Sentimientos de papel (matienzo)

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Para mi amado, Enzo:

No ha durado nada.

Hace apenas una semana que nos confesamos nuestros sentimientos, solo una semana duró mi felicidad.

Pero tuviste que decir aquello...

¿Por qué la vida es tan injusta? Yo creo que ya sufrí lo suficiente, ya sufrimos lo suficiente.

Pero no...

Siempre hay algo que tiene que salir mal.

No entiendo Enzo... es decir... sé que casi nos descubren el día de anteayer. Pero... ¿en verdad es necesario que te alejes de mí? ¿que me alejes de ti?

"Es por tu propio bien" me dijiste aquella tarde, destruyéndome el corazón que recién había comenzado a latir.

Claro que tus labios de miel decían esas dolorosas palabras... pero tus ojos...

Tus ojos no decían lo mismo, yo me di cuenta cuando vi ese brillo de tristeza. Créeme que ya lo he visto muchas veces... como cuando mamá me explicó que papá había fallecido en esta guerra. Yo sé que tu
no quieres que me vaya a Gran Bretaña.

"Ven conmigo" recuerdo que te supliqué llorando y pegándote en el pecho suavemente, como tratando de que tu corazón reaccionara a lo que me obligabas a hacer.

"No puedo Matías, solo se les permite a los menores de 20 años"

"Entonces no iré"

"Estarás más seguro allá, y cuando todo acabe, iré a buscarte"

"No. No quiero"

"Mati..."

"¡No Enzo!"

"Te cuidarán muy bien... volverás a la escuela y harás amigos nuevos"

Tu voz, suave, grave y aguda.... tan extraña y reconfortante, susurraba en mi oído esas palabras que solo convencerían a un infante. Yo ya no soy un niño Enzo, dejé de serlo hace muchos meses. Aunque a veces haga alborotos y berrinches, lo hago solo por ti. Porque te quiero y porque no quiero que me dejes. No quiero dejar de estar a tu lado. Todo este tiempo he estado sobreviviendo por tus cuidados.

No me hagas esto Enzo, por favor recapacita antes de que sea demasiado tarde.

Eres lo único que me queda.

Matías.