Nacimiento

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—Amor, por fin veremos a nuestro hermoso bebé, no puedo creer lo rápido que ha pasado el tiempo.

¡Aaaah! Duele, Soobin, duele mucho, no sabía que este era el precio de tener un cachorro.

—¡Vamos, amor! ¡Puja, amor, tú puedes!

Sentía mi cuerpo lleno de sudor, mi vientre se contrae ayudando a mi pequeño a salir. En estos momentos trato de recordar todas las clases prenatales, pero no logro recordar nada. Pujé ahogando el grito en mi garganta cuando escuché aquel maravilloso llanto.

—¡Felicidades! Ha nacido un bebé muy sano y fuerte. Pero ahora, señor Kim, salga de la sala de parto y espere a su esposo en la habitación. Pronto lo llevaremos con usted.

—Está bien, muchas gracias, amor. Estaré esperándote. —Salí de la sala de parto, fui a la recepción a pagar el servicio de flores y me dijeron que era la habitación 215. Iba emocionado, llegué a la habitación y me asusté al ver a otra omega de cabellos amarillos con un bebé en brazos. Creí haberme equivocado de habitación, pedí perdón y me disponía a salir sintiéndome avergonzado.

—No, no se vaya. Lamentablemente, no había más habitaciones, y su omega y yo compartiremos esta.

—Está bien, gracias, y perdón. —Haciendo una reverencia nuevamente— Luego de media hora, bajaron a mi amada omega junto a mi pequeño cachorro. —Amor, ¿cómo te sientes?

—Como alguien que acaba de tener un cachorro. —Sonreí y miré a la joven que observaba por la ventana—Hola, soy Kim Eun. ¿Y tú? —pregunté curiosa al ver a una omega tan pequeña con un bebé en brazos.

—Yo soy Park Jinnie, un gusto.

El gusto es mío. Perdona si te incomoda mi pregunta, pero ¿cuándo tuviste a tu bebé?

Hoy, a las 6 p. m., poco antes que tú, creo.

Qué lindo. Mi bebé nació a las 7:50 p. m.

—Tiene usted un bebé muy hermoso.

Lo mismo digo de tu pequeño.

Han pasado tres días.

—No puedo creer cómo me he hecho tan amiga de Park Jinnie. Jamás pensé que una omega de su edad fuese tan madura. Aunque entiendo su tristeza, luego de que hablamos, me dijo que es menor de edad y que ella es de una familia rica, pero sus padres no sabían que ella estaba en cinta y su alfa la rechazó luego de que supo del cachorro. ¡Qué injusta es la vida! Mientras tanto, aquí estoy yo con problemas para quedar en cinta y, con mucho tratamiento y esfuerzo, a mis 34 años logré quedar en cinta.

Bueno, amor, esa es la suerte de cada quien. Por cierto, ¿dónde está ella?

—No, se me dijo que iría a comprar algo para comer.

Pero mira, dejó al bebé y hay algo en su cama. Tomé la carta y la abrí. Decía: "Perdónenme por tomar esta decisión, pero yo no puedo hacerme cargo de Jin. Mis padres no estaban ni enterados de este cachorro y si llego con él me echarán. Tengo sueños y metas por cumplir. Sé que ustedes pueden ser una buena familia para Jin y pueden hacerlos pasar por gemelos". Miré a mi esposa, quien tenía una cara de preocupación.

—Amor, Jinnie se fue y dejó a su bebé aquí, al pequeño Jin, confiando en que nosotros podremos cuidarlo. Si no lo hacemos, lo llevarán a una casa hogar, ya que ella no dejó ni dirección ni ningún dato de ella.

—No, amor, eso no lo podemos permitir. Adoptemos al pequeño Jin.

—¿Estás segura? Será difícil.

—Nunca he estado tan segura de algo en mi vida.

¿Pero y el qué dirán?

—Amor, nadie tiene por qué enterarse. Será como tener gemelos y los amaremos y cuidaremos por igual.

Está bien, si eso quieres, yo te apoyo.

Explicamos todo en el hospital y llegamos a un acuerdo con el director. Dejó que nosotros registráramos a Jin como si fuera nuestro hijo y mi amado esposo está feliz. Luego de terminar el papeleo, nos fuimos felices a casa con nuestros dos grandes tesoros.

"Hermanos Kim"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora