"Hermanos Kim"

Confrontacion y Engaños

Luego de manejar, llegué a la casa de mi madre. Sentía que mi sangre hervía, ¡tan molesto estoy que mis manos tiemblan! Me bajé de mi auto y toqué con insistencia el timbre.

Estaba haciendo los nuevos diseños de la línea de verano, pero el timbre me distrajo. —¿Qué, no piensan abrir la puerta?

—¡Oh, Jin, qué alegría verte! ¡Bienvenido a casa!

—¿Dónde está ella? —pregunté seriamente.

—En su despacho.

—Ok, gracias. —Fui donde ella y abrí la puerta con fuerza.

—¡Me asusté, Jin! ¿Qué son esas maneras de entrar?

—Eres una mentirosa. Tú eres quien me abandonó, pero viniste a cambiar todo, haciendo parecer que los Kim habían sido los malos.

—¿Quién te dijo eso?

—Me dijiste que ellos eran malos, ¡mientras la única mala aquí eres tú!

—Yo no soy mala, Jin. Yo solo quería lo mejor para ti.

—¿Lo mejor para mí? ¡Hipócrita, falsa, mentirosa! Me metiste ideas estúpidas en la cabeza y ahora perdí a los que consideraba mis padres y al amor de mi vida, a mi cachorro. ¡Absolutamente todo! ¡Tú no sabes cuánto te detesto!

—Jin, no sé qué te dijeron, pero déjame explicarte...

—¿Qué me vas a explicar? ¿Que me dejaste botado en el hospital? ¿Que no te importó? Todo esto lo hiciste para hacerme sufrir. Terminé cometiendo los mismos errores que tú.

—Quedé embarazada de ti a los 16 años. Tu padre era un hombre rebelde y aventurero, lleno de tatuajes, igual que Namjoon. Mis padres jamás lo aceptarían, por eso oculté mi embarazo hasta el final. Cuando te di a luz, no sabía qué haría. Hasta que llegaron los Kim, conocí a la madre de Namjoon, una señora con problemas para tener bebés. Sabía que si te dejaba en ese hospital, ellos te recibirían. Pero luego me arrepentí, y cuando regresé, ya te habían llevado.

–¿Por qué, si viste que yo había hecho mi vida, no te fuiste? Yo tenía una hermosa familia y tú la destruiste.

Yo no quería que estuvieras con alguien parecido a tu padre. Quiero para ti a un alfa que te llene de muchas cosas, que te dé una buena vida. Cuando supe que estabas embarazado y vi a Namjoon, no lo podía aceptar. ¿Qué padre quiere a alfas así para sus hijos? Yo no quería que te estancaras y gracias a eso ahora tienes un título. Si no lo hubiera hecho, ya tendrías una camada. Sé que si te quedabas con ese cachorro, no progresarías y no cumplirías tus sueños.

—Cállate, porque tú no sabes nada de Namjoon. Él me amaba y yo lo amo. Los dos íbamos a salir adelante, pero tú me llenaste la cabeza de ideas tontas. Mira, estudio, monto un negocio y cuido de nuestro cachorro. Si yo hubiera estado a su lado, habríamos alcanzado aún más cosas. Ya no quiero escucharte, te odio y nunca te veré como mi mamá. Mi única madre es la señora Kim.

Yo me sentí mal y quise enmendar mi error. ¿Recuerdas que vine antes a Corea? Cuando regresé, quise buscar a Namjoon y a mi nieto, pero me enteré de que él había perdido la memoria, por eso te dije que lo mejor era que te casaras con alguien más.

Me voy y no me vuelvas a buscar —Empecé a salir del despacho sin tener el control de mis lágrimas. Estaba destruido, lo perdí todo.

Jin, no te vayas, hijo, eres lo único que tengo.

—Yo no soy tu hijo.

Él se casó con tu prima Jisso y esperan un bebé. Lo mejor es que lo olvides, tú me tienes a mí, yo soy tu madre y te amo, no me dejes, por favor.

—Yo no quiero saber más de ti, no me interesa tener algún tipo de relación contigo.

No te alejes de mí, eres lo único que tengo y no me quedan muchos años de vida.

—¿De qué estás hablando?

Si te busqué es porque tengo una enfermedad terminal, pero antes de morir quería que tuvieras una vida feliz y sin miedo a pasar trabajo. Por lo menos, hazme feliz antes de que yo parta de este mundo.

¿No me estás mintiendo?

—No, Jin, no miento. Me han dicho que tal vez no viva ni 1 año más.

Eso me conmovió. Pese a todo, yo nunca le desearía algo feo y no quería tener otro cargo de conciencia. Me daba miedo irme y que a ella le diera algo. —Está bien, me quedaré a tu lado.

—Yo realmente te amo, Jin, y me siento mal por haberme perdido tantos años.

No sabes todo el daño que me has hecho y eso nunca dejare de decírtelo. Mis verdaderos padres me odian, aunque no lo digan, sé que jamás perdonarán todo lo que hice. Perdí a mi destinado, al hombre que amo, y le causé tanto dolor que él prefirió olvidarme. Creía que todo sería mejor y más fácil, pero no sabes lo que he sufrido tratando de hacer mi vida, mi pequeño cachorro está en los brazos de otro omega y yo viviré lo que me queda de vida como tú. ¿Aún así crees que me amas?

—Yo no sabía que las cosas saldrían así. Quería que fueras exitoso, no que vivieras una vida no como la de los señores Kim. Si ellos pagaban tu universidad, no podrían con la de Namjoon. Creí que hasta les hacía un favor y si tú no ibas a tener una carrera, tal vez te hubieras llenado de niños y hubieras sido alguien infeliz.

No me importa nada de eso.

—¿Crees que solo de amor se vive?

Yo no te importo, lo que te importa a ti es el dinero y conmigo ganas mucho, ¿no? Solo por eso me buscaste.

—Claro que no, tú eres más valioso que cualquier cosa y tus ganancias han sido cien por ciento tuyas.

Sabes, yo hubiese preferido vivir debajo de un puente, pero sintiendo amor, que ser como tú y terminar como tú. ¿De qué te sirve el éxito y el dinero si no tienes a alguien que te ame?

—Yo jamás pensé que Namjoon saldría adelante, y menos que progresaría tan bien. Habla con tu prima Jisso, pregúntale cuánto le pedí que dejara a Namjoon cuando me arrepentí, pero ella se negó y ahora espera un bebé de él.

Ya no puedo escucharte más.

—¿Te irás? ¿Vas a dejarme?

No, porque ya te he dado mi palabra, no te dejaré sola si tienes esa enfermedad terminal, pero no esperes de mí besos o abrazos.

–Entiendo Jin, gracias por no abandonarme. ¿Qué pasará con la boda?

¿Boda? No pasará, no me quiero casar con ese idiota.

—Si no te casas, tu carrera se terminaría. Ese alfa es muy influyente, tiene mucho dinero y además es muy orgulloso. Piensa, si no te casas, entonces nada de lo que has perdido valdría la pena. ¿Y qué pasa si el día de mañana Namjoon te recuerda o necesita ayuda económica? Jin, piensa bien las cosas.

—Por ahora no quiero hablar de eso, estoy cansado. —Subí a mi habitación para llorar hasta sentir que no podría más.

Namjoon, ¿sentiste algo al ver a Park Jin? — Preguntando estando en la sala.

¿Qué pasa, Jisso? ¿Celos? ¿Miedo? Claro que no sentí nada por él, ni sé quién es.

¿Tonto, ningún recuerdo vino a ti?

¿Qué son esas preguntas? Ya te dije que no sentí nada, menos por alguien que apenas conozco. Cuando lo vi llorar y le ofrecí ir a la casa de mis padres, es porque nadie merece estar así en la calle solo.

Entiendo.

¿Por qué te veo triste?

Porque a veces el amor más puro es dañado por gente mala, pero los que estamos de espectadores queremos que triunfe el amor.

—Qué profunda estás el día de hoy.

Jajaja, me iré a dormir, hasta mañana, hermano adoptivo.

Hasta mañana, hermana adoptada. — Subí a mi habitación y saqué de aquella caja de metal todas las cartas que recibí de Jin y que nunca me respondió. Las leía una y otra vez. ¿Por qué me enviabas estas cartas, pero cuando te pedía que vinieras, nunca lo hiciste? ¿Cuánto más quieres jugar conmigo?