


En el hotel...

Lucifer estaba en la entrada del hotel, estaba recargado en un faro con los brazos cruzados. Alastor apenas llegaba, ya era de noche y la luna llena estaba postrada en lo más alto del pentagrama infernal.

Tsk, al fin te dignas a aparecer -dijo Lucifer.

¿Ah? Pero no es nada menos que "su majestad" -dijo Alastor.

Acabamos con esto, desgraciadamente, no puedo despedirte, mucho menos hacerte desaparecer -dijo Lucifer.

Tsk -se quejó Alastor, porque aunque no le gustaba, el rey era capaz de terminar con su existencia.

Charlie quiere que trabajemos en equipo -dijo Lucifer.

No tengo interés -dijo Alastor empezando a caminar.

Lucifer truena sus dedos y mantiene congelado a Alastor en el mismo lugar.

¡Serás maldito! -grito enojado Alastor

Los ojos de Lucifer se vuelven rojos carmesí, tenía un aura espeluznante, se acerca a Alastor y lo toma del cuello de su camisa, el demonio de la radio temblaría si no fuera porque estuviera congelado.

¿Qué tal si hacemos un trato? Te gusta eso, ¿No? Aceptas o te mato -dijo Lucifer

¿No acabas de decir que no puedes matarme? -preguntó Alastor enojado

Le diré a Charlie que fue un accidente, no me importa ¿entonces? -preguntó Lucifer, su aura era más escalofriante y Alastor casi soltó una lágrima.

Mierda... bien, bien, solo déjame -pidió Alastor

Lucifer lo descongela y Alastor tropieza un poco, su corazon latia muy rapido. Lucifer se arregla el saco y se dirige al hotel.

Muy bien, un gusto en hacer tratos contigo -Lucifer se despide. 

La manzana podridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora