(Este capítulo contiene escenas fuerte que podrían incómodar a algunos lectores, si no te gusta este tipo de contenido puedes saltar al siguiente capítulo)
Para ti:
Lo siento, sé que tu eres alemán así que no diré que todos los alemanes están locos, no lo creo.
Pero lo que hicieron hoy fue horroroso. Estaba tan asustado que no pude evitar llorar. Te contaré lo que sucedió.
Estaba con Juani limpiando la entrada de la mansión cuando unos hombre uniformados nos ordenaron que los siguiéramos. Con Juani nos miramos extrañados ya que se estaba haciendo de noche, y siempre nos íbamos a las camas temprano para trabajar lo más que podíamos en la mañana.
Pero esa noche todo fue muy distinto.
Nos llevaron a un cuarto que estaba lleno de hombres gordos y barbudos. Algunos eran flacos, pero no tanto como nosotros. Comenzaron a reírse cuando nos vieron. El aire apestaba a alcohol. Yo no entendía que era lo que pasaba, pero me asusté al ver que tú no estabas ahí.
¿Por qué no estabas para salvarme? ¿Te olvidaste de mi? No eres como ellos... ¿verdad?
Un hombre nos ordenó que nos desnudáramos. En ese momento, Juani comenzó a llorar mientras se quitaba su pantalón a rayas. Yo, aún sin entender lo que sucedía, lo imité en completo silencio, temblando por el frío y el miedo que comenzaba a apoderarse de mi cuerpo. Cuando estuvimos completamente desnudos me sentí muy avergonzado. Todas esas miradas sobre mi me daban miedo y pena. Me sentía pequeño, inservible, patético... Un hombre puso música producido por un disco de fonógrafo y nos ordenó que danzáramos.
¿Por qué?
No entendía nada.
Al ver el golpe que le dieron a Juani en la cabeza por no parar de llorar, comencé a moverme tratando de aguantar las lágrimas. Movía mis caderas al compás de esa música que parecía retorcida y terrorífica. Los nazis no paraban de reírse de nosotros.
Aún tengo esa melodía zumbando en mis oídos.
Tenía tanto miedo.
Quería que aparecieras por la puerta y que hicieras que dejaran de reírse de mí. Pero no apareciste.
Mi cuerpo sigue temblando a pesar de que hace unos minutos nos dejaron ir a dormir amenazándonos de muerte si abríamos nuestra boca, aunque la verdad es que parecía no importarles mucho. Deberías ver como tiembla el lápiz en mi mano.
Quiero ir a casa.
Quiero a mi madre.
Quiero mi vida devuelta
Quiero que me abraces como el aquel día.
Quiero sentir tu calidez otra vez.
Por favor, sálvame.
Matías.
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Sentimientos de papel (matienzo)
RomanceUn Fanfic de Matienzo, pero en la época del Holocausto. La historia de un chico que escribe cartas a un desconocido. El relato del pequeño Matías, en donde se darán a conocer sus vivencias, temores, experiencias, traumas, esperanzas y miedos. Los s...