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Para ti:

Hoy te vi.

Estabas en el campo de concentración cuando sucedió. Pero a diferencia de mí, tu vestías de manera diferente. Nunca me lo vi venir, nunca me lo hubiera imaginado. Nunca pensé que serías parte de los alemanes que me tienen aquí encerrado.

Todo pasó tan rápido.

Te vi corriendo junto a otros hombres, pero me quedé paralizado cuando vi el símbolo nazi en tu hombro. Entonces si eres un alemán... ¿por qué me cuidaste? ¿Por qué me curaste y me protegiste?

No entiendo nada.

Tengo mucho frío, aquí no hay calefacción.

Escuché algo en el parlante el otro día. Pero lo único que pude distinguir fue la palabra "guerra".

Después de unas horas comenzaron a escucharse alarmas que me hacían daño a los oídos.

Ahora mismo estoy cubierto de polvo y me duele la cabeza.

Aún no me trago que seas un alemán, pero está bien. Estoy seguro de que no sabes lo que haces.

Hoy también vi a un niño gritando horrorizado que habían quemado a su amigo. Todos comenzaron a reírse de él, yo no lo hice, pero tampoco le creí. ¿Quemar a un niño? Eso es algo muy extraño, todavía no entiendo por qué inventó esa historia.

Juani parece más calmado, ya no llora tanto por las noches.

Mis labios están resecos. Tengo mucha sed, pero aún no puedo beber nada. Aún no es la hora.

Muchos chicos que estaban con nosotros han desaparecido, es decir, ya no los veo por aquí. Espero que estén bien, tal vez ya los llevaron a su casa.

Yo quiero volver a la mía en cuanto antes.

Me alegra poder haberte visto. Eres lindo.

Matías.

Sentimientos de papel (matienzo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora